2. Apuntes para la materia de Educación para la Ciudadanía y los DDHH. Curso 2014/2015
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¿Son los contenidos de
Educación para la Ciudadanía
lo que ha levantado la
polémica? ¿O los desarrollos
en los libros de texto? ¿O lo
que finalmente pueda
transmitir el profesor o lo que
se cuestiona es el derecho del
Estado a educar en valores?
(…) Los países europeos,
siguiendo las
recomendaciones del Consejo
de Europa, no han eludido la
responsabilidad de transmitir
a sus jóvenes los valores
cívicos, democráticos y
plurales compartidos por la
sociedad. Pero,
efectivamente, varía el modo
de acercarse, al menos sobre
el papel, a esos temas
espinosos que en España han
levantado la polémica.
Dependiendo del país, de sus
características y tradiciones,
se habla de homosexualidad y
los distintos tipos de familia
(Finlandia o Suecia) o no
(Polonia), o dejan estas
cuestiones morales para una
asignatura en la que se
mezclan religiones y ética,
como en Noruega, un país sin
separación entre Iglesia y
Estado
EL PAÍS - Madrid 17-09-2007
Una asignatura polémica…
… pero ya verás que no es para tanto.
Y es que es una asignatura que se imparte en casi todos los países democráticos y en
prácticamente todos los europeos. El Consejo de Europa recomienda que se imparta y da alguna
orientación para sus contenidos: los derechos humanos, la democracia como sistema político y
el valor de ser ciudadano y ejercer la ciudadanía.
En España se han incorporado algunos contenidos referidos a la personalidad y los valores que
deben guiar a la persona dentro de un estricto respeto a la Constitución Española y las leyes
vigentes.
3. Apuntes para la materia de Educación para la Ciudadanía y los DDHH. Curso 2014/2015
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La Iglesia católica en España,
a través de sus dirigentes
representados en la
Conferencia Episcopal ha
tomado la asignatura de
Educación para la
Ciudadanía y los DDHH
como una “afrenta a la
familia” y a la “ley de Dios”
que llaman también “ley
natural”.
La formulación de que la
familia cristiana es la única
posible en nuestro mundo es
una forma más de
etnocentrismo (creencia de
que la cultura propia es la
mejor y hasta la única
“verdadera”) que choca con
la realidad.
Hay muchos modelos de
familia y la comparación
entre ellos sólo se puede
hacer con criterios científicos
y teniendo en cuenta el
momento histórico y la
propia cultura en la que se
dan.
Son contenidos que ya se impartían dentro de la asignatura Ética y Moral en Cuarto de ESO.
Esta asignatura forma parte de la misma área por lo que la única variación es que algunos
contenidos que se daban en Cuarto se adelantan a Tercero.
Quienes se oponen a ello, en general, se ven movidos por oportunismo político más que por
razones fundamentadas. Esta materia sólo pretende presentar y estimular la adquisición de
valores cívicos compartidos con la Ley como única frontera y la capacidad de reflexión del
alumno como punto de partida.
La “objeción de conciencia” es el camino que se ha elegido para
“luchar” contra esta asignatura. Y, en un primer momento algunos
tribunales han dado la razón a los “objetores”, si bien otros tribunales lo han negado de
plano. El Tribunal Supremo ha zanjado la cuestión definitivamente.
Recientemente, en este mismo año 2012, el
nuevo gobierno ha modificado la norma por
la que se desarrolló la Educación para la
Ciudadanía y los DDHH desde 2007. Ha
introducido algunos contenidos nuevos (el
papel de la libre empresa en la sociedad; el
trabajo como derecho y como deber…); y ha
quitado u ordenado restar la importancia de
otros que se venían dando (la familia, las
relaciones interpersonales, la igualdad
hombre-mujer…).
http://www.boe.es/boe/dias/2012/08/04/pdfs/BOE-A-2012-10473.pdf
4. Apuntes para la materia de Educación para la Ciudadanía y los DDHH. Curso 2014/2015
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En el Templo de Apolo en
Delfos estaba escrita esta
frase Conócete a ti mismo
(, en griego
claro está, y sonaba más o
menos así: gnothi seauton).
Muchos filósofos,
empezando por Tales o
Sócrates, lo tenían como
guía de su vida.
Puede (y debe) ser el lema
de cualquiera que desee
tener un control sobre sí
mismo.
¿Quién soy?
Mientras no nos hagamos esta pregunta, estaremos en la infancia. Es
decir, hacerse mayor es enfrentar esa pregunta y darle una respuesta. Es
hora ya ¿no te parece? Vamos a intentarlo.
El primer y más serio problema es por dónde empezar, por dónde
empezar a mirar. Seguramente es más fácil “descartar”: no soy…, o no
soy como… Pero tenemos que intentar una definición en positivo, que
empiece por un “soy…”
Y acaso lo primero y más evidente (sin discusión) es soy una chica/un
chico1
de 15 años (o los que sean). Ya es algo. Lo de “animal, mamífero,
humano…” también está detrás, pero ahora eso lo damos por hecho.
Un chico/una chica de 15 años… y ¿qué más? Porque “eso” lo son miles
-si no millones- de personas. Y, sin embargo, soy único/única. Sí, soy
una persona única e irrepetible, aunque mis “pintas” sean las que
corresponde a la tribu con la que ando… Aunque vistamos igual, y
tengamos los mismos gustos, sigo siendo yo, único e irrepetible yo.
Pero todos pueden decir lo mismo: un único e irrepetible yo. Tengo que
ser algo más que muestre ese “único e irrepetible” de verdad, sin ninguna
duda para nadie. Así que vamos a ponerlo sobre papel. Y, siguiendo un
orden lógico y sistemático:
Ejercicio 1 Piensa y contesta en esta misma tabla a lo que se te pregunta. Ten en cuenta que
nadie te lo va a leer si tú no quieres que te lo lean. Ni el profesor.
4 recuerdos inolvidables en los que
yo soy protagonista
3 circunstancias familiares o del
tipo que sea que han marcado mi
vida para bien o para mal
2 realizaciones exitosas logradas
por mi o con muy poca ayuda de
alguien
1 problema pasado que superé yo
en solitario o con muy poca ayuda
1
Al decir chico o chica, de momento, no estamos diciendo nada sobre “me gustaría ser”, sino lo que soy tal y como nací,
con un sexo (y no un género) determinado. La diferencia entre sexo y género ya se explicará más adelante.
5. Apuntes para la materia de Educación para la Ciudadanía y los DDHH. Curso 2014/2015
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4 valores o principios que rigen mi
vida
4 temores o problemas que tengo
ahora mismo
4características que me definen
4 situaciones que me molestan
especialmente
4 aspectos que me gustan
especialmente de mi personalidad
1 ilusión que me guía ahora mismo
2 cosas que debería hacer (y no
estoy haciendo) para lograr esa
ilusión
3 aspectos que no me gustan de mi
personalidad y que debo cambiar
pronto o ya mismo.
6. Apuntes para la materia de Educación para la Ciudadanía y los DDHH. Curso 2014/2015
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La identidad personal es el
conjunto de rasgos que
definen a una persona y que
la hacen única e irrepetible.
Al exterior se percibe a
través del comportamiento
de esa persona y que se
observa como un todo
coherente.
Hacia adentro esa identidad
es reconocida por el propio
sujeto en el autoconcepto
que tiene de sí mismo a
partir de su experiencia vital.
La identidad personal
Ya tienes “Documento Nacional de Identidad”, o sea DNI o carné. Pero esa es sólo tu identidad
civil, es decir, de cara a las autoridades y como miembro de una comunidad “política” o
nacionalidad. Ten por seguro que tu “identidad” es mucho más que eso.
Tú te re-conoces en una foto de cuando tenías cinco o seis años, incluso
de antes. Es posible que sea porque siempre te han dicho que eres tú o
acaso porque recuerdes cuando te hicieron esa foto. Te identificas ahí,
pero sabes que eres muy diferente en casi todo hoy. Bueno, alguna
“manía” puede que permanezca contigo. Pero, en general, tú eres otra
persona hoy. Y serás diferente dentro un tiempo.
Te “percibes”, te “reconoces” como alguien que hace cosas, quiere
hacer cosas; que ama o desea personas, cosas, ideas… para lo que llevas
a cabo determinadas conductas y comportamiento. Te imaginas en
situaciones determinadas y lo que harías en ellas: sabes cómo te
comportarías. Es decir, te identificas en una situación. Eso es porque
has aprendido, bien por experiencia, bien porque lo has visto o bien
porque lo has reflexionado.
Nuestra “manera de ser” o de comportarnos es lo que la Psicología llama carácter. El carácter
es algo “aprendido” a lo largo de nuestra vida. Y con algunas etapas como más importantes.
Estás viviendo ahora una bastante decisiva, la adolescencia. Dado que el carácter se aprende es,
pues, modificable. Así que para la mayoría de los comportamientos que justificas con “es que
soy así”, ten por seguro que hay posibilidad de cambio.
En ese “aprender” está el asunto: nos fijamos en personas como “modelos” para nuestra
conducta. De ellas “copiamos” valores, conductas determinadas, y hasta “tics” o “estilos de
vestir”. Otros nos empujan a actuar de una determinada forma: es raro que alguien “gaste” su
tiempo en limpiar su habitación si en casa la familia no nos lo “impone”. Con el tiempo, es fácil
que lo tomes como un hábito y, en ese aspecto, ya ni te plantees por qué hay que hacerlo.
