1. Una piedrita en el oído de David
Había una vez un niño llamado David.
David iba todos los días a su preescolar y allí tenían un parque
muy bonito.
Todos los niños en el parque jugaban a lanzarse piedritas.
2. Un día se metió una piedrita
en el oído de David y no se
dio cuenta.
Varios días después su mamá
lo llevo al médico.
El doctor dijo que David estaba
sano, que estaba más grande.
Pero el doctor dijo que tenía un
objeto extraño en el oído.
3. El Doctor buscó la linterna y se asombró cuando vió una piedrita.
Y le dijo a David:
-Bueno, David, quédate quieto, sin moverte para sacarte la
piedrita.
David se quedó quieto. El doctor le echó un chorrito de agua con
una manguerita. A David le dolía mucho su oído, pero no lloró.
4. El doctor le sacó la piedrita y se la dio
en su mano. Y David se fue contento.
Y diciendo:
-Mamá, mamá, mejor tengo cuidado con
las piedritas del parque. No quiero que
se meta otra piedrita en mi oído.
5. Los niños no deben meterse ningún objeto en sus oídos.