Revista Ch´ivit Empresarial Diciembre 2018. Es el ultimo mes del año 2018, el cual nos dejo muchos recuerdos gratos y experiencia. Por ese motivo, decidimos regalarles un mensaje de nuestro amigo y colaborador Ignacio Huerta Villareal, el cual tiene como titulo:"El ciclo continua". Ademas, incluimos los eventos de fin de año: anime, cosplay, empresas y más. También, la biografía de la venezolana Rosita Arenas, una gran actriz del cine mexicano. Sin embargo, no podía faltar Miroslava Stern, un poema dedicado a nuestros amigos peludos:"9 horas", el cual relata una historia corta pero profunda; la cual fue escrita por Ana Tendero. En fin, cosas sencillas pero que vale la pena dedicarle tiempo. Muchas gracias por seguirnos y compartirnos en las redes sociales. En nombre de todo el equipo, les deseamos lo mejor para ustedes y sus seres queridos este 2019, Dios mediante.
Guía Pedagógica INSO interpretación de normas de convivencia ambiental (2).pdf
Revista Ch´ivit Empresarial Diciembre 2018.
1. TUXTLA GUTIERREZ, CHIAPAS DICIEMBRE 2018TUXTLA GUTIERREZ, CHIAPAS DICIEMBRE 2018
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El ciclo continuaEl ciclo continua
Rosita ArenasRosita Arenas
9 horas9 horas
2. Miroslava
Stern
EVENTOS
NEGOCIOS
REFLEXIÓN
CULTURA
DEPORTE
COLABORACIÓN
CINE
DIRECTORIO
Miroslava Šternová Beková, (n.
Praga, Checoslovaquia, el 27 de
febrero de 1926 - Ciudad de Mé-
xico, México, 9 de marzo de
1955) fue una actriz y diva mexi-
cana de origen checoslovaco,
perteneciente a la Época de Oro
del Cine Mexicano y nominada al
Premio Ariel de la academia Me-
xicana de cine por su participa-
ción en la cinta Las tres
perfectas casadas dirigida por
Roberto Gavaldón. Fuente: Wiki-
pedia.
Para la Época de Oro del cine
mexicano, la presencia rubia y
luminosa de Miroslava Stern -
mejor conocida por su nombre
de pila, la primera actriz que for-
malmente encabezó repartos
con un solo nombre- significó un
fascinante toque cosmopolita
acorde con los turbulentos años
que siguieron a la Segunda Gue-
rra Mundial. Su belleza extraor-
dinaria era muy diferente a la del
resto de las actrices de su gene-
ración como Columba Domín-
guez o María Victoria. La
fascinación contemporánea
hacia Miroslava la llevaron a
convertirse en una especie de
'Marilyn Monroe a la mexicana'.
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Jessica Cañizares
Fornaguera
Editor Editorial
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los artículos y anuncios publicados, ya que son
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genes son de carácter ilustrativo.
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16. Como estarás notando el fin de un ciclo ha llegado y con ello el principio de otro,
al final nada se detiene.
Todo está en constante movimiento, nosotros con todo el universo debemos mo-
vernos, aprender de la naturaleza la cualidad de agradecer y dejar ir, comprender
que sensaciones como la Ira, El dolor, La envidia, La crítica, El Juzgamiento, La
Nostalgia, La tristeza, entre otras son permanentes solo en el grado que nosotros
les alimentemos, comprendamos que su duración real solo es momentánea, no
estamos exentos de ellas pero si tenemos autoridad sobre nosotros mismos, te-
nemos la capacidad de dejarlas ir y que permanezcan en donde pertenecen “el pa-
sado”.
En este presente tenemos la oportunidad de experimentar otras sensaciones, nue-
vos momentos, nuevas vivencias, experiencias llenas de pasión, alegría, cariño y
Amor, no dejes que las situaciones que tu mente almaceno del pasado te inunden
y te limiten a experimentar lo que en verdad deseas y tienes ahora, si deseas correr
“corre”, si deseas estar con alguien “esta con ese alguien”, si deseas abrazar a
alguien “abrázalo o abrázala”, si deseas articular un te quiero “Di Te Quiero” si tu
corazón desea decir “Te Amo” que esperas habla fluye y expresa “TE AMO”, los
“Te Extraño”, “Gracias”, “Siento”, “TE AMO” son palabras que te “LIBERAN”.