El comportamiento, en definitiva, es lo que nos define. Dicho de otra forma: somos lo que
hacemos y lo que hacemos responde a lo que queremos y a lo que quieren o esperan de
nosotros. En ese equilibrio está nuestra “identidad”.
Ejercicio 2 Cuando estás de malhumor ¿qué haces para que no repercuta en las personas que
están a tu alrededor? ¿Qué te gustaría o te han dicho que deberías hacer?
7. Apuntes para la materia de Educación para la Ciudadanía y los DDHH. Curso 2014/2015
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La autoestima es la
valoración que hacemos de
nosotros mismos a partir de
la idea que nos vamos
formando, tanto con nuestro
análisis como con lo que los
otros perciben de nosotros.
Una autoestima alta nos da
seguridad, aunque si es
demasiado alta podemos ser
sólo unos soberbios
estúpidos.
Una autoestima baja nos
impide sacar nuestro
potencial creativo y es el
camino directo al fracaso.
Por eso es necesario
equilibrar en la valoración
que nos hacemos pero
siendo realistas siempre. Así,
estamos obligados a
mejorarnos continuamente.
¿Cuánto me quiero?
Te conoces y te conoces bien (o eso crees). Pero ¿cómo te valoras? Sí, te
puede parecer una tontería pero ¿te lo has preguntado alguna vez?
¿Cuántas veces dices de ti que “no valgo para nada”? Todos hemos
tenido pensamientos así en algún momento. Y en la adolescencia con
mucha mayor frecuencia. Cuando pensamos eso no nos estamos
“queriendo”, nos despreciamos y somos capaces de hacer cualquier
tontería. Es, entonces, cuando nuestro “autoconcepto” es negativo.
Y es que, saber lo que puede pasar al hacer algo no basta para
impulsarnos o frenarnos: tenemos que “querernos” para saber cuándo nos
podemos dañar o cuánto podemos mejorar al hacer algo. Es más: para
querer a otra persona, hay que quererse uno antes. No hacerlo, querer
más a otro que a uno mismo es ponerse en una situación de dependencia.
Todos y cada uno valemos para algo en la vida, tenlo por seguro.
Tenemos que descubrir qué y en qué medida. Cuando empecemos a
verlo, empezamos realmente a vivir. Hasta entonces lo más que se puede
hacer es “vegetar”.
Al expresarnos ante otros nuestra autoestima actúa entre dos extremos: la
“suficiencia” cuando nos creemos superiores y, de ahí a la agresividad
verbal o física no hay más que un paso; y en el otro extremo, la
“dejadez” o inhibición… y de aquí a la cobardía también hay un paso
nada más. Una autoestima correcta nos permite ser “asertivos”, es decir
expresar lo que sentimos sin faltar a los demás pero dejando claro lo que queremos transmitir.
Es la actuación de una persona equilibrada.
Para saber más: http://revista.consumer.es/web/es/20080701/pdf/interiormente.pdf
Dos ejemplos de conducta
equivocada y que se derivan de
tener una autoestima alterada (o
sea, una valoración baja o
demasiado alta de sí mismo) son los
trastornos de la conducta
alimentaria y las toxicomanías. En
los dos casos se adoptan modelos
de conducta de otras personas que
vemos en positivo aunque sus
conductas son destructivas. Y esos
modelos los comparamos con lo que
creemos que somos y “copiamos” su
conducta.
Cuando nos vemos “gordos” o
“demasiado flacos” es que
consideramos como “modélico” un
determinado tipo –los y las
modelos- que tienen una
constitución física determinada, un
metabolismo particular y, además,
un tipo de vida diferente al
nuestro. Pretender ser igual que
ellos (el “cuerpo danone”) es un
error. Y peligroso. Nos lleva a
alterar nuestra conducta a la hora
de comer y de ahí se derivan
consecuencias gravísimas pues se
daña nuestro cuerpo de forma
irreversible. Y puede desembocar
en la muerte cuando nuestro
cuerpo se habitúa a rechazar la
comida. Algo parecido ocurre con
los “cuerpos de gimnasio” y que
abusan de hormonas y de
ejercicios específicos. En todos los
casos el modelo de “belleza ideal”
es eso, un ideal, no algo real ni
objetivo. Y piensa que a lo largo de
la historia los modelos de belleza
cambian con frecuencia pues son
más moda que otra cosa. Y ¿estás
dispuesta o dispuesto a morir por
la moda? En ese caso, te quieres
poco.
Las toxicomanías o “el consumo de
drogas y/o alcohol” tienen que ver
también con la negación de una
realidad personal determinada y el
intento de superación por esas vías
“evasivas”. Otro error: el problema
no se soluciona con negarlo o
evadirlo. Enfrentarlo y superarlo
racionalmente es lo que nos hace
crecer ante nuestros ojos. Nos
queremos poco si intentamos
dañarnos para superar situaciones
determinadas que, casi siempre,
son sólo “sociales”: nos arrastran o
nos dejamos arrastrar al daño sin
querernos lo suficiente. Es nuestra
debilidad la que está detrás.
Ejercicio 3 ¿Cuál es tu “modelo de belleza”? Señala qué tienes tú de ese modelo; a partir de ahí
haz una redacción en tu cuaderno elogiando esos “méritos”.
8. Apuntes para la materia de Educación para la Ciudadanía y los DDHH. Curso 2014/2015
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Somos seres sociales: el vínculo social.
Nacemos indefensos. El ser humano es extremadamente indefenso cuando nace, mucho más que
el resto de mamíferos. Y necesita un largo período de “cuidados” hasta que es capaz de andar y
aún más hasta que es capaz de hacerse con alimentos.
Quienes nos cuidan también nos preparan para ser autónomos y, luego, independientes. Esa
labor de instrucción para cada uno de nosotros es “aprendizaje”: aprendemos de los otros bien
por imitación de sus conductas (gracias a las “neuronas espejo”), bien por el “estudio” de la
cultura que, como sabes, está codificada en “signos” con “significado”: el lenguaje o lenguajes.
Además, esos “cuidadores” que tenemos cuando aún no nos podemos valer por nosotros,
también nos dan el apoyo emocional y la seguridad que necesitamos para desarrollar nuestra
identidad. Así, pues, somos individuos sociales por naturaleza: necesitamos a los otros.
Siempre y en cualquier circunstancia. Quienes rehúyen a los demás padecen algún tipo de
trastorno de la personalidad. Eso no quita que en algunas ocasiones, queramos y necesitemos
“estar solos”. Pero no es la forma de vida humana habitual.
Sociabilidad y socialización
La sociabilidad es la capacidad y tendencia a vivir en relación de colaboración con los otros.
Pero las relaciones con los otros, al ser siempre por interés individual deben regularse: deben
atenerse a reglas. De éstas, unas pueden ser implícitas (se entiende y se sabe que existen, pero
no están escritas) como las costumbres; y otras son explícitas (están escritas) como las leyes.
Te preguntarás muchas veces por qué hay que cumplir las normas… que han hecho otros. Pues
bien, analiza un poco la situación: donde no hay normas, impera una ley –siempre- la del más
fuerte. Y éste se hace valer mediante la violencia. La violencia es el inicio de la destrucción del
individuo y acaba con la muerte de éste. Así que, por mera supervivencia, la norma debe ser
cumplida. En la mayoría de los casos la norma te parece muy lejos de esa “muerte”, pero la falta
de normas o su incumplimiento sólo dejan lugar al abuso individual del más fuerte. Analízalo y
lo verás en todos los casos.
La socialización es el aprendizaje de la sociabilidad y de las normas y comportamientos
sociales. Y eso se hace a través de la experiencia personal y del conocimiento y estudio de la
cultura en la que se vive. Y de su ejercicio diario, claro está.
Ejercicio 4 Aprendemos a convivir de los demás, con los demás. ¿De quiénes aprendes tú? Haz
una lista ordenada según la importancia para tu aprendizaje y pon ejemplos concretos,
aprendizajes concretos que haya
conseguido de ese alguien.
9. Apuntes para la materia de Educación para la Ciudadanía y los DDHH. Curso 2014/2015
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Algunos ejemplos de
habilidades sociales son
saber escuchar a los
demás, saber reconocer
la valía de los otros;
saber decir que no;
saber negociar;
saber expresar los
sentimientos propios
de forma adecuada y en
los sitios y momentos
apropiados...
Las habilidades sociales
facilitan la relación social en
los dos sentidos: hacia los
otros y de los otros hacia
nosotros mismos: si sabes
escuchar, puedes pedir al
otro que te escuche
también; si valoras y aprecias
lo que hacen otros, podrán
hacer lo mismo contigo… y al
revés: si tú no lo haces, no
puedes pedir que te lo
hagan.
Magazine, suplemento dominical de La Vanguardia.
Publicado el 11/junio/2006
Identidad y grupo
Pero la socialización no se queda sólo en el aprendizaje de las normas y
comportamientos sociales: hay que “interiorizarlo”, o sea hacer y sentir que
esas normas y comportamientos son propios, de uno también.
Una vez aprendidas e interiorizadas, las ponemos en práctica: son las
habilidades sociales que, como cualquier comportamiento aprendido, debe
entrenarse para “afinarlas”.
A partir de ahí, es fácil de entender que todas las personas, somos el
producto o suma de experiencias vividas en nuestras relaciones con los
demás. La forma personal en que “procesamos” esas experiencias nos dan
la identidad que, por eso, se va construyendo poco a poco. Y nunca es
definitiva.
Así que somos lo que queremos ser… en parte. Y lo que quieren que
seamos otros (la familia, los amigos, la pareja…) también en parte.
Hacemos cosas porque nos conviene y también porque sabemos que
agradan o las esperan de nosotros otras personas.
Algunos tipos de relaciones sociales
Si entendemos que las relaciones sociales se sitúan a lo largo de una línea
cuyos extremos llamaríamos “negativo” y “positivo”, podemos llamar
sociabilidad negativa a aquella que tiende a relacionarse con los otros
rechazando o marginándolos, o, también, llevándonos a autoexcluirnos, a
rehuir a los demás.
Por el contrario, la sociabilidad positiva está centrada en la integración y en
la “empatía” y solidaridad con los otros.
Algunas causas de la sociabilidad negativa:
Los prejuicios sociales que son actitudes
aprendidas que simplifican la visión del otro de
forma rotunda y como verdad evidente; dos
ejemplos: el racismo y el sexismo.
La inseguridad percibida, cuando tememos el
peligro en nuestra relación con los demás o
tenemos miedo; un ejemplo es la xenofobia.
La anomia, que es la falta de normas o su
inobservancia permanente.
Algunas causas de la sociabilidad positiva:
La educación integradora y el conocimiento
respetuoso de otras culturas y formas de
comportamiento que valoran al ser humano
La tolerancia y el respeto a la persona al margen
de sus aspectos culturales
Los entornos seguros y con normas claras para
los individuos.
Ejercicio 5 Haz en tu cuaderno una redacción de una página al menos contando cómo la
crisis económica y el paro aumentan la xenofobia. Ten en cuenta lo que se dice aquí más
arriba.
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Las relaciones sociales de producción.
Hay un tipo de relaciones sociales que tienen que ver con la producción de nuestra existencia:
las necesidades físicas que debemos atender para sobrevivir. Este tipo de relaciones son más
impersonales y no están tan teñidas de “emoción”. Son las que llamamos “económicas” y giran
en torno al trabajo, a la producción de bienes y servicios.
El trabajo, desde luego, es un deber… pero también un derecho. Lo primero es evidente: en
la sociedad cada uno debe (o sea es obligado a) realizar tareas en provecho propio y, más o
menos directamente, de los otros, con los que estamos entrelazados inevitablemente. El derecho
al trabajo es una exigencia por la dignidad de la persona que, de esa forma, se hace
independiente para regular y organizar su propia existencia.
Pero el trabajo, la producción, nos pone en relación no sólo con “medios de producción”
(herramientas, técnicas…) sino con otras personas: otros que producen a nuestro lado, otros que
dirigen, otros que distribuyen o disponen de lo que producimos, otros, en fin, que consumen lo
que hemos producido.
Con aquellos que producimos y con los que dirigen nuestras actividades formamos lo que, de
una u otra forma, se llama “empresa”. Y ahí, en ella, no todos somos iguales y no todos
recibimos lo mismo por el tiempo de trabajo que echamos en ella. Las diferencias tienen que ver
con muchos factores: habilidades y conocimientos de cada uno, lugar que ocupamos en la escala
de la empresa… y, sobre todo, si somos “dueños” o “contratados”. Los dueños tienen “derecho
a beneficios” del total de ganancia de lo que se produce; los contratados, se les paga su tiempo
de trabajo y conocimientos/habilidades con lo que se llama “salario”. Así está estructurado en el
mundo en que vivimos.
Pero ¿quién es ese “dueño” y cómo ha llegado a serlo? Llega a serlo por diferentes caminos:
herencia, compra… o porque él mismo “ha fundado la empresa”. Es decir, ha tenido una idea
que le puede dar ganancias… es, lo que se llama, un “emprendedor”. Pero para ponerla en
marcha necesita dinero (capital que puede pedir prestado…) y, sobre todo, otras personas que le
ayuden a poner en práctica esa idea, a producir… a estos, los “contrata” y les paga por ello.
Es por esta razón que se dice que “el emprendedor” crea puestos de trabajo. En realidad esa
creación se debe también a otros factores: que haya salida para los productos de esa idea, que las
normas de la sociedad permitan esa empresa, que haya gente preparada para desarrollar la idea,
que esa idea no haya sido sólo una “ocurrencia”… Desde luego, el emprendedor tiene su mérito,
pero de ahí a que sea sólo él “creador de puestos de trabajo”, hay cierta distancia…
Dentro de la empresa está claro que por su diferente posición en la misma, hay “conflictos de
interés”: si de la ganancia (ventas de la empresa) ha de salir para mantener en funcionamiento la
empresa pagando a proveedores (de materia prima, de energía, de capital…) e impuestos…
también ha de salir para “retribuir” a quienes forman la empresa: el dueño y los trabajadores. Al
primero le quedan los “beneficios”… y a los trabajadores el “salario”. Si aumenta uno, resta al
otro… por lo que la única forma de aumentar los dos es aumentando la ganancia… pero ésta
tiene límites: que otros también producirán y competirán por el mercado… Queda, sin embargo,
otra vía: el “aumento de productividad”, es decir, hacer las cosas (bienes o servicios) con
menos coste que el competidor… y si eso no es posible, el conflicto de intereses lleva al
enfrentamiento: el empresario querrá ganar más “recortando” salarios (despidiendo gente o
pagando menos)… y los trabajadores querrán que se resten beneficios. Para ello, los
trabajadores pueden acudir a “la huelga”, que es un derecho y que perjudica al empresario
impidiéndole producir y cumplir sus compromisos de entrega de pedidos.
El fracaso de la empresa lleva a su “quiebra”, al cierre donde pierden todos: el empresario
pierde el capital que tenga invertido en ella; los proveedores pierden lo que se les debe y no
11. Apuntes para la materia de Educación para la Ciudadanía y los DDHH. Curso 2014/2015
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hayan cobrado aún… y los trabajadores pierden su puesto de trabajo. Para ello, en las
sociedades más desarrolladas se creó hace poco más de 60 años el “seguro de desempleo” o de
paro. Se trata de un derecho que supone cobrar de un fondo al que todos los trabajadores deben
contribuir mientras están en activo con una parte de su salario, y durante un tiempo… mientras
encuentra otro trabajo.
Ese derecho forma parte, con otros, de lo que
llamamos Estado del Bienestar, ahora mismo
bastante criticado por algunas personas y
fuerzas políticas con la idea de que esos
“seguros” han hecho a la gente demasiado
“cómoda” y que “cuestan demasiado”. Sin
embargo, el verdadero problema es que esos
fondos no son suficientes porque durante
estos últimos años hubo una tendencia a
reducir las aportaciones a esos fondos, en
especial de parte de aquellos que más podían
aportar. Esas cotizaciones y los impuestos
han ido reduciéndose y por eso las
dificultades del cobro hoy.
Cuando se termina ese seguro de desempleo
(depende del tiempo cotizado antes, pero hay
un límite siempre) se pasa a una situación de
mayor dependencia: un subsidio mínimo (los
400 euros ahora mismo en España) con lo
que se pretende evitar caer en la indigencia, pero parece más un castigo al parado que una ayuda
de supervivencia, dado que supone señalarle como alguien que no es capaz de trabajar y debe
vivir dependiendo de otros.
Los gobiernos, en general, tienen poco que hacer frente a las “crisis económicas” que suponen
destrucción de empresas y, consecuentemente, puestos de trabajo. Hoy, en nuestra época, es tal
la interrelación entre países y empresas, que la actuación debe ser concertada a nivel
internacional… y ahí el choque de intereses es aún más fuerte. Los ciudadanos, trabajadores o
emprendedores en mayor o menor medida, pero todos, debemos (estamos obligados) a conocer
y entender el funcionamiento de la economía al menos en sus aspectos más básicos… lo que,
inevitablemente, nos hace saber de política… pues la economía, siempre, siempre, es “economía
política”… pues es algo orientado a la comunidad.
Una WEB hecha desde el lado de “los emprendedores”: http://www.emprendedores.es/ Y aquí las de los
dos sindicatos mayoritarios en España: http://www.ccoo.es/csccoo/menu.do http://www.ugt-asturias.org/3w_2/
Lee estas biografías para acercarte un poco a algunos “emprendedores” jóvenes:
http://noticias.lainformacion.com/economia-negocios-y-finanzas/informacion-para-empresas/estos-son-los-20-jovenes-
emprendedores-mas-influyentes-de-espana_uSyV1YQv1sYbeXAAOHzOK7/
Ejercicio 6 ¿Qué producirías en la empresa que te gustaría montar? ¿Cómo lo harías?
12. Apuntes para la materia de Educación para la Ciudadanía y los DDHH. Curso 2014/2015
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Los grupos humanos. (Una introducción)
El individuo -incluso el marginado y el autoexcluido- vive en grupo. En un grupo más grande o
más pequeño; integrado o en paralelo… pero vive en relación al grupo.