Te dejan estar en paz con tu presente en donde en realidad estas existiendo, per-
cepciones como el orgullo y el enojo no son más que producciones del miedo,
miedo a expresarte y conocerte como en realidad tu eres, pues tu esencia en re-
alidad es más que el miedo, más de lo que observas y más de lo que podemos
creer, no existe mejor regalo para ti y el mundo que expresarte de manera trans-
parente y real, mostrar tu esencia, reconoce que los mejores regalos, los mejores
momentos y las mejores vidas, no son aquellas que se llenan de conjuntos físicos,
en realidad pasan a ser aquellas que simplemente “SE SIENTEN”.
Por qué el sentir vibra en el universo, vibra en la vida, vibra en cada ser y perdura
grabado en los corazones, las personas y las sensaciones que con ellas se viven
son lo que nos hace humanos, seres que sienten, seres que vibran y que lo hacen
durar en la eternidad, en los recuerdos y memorias de las personas, de los ancia-
nos que nos contaran las historias, todas estas historias están fundamentadas en
sensaciones, emociones que expresaron en su momento y que lo hacen revivir
esas situaciones.
El ciclo continua.
17. Pero somos dueños de ellas de revivir lo bueno o lo malo, podemos, tenemos y
debemos tomar la obligación y el derecho de escoger las sensaciones que más
nos hagan sentir en paz y armonía con nosotros y con ello estar en armonía con
lo que nos rodea, si traeremos algo del pasado a nuestro presente, quesea algo
que nos haga felices, que nos provoque sonrisas y carcajadas y que nos ayude a
fabricar un presente mucho más hermoso.
Al final solo son recuerdos, momentos de ciclos que ya ce cerraron o cumplieron
su función, en este año que ha terminado seguramente tienes muchas historias,
muchas anécdotas, muchas vivencias que te hacen vibrar de emoción, otras no lo
hacen, pero la final algo existe y está en ese lugar interior guardado, listo para que
lo expresemos en cualquier momento.
Y en un arranque de ira podemos expulsar los malos momentos, las iras del pa-
sado, los rencores del pasado y los deseos obscuros del pasado, con la idea falsa
de querer cambiar y transformar que “ya fue”, te invito a que te analices y te des
prioridad para expresar lo positivo, realiza una invitación a los bellos y hermosos
momentos de tu pasado, déjalos pasar, recuérdalos, siéntelos y con ello comienza
a construir cimientos para lo que viene, para recuerdos memorables que puedas,
cuando su tiempo llegue, recordar una vez más.
Al final la vida nadie la tiene asegurara, esta se puede apagar en un instante, en
cualquier lugar, en la casa, en la calle, en la escuela, en el tránsito o en la oficina,
lo único seguro es el momento presente, que mejor que disfrutarlo con el máximo
de nuestras buenas emociones.
Felices fiestas, hermoso día, que tu ciclo no se cierre, que continúe en el curso de
todo lo bueno y la lluvia de bendiciones que todos merecemos.
Ignacio Huerta Villarreal (Coach personal, Escritor, Conferencista).
Que la paz, la verdad y el amor iluminen tu mente y te llenen de voluntad para que
siempre vivas en felicidad y alegría.
academia_del_exito@hotmail.com
18. LA HERMOSA VENEZOLANA
ROSITA ARENAS.
Rosa Arenas nace en el año de 1933.
En la ciudad de Caracas, Venezuela, hija del actor Miguel Arenas (1902-1965), fue registrada en
la Embajada Mexicana de ese país, ya que sus padres quisieron que su hija tuviera la misma
nacionalidad. Es en la Ciudad de México, donde trascurre su infancia, estudiando en el colegio
Motolinia, se interesó en la actuación debido a que su padre la llevaba regularmente a los sets
en donde filmaba e incluso participó como extra en algunas películas. En 1950 es coronada
Reina de la Primavera de la Ciudad de México, concurso que tenía mucha repercusión en su
época, la prueba es que fue precedida por las estrellas María Félix y Elsa Aguirre, para lograrlo
contó con el apoyo del sector universitario, cuyo jefe de campaña era Jesús Martínez «Palillo».
Después de ganar el concurso le ofrecen sus primeros papeles en cine, dejando sus estudios
de contaduría. En 1951 el director Ismael Rodríguez, le da su primera gran oportunidad, al pro-
ponerle ser parte del elenco de la exitosísima cinta ¿Qué te ha dado esa mujer?, secuela de la
no menos exitosa A.T.M. A toda máquina! y en la que llevaba como protagonistas a dos de las
estrellas más taquilleras por entonces: Pedro Infante y Luis Aguilar, gracias a esta cinta se da a
conocer.
Después de tener romances con el cantante Miguel Aceves Mejía, el productor español Cesáreo
González, Miguel Alemán Velasco y el empresario Emilio Azcárraga, Rosita se casa en 1958 con
el aristócrata y actor español Jaime de Mora y Aragón, matrimonio que solo dura dos meses.