Los grupos son de diversa entidad y los componen personas. Esto último es importante: el grupo
es algo que existe y es objetivo; pero lo forman personas individuales y es en su interacción que
forman el grupo. Los grupos “hacen cosas” pero los responsables de hacerlas son las personas.
Hay un tipo de grupos inmediatos y accesibles. Fácilmente reconocibles y en los que nos
integramos de forma inmediata:
La familia
Los amigos (pandilla…)
Los compañeros
La pareja
Y hay otro tipo de grupos menos inmediatos en lo que a integración se hace. Las relaciones
dentro de ellos son menos estrechas y de un cariz menos emocional (en general):
Los vecinos
Una organización o un club
El “pueblo” o “nación”
La “sociedad”
Y algunos puramente circunstanciales: una manifestación, una asamblea…
En el primer tipo de grupos la relación está teñida de “emociones” lo que da a la experiencia un refuerzo
mayor y por lo que estos grupos nos “modelan” la identidad de manera más directa:
En la familia “aprendemos” conductas y valores que luego asumiremos o rechazaremos, pero
que estarán con nosotros. El refrán “De tal palo, tal astilla”, no es tanto por “los genes” como
por lo que enseñan los padres a los hijos.
En el grupo de amistades (lo que los psicólogos y sociólogos llaman “pares” por ser un grupo,
en principio, en igualdad) aprendemos también conductas y valores que impregnan nuestro
comportamiento de forma decisiva en especial durante la adolescencia: tenemos como más
importante la experiencia adquirida en ese grupo que la equivalente en la familia. Por eso, en el
grupo de amistades podemos llegar a poner en práctica comportamientos extremadamente
peligrosos para nosotros: queremos ser iguales (o mejores) que los demás del grupo. Y el reto, a
veces, es en actividades de riesgo.
Los compañeros “no los elegimos” pero convivimos con ellos y las relaciones son de carácter
muy diverso: desde la cooperación hasta la rivalidad destructiva. Ahí aprendemos la convivencia
con el otro al margen de la afectividad, aunque suele aparecer pronto (positiva o negativa).
La pareja es un grupo mínimo, pero el vínculo afectivo nos lleva a unas relaciones muy
peculiares. El “amor” no es dependencia del otro (eso es enamoramiento y es algo pasajero) sino
complementariedad para crecerse uno. Otros sentimientos afloran pronto y modelan fuertemente
nuestro comportamiento.
13. Apuntes para la materia de Educación para la Ciudadanía y los DDHH. Curso 2014/2015
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Artículo 155.
Los hijos deben:
1. Obedecer a sus padres mientras permanezcan bajo su potestad y respetarles siempre.
2. Contribuir equitativamente, según sus posibilidades, al levantamiento de las cargas de la familia mientras
convivan con ella.
La familia2
Es el grupo “natural” para los humanos. Sin embargo, no podemos olvidar que los humanos
somos “animales culturales”, por lo que este grupo es diverso a lo largo y ancho del mundo e
incluso en la sociedad en la que vivimos. Es más: un ejemplo de que es un grupo más cultural
que natural está en que la Ley, el derecho, la regula de formas muy diferentes. En España es el
Código Civil (en esta WEB puedes consultar el índice y los artículos:
http://noticias.juridicas.com/base_datos/Privado/cc.html
Como puedes apreciar en este recorte de periódico, no hay que confundir “matrimonio” con
“familia”. Ni siquiera con el núcleo de esa familia. El matrimonio es un contrato, cuyos fines
son muy variados y a menudo de carácter más económico que “emocional”. Basta pensar en los
“matrimonios arreglados”, o los de “conveniencia”, para descartar la idea de que es un asunto de
“amor” y para “tener hijos legítimos”. Precisamente esto es también un asunto económico.
Lo que caracteriza a la familia es una relación estable de afectividad diversa y con fines
protectores o de apoyo para el individuo. Poco más. Con “papeles” o “sin papeles”. La
existencia de papeles se puede decir que da más derechos ante la ley, pero la falta de “papeles”
no hace menor una relación familiar.
Como grupo estable al que acudimos regularmente a buscar apoyo (emocional, económico, etc.)
tenemos también “obligaciones”. Y también las recoge el derecho. Tenemos que compartir las
cargas o trabajos que tiene el grupo familiar en la medida de nuestras posibilidades. Como hija o
hijo, el artículo 155 del Código Civil dice:
Pero también los padres tienen obligaciones, claro está. Y todos, todos, la obligación del respeto
como personas individuales que somos.
Ejercicio 7 A la vista de lo que acabas de leer ¿qué criterio crees que se puede seguir para
hablar de “familias normales” y familias “que no lo son”?.
2
Este apartado, aunque se mantiene en este texto, ha sido “recortado” en el reciente Real Decreto.
Público 11 de Octubre de 2008
14. Apuntes para la materia de Educación para la Ciudadanía y los DDHH. Curso 2014/2015
14
El comportamiento grupal
es para los sociólogos la
conducta como grupo de un
conjunto de individuos. Está
claro que, por lo regular, uno
a uno, las personas no hacen
según qué cosas, por
ejemplo, destrozar el
mobiliario urbano. Pero en
grupo y por muy variadas
razones, es fácil que los
individuos realicen acciones
hasta delictivas.
La presión de grupo es otro
concepto que psicólogos y
sociólogos utilizan para
explicar conductas
personales que resultan de la
competencia implícita en el
grupo: nadie quiere ser
menos que los otros y tiende
a tener un comportamiento
acorde a lo que se espera de
él. Mejor dicho: a lo que cree
que se espera de él.
El grupo de amistades
La amistad es un vínculo afectivo con una o más personas (en grados diversos de “intimidad”).
A partir de esa vinculación la interacción es muy variada: desde la confidencia más íntima a la
“utilización” de la amistad con fines egoístas y propios. Claro está que llamar amistad a esto es
un poco forzado y estaríamos de acuerdo en que no es amistad.
Pero siempre hay un componente egoísta en la amistad: el apoyo
emocional (queremos que nos escuchen tanto o más que escuchar) y la
confidencia (tenemos que “contarlo” a alguien) nos atan al otro tanto
como lo atamos a nosotros: enseguida nos volvemos celosos si no
tenemos la “exclusiva” o si sospechamos que nuestra confidencia
(debilidad al fin y al cabo) salió de su boca a otro oído. Y es que no
medimos la intensidad del vínculo cuando nos “descubrimos” por lo
que es frecuente que la indiscreción de nuestro amigo o amiga lleve la
relación de amistad a la del odio más violento. Debemos saber
dosificar nuestra “desnudez” emocional y el secretismo que nos
vincula a nuestra amiga o amigo “íntimo”.
Cuando hablamos de los amigos, como grupo más amplio y con
diverso grado de “amistad”, estamos hablando de la pandilla. Es un
grupo que busca crear una identidad para él (a veces hasta con nombre
para la pandilla) y que muestra en el comportamiento grupal:
vestimenta, actividades, lugares de relación… y eso obliga a quien
forma parte a un comportamiento no siempre deseado: es la “presión
de grupo”. Y eso puede acabar formando parte de la identidad del
individuo de forma permanente. Hacerse mayor es adoptar una
identidad propia independiente de la que el grupo impone. La libertad
es, sobre todo, eso.
Y como hemos dicho que la identidad es un conjunto de rasgos que se
manifiestan en el comportamiento, la conducta individual debe
diferenciarse de la del resto del grupo. Sea del tipo que sea el grupo. No es ir contra él, es ser
uno mismo a partir de una sociabilidad aprendida de varias “agencias” de socialización. Y
practicada en las experiencias personales e individuales. Y cuando se realiza “conducta de
grupo”, que sepamos que así lo estamos haciendo, no porque nos veamos “arrastrados” a actuar
así. ¿No queremos ser “libres” y ser “nosotros mismos”?
Ejercicio 8 El botellón es un
ejemplo de comportamiento grupal
y donde la presión de grupo es
clara. Haz una redacción (una
hoja por una cara, al menos) lo
más “realista” posible por la que
alguien (no tienes por qué ser tú,
claro está) empieza a beber a
través de esa presión de grupo. Si
no se te ocurre y quieres contar
una experiencia personal o
conocida por ti, vale también: en la misma extensión, cuenta un caso de “presión de grupo”
por la que alguien de tu edad se ve empujado a hacer lo que solo no haría jamás.
En esta página de Internet tienes una doble “visión” de lo que ocurre y se cree que ocurre cuando una
persona está tan bebida que “no controla”: http://www.byturen.com/ Pasa el puntero por encima del vídeo.
15. Apuntes para la materia de Educación para la Ciudadanía y los DDHH. Curso 2014/2015
15
El espíritu de grupo es una
creencia que se instala en un
grupo de compañeros para
alcanzar una finalidad
determinada y se hace
siempre en competencia con
otros grupos.
Es un tipo de afectividad
particular pero muy efectivo
y que lleva al individuo a
colaborar con el equipo en la
tarea hasta extremos
increíbles.
Lograrlo es cuestión de
identificar los papeles de
cada uno en el grupo y de un
“liderazgo” que motive a
todos y cada uno a cumplir
su papel. Y que sepa mitigar
los conflictos internos
El resultado del grupo es,
siempre, el del individuo que
se queda más abajo, por lo
que todos tiran de todos y
suplen carencias.
El fracaso suele desatar
acusaciones fuertes a partir
de desavenencias previas no
sofocadas.
http://www.juntadeandalucia.es/averroes/~040101
27/Documentos/Programas/t02-06.pdf
Los compañeros
Es frecuente confundir “amistad” con “compañerismo” Y no son lo mismo. También solemos
llamar “amigos” a los que son “conocidos”. Pero eso lo iremos aprendiendo por experiencia
personal.
Los compañeros son aquellas personas que nos rodean en la actividad
laboral que nos toca. A ti, ahora, la de estudiante. O la de la actividad
deportiva que practiques.
Es frecuente que la relación de compañero sea la puerta de entrada a
una relación más estrecha, es decir, con una mayor vinculación
afectiva. Entonces sí, entonces estamos hablando ya de amistad.
Con los compañeros nos unen fines de otro tipo que los que nos unen
a la familia o al grupo de amigos. Los fines son más “materiales” y
“objetivos” acaso y por eso la afectividad no está tan presente.
El grupo-clase es un tipo particular: los objetivos aunque son de
carácter individual (aprobar el curso cada uno) no se pueden cumplir
adecuadamente si el “clima” del aula no lo favorece. Así es cuestión
de todos trabajar en la misma dirección. Y ayudarse mutuamente para
conseguir los resultados deseados. No es sólo cumplir las normas
(que desde luego es lo primero que hay que hacer), es apostar por que
los objetivos particulares sean también comunes.
Crear un espíritu de grupo en el grupo-clase puede ser una de las
medidas, siempre que el grupo-clase no sea muy numeroso y esté
dispuesto a asumir un liderazgo motivador (puede ser el tutor o
tutora, pero es mejor alguien del grupo). Y que las rencillas internas
se solventen antes de ponerse a trabajar en grupo. La competencia
interna puede ser destructiva si no se regula claramente; pero cuando
esa competencia comparte logros y se atiende a una meta común (que
aprueben todos o que saquen buena nota muchos) los resultados de
todos y cada uno mejoran.
El peligro más serio es cuando dentro del grupo
se crean “asociaciones” que rompen la
estructura del grupo. Se crean “parejas” o
“tríadas” que rivalizan entre sí y maniobran en
beneficio propio a costa del grupo.
Hay una técnica de grupo que se conoce como
“sociograma” que permite radiografiar la
estructura del grupo y ver las relaciones
internas.
Ejercicio 9 ¿Qué esperas del “grupo-clase”? ¿Cómo debe ser para que te sientas integrado?
¿Quién sería el responsable de crear un “espíritu de grupo”? ¿Por qué?
16. Apuntes para la materia de Educación para la Ciudadanía y los DDHH. Curso 2014/2015
16
La pareja3
Es un tipo de grupo mínimo, pero de una importancia
fundamental para la mayoría de las personas: en él la
intimidad suele ser extrema al compartir sentimientos muy
personales.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que a la pareja
se llega por necesidad afectiva: necesidad de “querer” y
“ser querido (o) querida”. Eso supone establecer una
relación de equilibrio pues en la misma medida necesitamos
una y otra cosa. Aunque es frecuente el desequilibrio
porque las personas podemos ser más desprendidas o, por el contrario, más egoístas. Lo que hay
que procurar siempre es no caer en una relación de “dominación” en la que una parte de la
pareja “abusa” y “explota” a la otra. Es un tipo de relación enfermiza y peligrosa.
A la pareja tradicionalmente la sociedad le asigna funciones sociales determinadas. Pero debes
saber que es una atribución que hace la sociedad: no hay nada en nuestros genes (o sea no es
algo dispuesto por la naturaleza) que obligue a cumplir esas funciones de manera irrevocable.
Es el caso de la sexualidad y, más concretamente, de la sexualidad reproductiva. Es frecuente
asociar pareja y sexualidad. Pero debes tener en cuenta que
La sexualidad no es siempre -ni tiene porqué ser- “reproductiva”. Eso sí, de momento, la
sexualidad reproductiva exige la intervención directa o mediada de hombre y mujer. Por
directa nos referimos al acto sexual pleno y por mediada a la intervención de medios
técnicos como la fecundación in vitro, donación de óvulos/semen, vientres de alquiler…
Las personas pueden decidir no tener descendencia (en la religión católica, los sacerdotes)
y, sin embargo, la sexualidad sigue siendo una necesidad fisiológica.
La sexualidad no reproductiva es la búsqueda de placer sexual y puede ser individual, en
pareja o colectiva.
La sexualidad no reproductiva “heterosexual” es la más frecuente, pero ni es la única que
existe, ni hay nada “escrito en la Naturaleza” que diga que es la “normal”. Estas
cuestiones son culturales y si bien es cierto que en nuestra cultura (occidental, de raíz
romano-judeocristiana) se tiene por “normal” la relación de pareja heterosexual, lo
normal es una cuestión estadística, pero ninguna verdad definitiva. El “pecado” o la
“perversión” es también una cuestión cultural, por tanto sometida a valoraciones
diferentes en otras culturas. En última instancia, la “perversión” es el daño a la persona y
a su dignidad, como por ejemplo la violación. Eso es válido para todas las culturas.
También se suele asociar a la pareja la función de formar una familia a través del matrimonio.
Y tampoco la cuestión aquí es tan directa y sencilla. Una familia es un grupo social donde la
relación se establece sobre parámetros distintos o, al menos, no coincidentes. El matrimonio es
un contrato civil entre dos personas (o más en algunas culturas). En una familia los progenitores
no tienen porqué estar necesariamente “enamorados” ni sujetos a una sexualidad exclusiva entre
ellos. Puede que se tenga por normal (las estadísticas no lo aseguran en casi ningún país) pero es
algo cultural. Y el matrimonio no es siempre ni siquiera la puerta de entrada a la familia:
matrimonios de conveniencia que sólo favorecen a la familia originaria de los contrayentes…
A lo largo de la historia se ha intentado siempre encauzar la sexualidad de los individuos. Y la
sexualidad reproductiva tuvo para el grupo siempre una vital importancia: eran miembros para
defender al grupo, para producir y para consumir, por eso había que tener hijos. Se inventó el
matrimonio y se sometió a la mujer para controlar su sexualidad: que los hijos que tuviese
fuesen del “cabeza de familia” y no de otro. Así se inventó la figura del “adulterio”, del
“repudio”, del “divorcio”… y al varón se le permitió tener más de una mujer… pero también se
le condenaba si su sexualidad se manifestaba hacia personas de su mismo sexo: la
3
Este apartado también ha sufrido modificaciones en el último Real Decreto de Agosto 2012.
Forges, en El País 15-06-2007
17. Apuntes para la materia de Educación para la Ciudadanía y los DDHH. Curso 2014/2015
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homosexualidad del varón fue siempre castigada por las religiones, pero no siempre por la
propia cultura: en la Grecia antigua no era algo esencialmente negativo.
Con la pubertad aparecen los caracteres sexuales y, según muchos especialistas, la tendencia
sexual también, en la medida que hormonas y experiencia vital van de la mano. Esa pubertad
coincide con la etapa psicológica que conocemos como “adolescencia”. Por eso se dan una
serie de condiciones para vivir una sexualidad sana acorde con “la edad”.
Coinciden en un cóctel difícil de digerir:
Deseo sexual debido a la presión de las hormonas. Nuestra evolución natural no va
acorde a la evolución social. Como mamíferos de dos patas la evolución nos preparó para
desarrollar la capacidad reproductiva a una determinada edad en beneficio del grupo:
reproducirse joven para tener más oportunidades de nuevos hijos antes de que la vejez
nos elimine. Piensa que hasta fechas recientes, los cuarenta los pasaba poca gente. Las
hormonas son los factores que mediante la química guían nuestra conducta animal.
Afirmación de la personalidad siguiendo modelos externos. El adolescente no nace, se
hace y ello en un medio cultural y guiado. Normalmente, ese individuo adolescente
aprende el comportamiento de “adulto” observando a los demás y de ellos toma en
función de la querencia que tenga por ellos. Así, es fácil que rechace parecerse a los
padres (si aborrece a éstos) o, al contrario, quiera ser como ellos. O como su héroe o
heroína preferidos…
Necesidad de aprender experimentando. Sin la experiencia personal, no se asientan
aprendizajes. Y el de la vida es el más importante. Eso sí, la necesidad de aprender debe
ir acompañada del conocimiento de uno mismo y sus límites, entre ellos el de no hacerse
daño.
Inserción en un grupo de iguales y presión de éste para realizar determinadas conductas.
Esto en la adolescencia es fundamental. ¿Cuántas cosas hacemos no porque queramos
sino porque quiere el grupo o creemos que quiere el grupo para ser iguales?
…
Y en medio de todo eso, la necesidad de querer y ser queridos. No es fácil. No fue fácil para
nadie nunca. Pero eso no es excusa para que uno meta la pata continuamente, se haga daño o lo
haga a los demás. Cuando en la persona que queremos como pareja sólo vemos un objeto sexual
o alguien para dominar, es que tenemos un problema encima muy serio: estadísticamente
podremos parecer una persona normal… pero lo que somos es una persona peligrosa.