En 1960 se casa con el actor Abel Salazar, y en 1963 filma su última película La maldición de la
Llorona, antes de retirarse para atender a su familia, con el actor tuvo dos hijas, una de ellas
Rosa Salazar Arenas, guionista de televisión. Después de divorciarse de Abel regresa a la ac-
tuación en teleseries de la empresa Televisa en 1987, en 1992 regresa al cine con la película
Cambiando el destino. Su última actuación fue en el videohome ¿Me permites matarte?, donde
interpretó a la madre del personaje de la sensual actriz Lina Santos. Actualmente vive con su
esposo René Parlange.
19. 9 horas
Hoy encontré tu perro. No, él no fue adoptado por nadie. Por aquí la mayoría de la gente ya tiene varios pe-
rros y quien no tiene ninguno no quiere un perro. Yo sé que esperabas que él encontrase un buen hogar
cuando lo dejaste, pero él no lo encontró. Cuando lo vi por primera vez él estaba muy lejos de la casa más
próxima, solo, con sed, flaco y rengueando por una herida en la pata.
¡Cómo yo quería ser tú en el momento que paré en frente de él! Entonces podrías ver su cola moviéndose
y sus ojos brillando al saltar en tus brazos, porque él sabía que tú lo encontrarías, sabía que no lo olvidarías.
Podrías ver en sus ojos el perdón por todo el sufrimiento y el dolor que había pasado en su interminable
viaje en busca de ti. Pero yo no era tú. Y a pesar de mis intentos de convencerlo a acercarse, los ojos de él
veían un extraño. Él no confiaba en mí. Él no se acercaba. Entonces siguió su camino, porque estaba seguro
de que el camino lo llevaría a ti. Él no entendía por qué no lo estabas buscando. Sólo sabía que no estabas
allá, que era preciso encontrarte y que eso era más importante que la comida, el agua o el desconocido
que podía darle esas cosas.
Entendí que era inútil intentar convencerlo o seguirlo. ¡Ni su nombre yo sabía! Fui a casa, llené un balde
con agua, puse comida en un pote y volví para el lugar donde lo había encontrado. No había ni señal de él,
pero dejé el agua y la comida debajo del árbol donde él había descansado al abrigo del sol. Comprende: él
no es un perro salvaje. Al domesticarlo, tú lo privaste del instinto de sobrevivencia en la calle. Él sólo sabe
que precisa caminar todo el día. No sabe que el sol y el calor pueden costarle la vida. Él sólo sabe que ne-
cesita encontrarte.
Esperé en la esperanza de que volviera para buscar abrigo bajo el árbol, en la esperanza de que el agua y
la comida lo hicieran confiar en mí, así podría llevarlo a mi casa, curar la herida de su pata, darle un lugar
fresco para echarse y ayudarlo a entender que tú no harías más parte de su vida. Él no volvió aquella
mañana y el agua y la comida permanecieron intactos. Me preocupé. Tú debes saber que pocas personas
tratarían de ayudar tu perro. Algunas lo echarían, otras llamarían la perrera, que le daría el destino que tú
tal vez creyeses que lo libertaría de todo el sufrimiento que estuviese pasando.
Volví al mismo lugar antes del anochecer y no lo encontré. A la mañana siguiente, volví y vi que el agua y
la comida seguían intactas. ¡Ah! si estuvieras aquí para llamarlo por su nombre, tu voz tan familiar! Comencé
a caminar en la dirección que él había seguido antes, pero sin mucha esperanza de encontrarlo. Tu perro
estaba tan desesperado para encontrarte que sería capaz de caminar muchos kilómetros en 24 horas.
Horas más tarde y a una buena distancia del lugar adonde lo vi la primera vez finalmente encontré tu perro.
La sed ya no lo atormentaba, su hambre había sido saciada, sus dolores habían pasado, la herida de la
pata no lo torturaría más. Tu perro estaba muerto. Se había librado del sufrimiento.
Me arrodillé a su lado y te maldije por no estar ahí antes, para que yo pudiera haber visto el brillo en aquellos
ojos vacíos, sólo por un instante. Recé, pidiendo que su viaje lo hubiera llevado al lugar que imagino tú es-
perabas que encontrara. Si supieses por todo lo que pasó para llegar allá... Y sufrí, sufrí mucho, porque sé
que, si él despertara ahora y si yo fuera tú, sus ojos brillarían al verte y movería la cola perdonándote por
haberlo abandonado.
Ana Tendero.