Y lo mismo al revés: si nuestra pareja sólo espera de nosotros sumisión, obediencia o no respeta
nuestra libertad, es mejor dejar la relación antes de que acabe en un drama. Las cosas claras
desde muy pronto. Y vigilantes: recuerda que son muchas las víctimas de violencia doméstica
(más propiamente que “de género”) en las parejas. A esa situación extrema no se llega de
improviso: escenas de celos, violencia verbal, restricciones a la libertad personal… Y a veces
comienza por hacer de la pareja sólo un objeto de disfrute sexual.
Uno de los fenómenos más actuales y con un gran impacto en la prensa, la vida política… y la
vida personal de miles de chicas y chicos como tú es el embarazo adolescente.
Tradicionalmente se decía que era debido a “la falta de información”. Resulta difícil de creer ese
extremo hoy en día: en clase, en los medios de comunicación… hasta en la propia familia. Se
sabe y bastante sobre los riesgos de una relación sexual “sin protección”. Riesgos de embarazo
no deseado y de enfermedades de transmisión sexual. Tanto uno como otro riesgo destrozan
vidas. Y el embarazo no deseado tanto si es interrumpido como si no, es trauma para quien lo
tiene que afrontar. Además, el llevado a término supone una víctima inocente de algo que
empezó acaso con una insensatez.
Ejercicio 10 Haz en tu cuaderno una redacción de al menos una página en la que debes
relatar todos los pasos que tomarías desde el momento en que sabes que vas a ser padre o
madre sin habértelo propuesto y como resultado de una relación sin tomar precauciones.
18. Apuntes para la materia de Educación para la Ciudadanía y los DDHH. Curso 2014/2015
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19. Apuntes para la materia de Educación para la Ciudadanía y los DDHH. Curso 2014/2015
19
Vecinos y otras personas de nuestro entorno.
Con los vecinos no estamos propiamente ante un “grupo”, pero sí es un conjunto de gentes que
están alrededor nuestro, interaccionamos con ellos y algún grado relación con ellos tenemos.
Siquiera sea porque coincidimos en la calle a menudo y nos resultan “conocidos”. Además,
aquellos que viven en el mismo edificio que nosotros, tienen una cercanía grande como para
compartir algunas vivencias y hasta “secretos”.
La cercanía con frecuencia significa también “roce” y “choque de intereses”. Pocos no tendrán
la experiencia de haber “molestado” o “sido molestados” al/por los vecinos. Música alta, ruidos
a horas intempestivas, pequeños “sabotajes”… hacen la vida incómoda y a veces llevan a
desenlaces violentos. La convivencia se deteriora y cada vez es más difícil mantener el respeto
en cuanto personas.
Y, sin embargo, son esas personas que están tan cerca de nosotros quienes pueden echarnos una
mano en momentos difíciles en ausencia de otras que sí son de nuestro círculo afectivo. Apoyo
y ayuda ante una tragedia, un favor inaplazable… debieran hacernos pensar que más allá del
respeto debido a cualquier persona, la cercanía es posibilidad de una relación beneficiosa para
todos. Claro que eso lleva sus contrapartidas: también debemos ser “vecinos” de esas personas,
es decir, corresponderles.
Cuando hablamos de vecinos en un sentido más amplio, incluso más allá del barrio estamos
hablando de personas con las que nos unen lazos importantes pero “muy flojos”: la lengua y las
costumbres; acaso un “sentido de pertenencia” a un mismo territorio o algunas vivencias del
pasado que compartieron nuestros antepasados… Eso es lo que hay cuando decimos “es paisano
mío” o “es asturiano como yo” (o ecuatoriano, o boliviano, o…). Este tipo de grupo tan abierto
sólo lo “sentimos necesario” cuando estamos en un medio que nos es extraño: en tierra
extranjera o desconocida. También puede ser ante algún peligro o amenaza de “otros” con los
que no nos sentimos unidos…
Este tipo de “pertenencias” tiene un término político preciso: nación. Aunque preciso, el
término está contaminado por significados no siempre coincidentes. Es el caso de “ciudadano
de…”, cuando se dice “de nacionalidad tal y cual”. No es lo mismo pues la ciudadanía es un
derecho que se tiene y se ejerce desde el Estado. Y la nación no tiene porqué coincidir con el
Estado. Es más, las “naciones” que se han hecho Estados lo han sido siempre “contra otros”
sean naciones o Estados. Siempre. Y a esos otros se ha procurado siempre verlos como
enemigos: los himnos “nacionales” están llenos de frases enemistosas contra esos otros
“enemigos”. Ciertamente, la historia está cargada de muertos “por la patria”, o sea por la
nación. Casi tantos en número como por “el rey”. Eso sí: algunos deben ser más patriotas que
otros porque siempre salen ganando mientras mueren y matan los engañados.
Una consecuencia de la existencia de “pueblos” o “naciones” es que existen “extranjeros”, o
sea los que no son “nacionales”. Y a los extranjeros suele vérseles como personas de segunda
categoría y que no tienen “todos los derechos” que el resto de los ciudadanos o vecinos. Como
si el ser de un sitio fuese más importante que ser persona. Así, se ha impuesto una expresión
indecente que tal vez mencionó por primera vez un analfabeto pues desconocía el significado de
la palabra. Es ésta, “ilegal” para referirse a los extranjeros que no tienen carta de residencia (los
“papeles”). Y se olvida que no hay (ni puede haber) personas ilegales, porque ilegales sólo
pueden serlo las acciones. La persona puede estar ilegalmente en un sitio, pero no es ilegal. En
español, ser y estar no es lo mismo.
Ejercicio 11 ¿Sabes que hay una asociación de vecinos en La Calzada? Investiga dónde
tiene su sede y qué actividades desarrolla. Entérate, también, de cómo está organizada.
20. Apuntes para la materia de Educación para la Ciudadanía y los DDHH. Curso 2014/2015
20
La convivencia en el centro educativo.
Hemos hablado más atrás del centro educativo como “agencia de socialización”. Una más,
claro está. Y es que al Instituto vienes a recibir “conocimientos académicos”, pero también a
“educarte” en normas sociales experimentando situaciones reales de interacción con mayores y
con personas de tu edad, los compañeros. Con unos y con otros, “convives”
Convivir es harto difícil y nadie nace aprendido. Vemos cómo lo hacen otros, ensayamos a
hacerlo nosotros… nos “reprenden” si no lo hacemos bien y de esa forma vamos aprendiendo.
El conflicto es una situación normal y natural en la vida y en la sociedad. Aparece porque
chocan intereses nuestros y de los otros: unos queremos una cosa y otros otra… y la reacción
nos lleva a plantear un conflicto en términos de “o tú o yo”. ¡Como si la “razón” estuviese
siempre tan fácil de encontrar!
Sí, hay normas, y se supone que todos las conocemos y debemos cumplirlas. Esas normas no
evitan el conflicto siempre: situaciones nuevas no contempladas en la norma, por ejemplo. O
que la norma no “es justa” porque es caprichosa, sin sentido o beneficia sólo a unos y perjudica
a otros.
El conflicto está ahí y hay que enfrentarlo. Pero caben varias posibilidades:
Negarlo y seguir “aguantando”;
reconocerlo pero no hacer nada, sólo lamentarse, sufrirlo y, si acaso, hacérselo pagar
con nuestro malhumor a otras personas cercanas a nosotros;
enfrentarlo para superar el “problema”. Pero aquí caben, al menos, dos formas:
o “hablándolo” (con la parte contraria o con otros que puedan “resolvernos” la
situación),
o o “a las bravas”, con violencia.
Está claro que algunas formas de “solución” propuestas ahí, no son solución efectiva. Bien
porque disimulan el problema, bien porque le permiten ir a más, crecer y perjudicarnos más.
En principio, nos tienta el recurso “a la fuerza”… porque
somos animales aún. Como sabrás, entre los animales
(mamíferos y los que no son mamíferos) la fuerza es la
forma de resolver los conflictos, así queda uno vencedor y
el otro, vencido, sometido al vencedor; o muerto. Sí, algo
animales sí que somos cuando tendemos a resolverlo así:
intimidando, pegando, humillando… al otro. Pero que no
nos llamen nada porque… entonces seremos más animales
aún: hasta carnívoros.
Si fuésemos “personas racionales”, o sea humanos, entonces “hablaríamos” y razonaríamos
hasta llegar a la solución del conflicto. Y un conflicto resuelto por esa vía es un aprendizaje para
situaciones parecidas y cómo evitarlas o resolverlas sin hacer el animal. Es cierto que no
siempre “se puede hablar con el contrario”, bien porque no entre en razón y amenace con la
fuerza o, incluso, que la utilice. Y ser una víctima no es agradable para nadie. En esos casos
debemos actuar para que la norma se cumpla “denunciando” el caso ante la autoridad
correspondiente: en el centro escolar es el profesorado, tutores o Jefatura de Estudios. Y esa
denuncia no es “hacer de chivato”: es un acto cívico y, si tú eres la víctima, es un acto de
búsqueda de justicia, legítimo y necesario. Aunque te amenacen con más daño, eso también
debe ser conocido por la autoridad y habrá que buscar protección y seguridad. Pero debe
denunciarse. Y ser veraz en la denuncia: si tú has iniciado el conflicto, también debes decirlo y
no ocultarlo, claro está.
Pero hay muchos conflictos, la mayoría, que son producto de “malentendidos” y que merece la
pena hablarlos para dar solución a lo que es un problema que “engorda” y estalla más adelante.
En los últimos años se está introduciendo en los centros educativos (el nuestro lo tiene ya) un
modelo de “resolución de conflictos” que se llama mediación.
21. Apuntes para la materia de Educación para la Ciudadanía y los DDHH. Curso 2014/2015
21
La mediación es una forma de resolver conflictos acordando las partes la solución, después de
que una tercera persona imparcial intervenga para “acercar” a las partes enfrentadas y, tras
exponerse su visión particular del conflicto que las aleja, lleguen a un acuerdo consensuado
entre ambas partes.
Las partes acuden voluntariamente a la mediación y se comprometen a aceptar el resultado
que acuerden al final. Porque son ellas las que van a llegar al acuerdo. La persona mediadora
no juzga, se parece a un árbitro pero no puede “sancionar” a nadie, por lo que tampoco es
árbitro. Sólo regula el diálogo entre las partes, que se escuchen, se respeten y expongan con
tranquilidad su visión del problema. Esa persona mediadora, ayuda a despejar la desconfianza y
a “encarrilar” la discusión evitando “encerrarse” en una postura o repetir continuamente el
victimismo de una o de ambas partes. Se trata de ir superando la visión particular del asunto
para que se entienda la postura de la parte contraria aunque no haya porqué asumirla. Al final,
las partes se comprometen, renuncian a algo y llegan a un acuerdo en el que disponen medidas
de control del acuerdo o compromiso y, en principio, beneficia a ambas partes.
La mediación no sustituye a la Ley sin más: hay casos que no son de
mediación porque hay un daño que es “de juzgado” y debe ser el
Derecho Penal el que se aplique. Pero hay infinidad de casos que sí
pueden plantearse en mediación. Sobre todo porque la Justicia exige
un procedimiento lento, largo y costoso. En España donde primero se
implantó es en los procedimientos relativos al “consumo”: los
conflictos que enfrentan a fabricantes, vendedores y consumidores.
Pero ya está presente en asuntos de familia (mediación sociofamiliar:
conflictos entre cónyuges, entre padre e hijos…) y en los colegios. Y
aunque la mediación no sustituye a la Ley, ésta sí acepta el acuerdo,
incluso si hay una demanda ya en el juzgado: basta retirar ésta
(siempre que no haya lesiones, claro está). En Asturias, desde abril de
20074
hay una Ley de Mediación familiar.
Así, la mediación, enseña a ver el conflicto como una oportunidad de
cambio que, gestionado adecuadamente, nos hace personas más
completas y con una visión de la realidad mucho más rica.
Especialmente porque veremos que nosotros no tenemos siempre
“razón”; al menos, no toda la razón. No dudes en acudir a la mediación si lo necesitas.
Ya ves que la mediación no sustituye la norma: ésta debe existir siempre.
Por otra parte, cuando uno ha participado en la creación de la norma, en su
elaboración y aprobación, es más fácil que uno la acepte: de hecho, en
democracia, ese es el principio originario de la idea. Así que la
participación es algo que ayuda a rebajar la conflictividad en el centro
educativo. ¿Cuánto participas tú en el centro? ¿Te presentas voluntario para
colaborar en las actividades del centro? ¿Intentas enterarte de las cosas
preguntando a tus representantes o estando en las reuniones donde se
decide? ¿Eres representante o intentas representar al grupo estando luego
activamente en las reuniones como Junta de Delegados, Consejo
Escolar…? Pues si no participas, estás dejando que otro lo haga y, sobre
todo ¡¡¡No podrás protestar por el incumplimiento de la norma!!!
Ejercicio 12 Vas a trabajar en pequeño grupo un supuesto de mediación escolar que te va a
proponer el profesor. Deberás interpretar el papel que te corresponda.
4
http://www.editorialreus.es/descargas/ley-mediacion-asturias.pdf Es el BOPA, del 9 de abril de 2007, donde está publicada la Ley
del Principado de Asturias 3/2007, de 23 de marzo, de Mediación Familiar. Para ver noticias de mediación y actualidad sobre la
misma, consulta estas direcciones: http://www.todomediacion.com/ http://www.monografias.com/trabajos6/medi/medi.shtml Y,
sobre la mediación en los centros escolares: http://web.educastur.princast.es/proyectos/mediacion/mediacion.htm
http://www.todomediacion.com/?q=node/101
22. Apuntes para la materia de Educación para la Ciudadanía y los DDHH. Curso 2014/2015
22
Comportamiento cívico.
Convivir ya sabes que exige “tolerancia” y comprensión hacia los comportamientos peculiares
de las personas. Eso sí, hay comportamientos que deben ser censurados. El límite siempre estará
en el “respeto”. El respeto que como personas nos debemos todos.
¿Qué es el comportamiento cívico? ¿Hay un
modelo de comportamiento “cívico”? Sí. Lo
hay. Porque hay normas de
comportamiento. Somos seres sociales y es
la sociedad la que nos “socializa”, nos hace
individuos para vivir en sociedad. Y lo hace a
través de normas que limitan algunos
comportamientos que perjudican al grupo. Se
llama Moral al conjunto de normas
ampliamente aceptadas (escritas o no) por un
colectivo amplio, por una sociedad. El
próximo curso en una asignatura específica
estudiarás a fondo esto. Pero ahora nos basta
con entenderlo como “normas sociales” que
pueden plasmarse en “ley positiva” o no, simplemente “ser sobreentendido”. Comportarse de
acuerdo a esas normas es aceptable para la sociedad. No hacerlo supone “sanción”, castigo… si
te pillan. Aunque, ¿te parece bien “jugar” a ver si te pillan haciéndote el/la “valiente”?
Pero no hace falta ir tan allá pues ya sabemos
que las normas deben cumplirse. Podemos
identificar más llanamente ese
comportamiento cívico con “las buenas
maneras”. Sí; ahí entra también el “respeto a
los demás como personas”. Y no hace falta
comportarse de “manera cursi” con el “pase
usted, por favor… No, pase usted… De
ninguna manera…” No, no es eso. Pero las
buenas maneras son “no dar voces cuando a
otras personas nuestra llamada no les afecta”;
o saber sentarse “educadamente”… o no
destrozar los bienes públicos haciendo el
gamberro…
Ejercicio 13 En la imagen de al lado hay
un fragmento de la ordenanza municipal
del Ayuntamiento de Irún (Guipúzcoa)
donde se habla de “comportamientos
incívicos” que también se dan en Gijón. ¿Te
atreves a poner en tu cuaderno, en columna,
uno a uno y, al lado, la última vez que has
visto ese comportamiento o su resultado? No
es necesario que señales si lo hiciste tú o
quién lo hizo: basta con que lo hayas visto.
Día y hora en que lo has visto.
Forges, en El País del 6 de Junio de 2006
23. Apuntes para la materia de Educación para la Ciudadanía y los DDHH. Curso 2014/2015
23
Comportamiento cívico: La educación vial5
.
Tal vez te hagas la pregunta de qué tiene
que ver el “comportamiento cívico” o el
civismo con la “educación vial”. Sí, es
una buena pregunta.
Si en la página anterior, abreviando,
decíamos que el comportamiento cívico
podría resumirse en “saber estar” cuando
compartimos espacio con otras personas
(a las que debemos respeto: ese es el
asunto) o estamos en un espacio que ellos
pueden utilizar y tienen tanto derecho
como nosotros a él… ¿no es la calle un
lugar para peatones y conductores?
Entonces, si lo vemos por ahí, nos
daremos cuenta de que tiene que haber
unas “normas” y que su cumplimiento
beneficia a todos, a peatones y a
conductores.
Las normas de tráfico tienen varias funciones pero destacaríamos dos:
1. facilitar la circulación y desplazamiento de personas, vehículos y animales;
2. y que este desplazamiento se realice con “seguridad”, sin daño para personas, animales
y bienes.
Y si esas son las funciones, los principios que las inspiran son:
El principio de la confianza, por el que cuando compartimos ese espacio que es la vía pública,
“confiamos” que los demás cumplen también las normas…
Aunque hay que tener en cuenta también el principio de la seguridad o la defensa, por el que
también debemos estar alertas por si (MUY IMPORTANTE) alguien no cumple el principio
anterior
El principio de responsabilidad, por el que cada individuo es responsable para cumplir la norma
(y de no ser así, será sancionado)
Y, sobre todo, el principio de conducción dirigida: el que conduce la máquina debe controlarla
siempre
Y, finalmente, el principio de señalización, que obliga a advertir de cualquier interferencia en el
principio más general de circular por la derecha los vehículos y caminar por la izquierda en
carretera los peatones… y cruzar por el paso de cebra el peatón que cruza. Este principio obliga
a la Administración, pero también a los individuos: señalizar una avería, “señalizarse” uno
mismo con el chaleco reflectante, con luces en la bicicleta…
Cuando no seguimos esos principios escrupulosamente, multiplicamos las probabilidades de
accidente: la confianza nos da seguridad para actuar convenientemente, pero el principio de
“defensa” la aumenta: puedo dar una curva cerrada porque confío que en la calzada no hay nada
más que carril despejado…aunque resulta que hay alguien cruzando indebidamente… Pero si
yo, he disminuido la velocidad como para poder frenar… es posible que evite el accidente.
Ejercicio 14 Esta actividad consta de un cuadernillo que te proporcionará el profesor
en clase.
5
La Dirección General de Tráfico en su portal-WEB (http://www.dgt.es/educacionvial/DGT_Home_Buscar_.html) tiene numerosos
accesos informativos para completar lo que aquí se te ofrece sólo como introducción. He utilizado algunos de sus manuales para
realizar esta brevísima síntesis que te ofrezco aquí. La revista Tráfico (en versión digital accedes por esta dirección:
http://www.dgt.es/revista/num196/index.html) que lleva por subtítulo Seguridad Vial, también te ofrece información muy actual
sobre múltiples aspectos relacionados con la seguridad vial. Tiene “infografías” explicativas de casi todos los asuntos relacionados
con la conducción y la seguridad.
24. Apuntes para la materia de Educación para la Ciudadanía y los DDHH. Curso 2014/2015
24
Vocabulario de esta unidad:
o Emoción, afecto, sociedad, vecino, ciudadano, convivir, discriminación, sexismo,
prejuicio, solidaridad, familia, identidad personal, autoestima, autoconcepto,
personalidad, norma, ley, falta, delito, sanción administrativa, mediación,
conflicto, civismo, presión de grupo, espíritu de grupo, comportamiento grupal,
habilidades sociales.
COMPETENCIAS BÁSICAS / CRITERIOS DE EVALUACIÓN
En la siguiente tabla se indican, en cada competencia básica que se trabaja en esta unidad, las subcompetencias desarrolladas en cada una de
ellas y los criterios de evaluación específicos.
COMPETENCIAS / DESCRIPTORES CRITERIOS DE EVALUACIÓN
Social y ciudadana
Comprender de forma crítica la realidad más cercana y ser capaz de
elaborar un proyecto de vida realista y positivo.
Ser consciente de los conflictos que se originan en la convivencia y
desarrollar habilidades para resolverlos de manera dialogada y
negociada.
Mostrar una actitud positiva y constructiva en las relaciones
interpersonales, cultivar sentimientos y emociones como el amor, la
alegría, la compasión, la ternura, la esperanza y la solidaridad evitando
el recurso de la violencia.
Evaluar determinados valores sociales y morales de forma crítica y
construir una escala de valores propia que permita comportarse de
manera coherente al afrontar una decisión o un conflicto.
Desarrollar habilidades para participar, tomar decisiones, elegir cómo
comportarse y responsabilizarse de las elecciones.
Comprender el funcionamiento básico de la economía y el papel de
individuos y grupos en la misma.
Elegir la forma adecuada de comportarse en diferentes situaciones,
responsabilizarse de las decisiones adoptadas y de sus consecuencias.
Reconocer los diferentes modelos de agrupamiento familiar e identificar
los más frecuentes de nuestra sociedad.
Asumir la igualdad de sexos en la vida diaria y en cualquier situación.
Responsabilizarse de algunas de las tareas domésticas.
Practicar el diálogo para superar los conflictos en las relaciones
escolares, entre iguales y en la familia.
Adoptar una actitud de atención y cuidado hacia las personas mayores y
dependientes de nuestro entorno cercano.
Comunicación lingüística
Expresar oralmente pensamientos, emociones, vivencias, opiniones...
Componer textos sobre la vida cotidiana adecuados a la situación
comunicativa. Escribir textos que expresen ideas, sentimientos y
experiencias.
Comprender textos procedentes de los medios de comunicación y de
otras fuentes.
Escuchar, exponer y dialogar.
Utilizar diferentes fuentes de información.
Distinguir posiciones diferentes y posiciones divergentes en las fuentes
de información.
Considerar las distintas posiciones y alternativas existentes en los
debates que se planteen en la unidad.
Matemática
Utilizar y relacionar los números para interpretar distintos tipos de
información y datos estadísticos.
Estimar y calcular.
Leer, interpretar y realizar gráficos.
Conocimiento e interacción con el mundo físico
Tomar conciencia de la influencia que las personas introducen en el
medio en el que viven y fomentar el respeto, la conservación y la
mejora de la naturaleza.
Elegir la forma adecuada de comportarse en diferentes situaciones,
responsabilizarse de las decisiones adoptadas y de sus consecuencias.
Tratamiento de la información y competencia digital
Buscar, obtener, procesar y comunicar información para transformarla
en conocimiento.
Utilizar diferentes fuentes de información.
Distinguir posiciones diferentes y posiciones divergentes en las fuentes
de información.
Considerar las distintas posiciones y alternativas existentes en los
debates que se planteen en la unidad.
Aprender a aprender
Tomar conciencia de las propias capacidades (intelectuales,
emocionales, físicas), del proceso y de las estrategias necesarias para
desarrollarlas, así como de lo que se puede hacer por uno mismo y de
lo que se puede hacer con ayuda de otras personas o recursos.
Marcarse objetivos realistas.
Evaluar su marcha y reorientar tras el análisis.
Autonomía e iniciativa personal
Reforzar la autonomía, la autoestima y la identidad personal.
Realizar proyectos de manera individual y colectiva.
Distinguir las características que definen la adolescencia como etapa
evolutiva y comprender los conceptos de identidad personal,
autoconcepto y autoestima.
Perfilar un proyecto personal de vida para un futuro cercano.
Asumir la igualdad de sexos en la vida diaria y en cualquier situación.
Responsabilizarse de algunas de las tareas domésticas.
Participar en la vida del centro educativo y del entorno,
individualmente y en grupo.
25. Apuntes para la materia de Educación para la Ciudadanía y los DDHH. Curso 2014/2015
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¿Qué se pretende con esta lección?
Como persona debes conocer los derechos que como tal tienes. También debes conocer cómo se
llegó a ello y quiénes lucharon para que se reconociesen esos derechos por todos y para todas
las personas. Tienes que saber que los derechos llevan con ellos obligaciones y también debes
conocerlas.
En un mundo tan complejo y difícil como el que nos toca vivir, los DDHH son casi la única
posibilidad de darle un orden justo y humano al mismo. Habrás oído muchas veces “violaciones
de los derechos humanos” y has visto que eso es reprobable y a menudo es asunto de la Justicia:
los DDHH son, hoy por hoy, un criterio para medir comportamientos individuales y colectivos.
Por eso debes conocerlos. Y conocer las causas de las violaciones y cómo proceder ante ellas:
reconocer las situaciones y actuar. Estás obligado, en cuanto ser humano que vive hoy, a
proceder de acuerdo con los DDHH… pues de lo contrario, el mundo será invivible.
Pero además de conocer los DDHH, hay que reflexionar sobre ellos: como cualquier creación
humana deben ser “discutidos”, “analizados”, “argumentados”… No basta llegar a ellos
“estudiándolos para el examen”: a ellos hay que llegar también desde una posición crítica pues
la libertad nos exige usar el conocimiento para mejorar el mundo.
¿Qué vamos a dar?
Los derechos humanos.
1. Historia de la idea y de las realizaciones.
2. La declaración de 1948 y declaraciones complementarias.
3. De la declaración al derecho positivo: la adhesión de los países. España y los
DDHH.
4. Instancias internacionales que velan por los DDHH
5. Organizaciones No Gubernamentales que vigilan el cumplimiento de los
DDHH
Grupos especialmente vulnerables:
- Las mujeres
- Los niños.
Otros grupos vulnerables: enfermos, refugiados, indígenas...
Formas de violación de los derechos humanos: violencia, desigualdad, miseria e
ignorancia, represión y censura, etcétera
Y para ello tendrás que leer (y bastante) pero también “hacer”: resúmenes, ejercicios de
reflexión y redactados… y trabajos; uno de esos trabajos tendrá un formato más o menos
artístico pues deberá exponerse con el de los demás compañeros en la festividad de la
Declaración Universal de los DDHH, el 10 de diciembre.
Se te darán instrucciones y medios para realizar ese trabajo, pero se procurará que los puedas
hacer sin coste y con medios que “controles” perfectamente.
Al final de la unidad espero que tu posición ante los DDHH haya cambiado (para mejor), sobre
todo en el entorno más inmediato: tus compañeros, tus amistades, tu familia…, tú mismo.
UNIDAD Nº 2
LOS DERECHOS HUMANOS
26. Apuntes para la materia de Educación para la Ciudadanía y los DDHH. Curso 2014/2015
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¿Qué son los Derechos Humanos?
A menudo tienes en la boca “tengo derecho a…” ante cualquier imposición, negativa,
prohibición… que te hace alguien que pueda tener algún poder sobre ti; vamos: que le tengas
que obedecer.
“TENGO DERECHO” ¿Te has preguntado alguna vez de dónde viene ese “derecho”? Tal vez
pienses que “de la Ley”: las leyes dan derechos… pero también (y lo sabes muy bien) imponen
límites: prohibiciones. Es más, lo que no se podía hacer en un tiempo o en un lugar… en otro
sitio o en otro tiempo, sí se hace. O sea que el “Derecho” cambia con el tiempo y no es algo que
se pueda invocar tan tajantemente: tengo derecho… puede ser una suposición, un deseo pero no
una realidad. Así que tenemos que ir más allá.
En el principio de todo esto sólo había la “ley del más fuerte”. Claro, eso ponía a los humanos
en situación de violencia continua. Es más: siempre hay alguien más fuerte o más espabilado
que uno mismo y hasta el más duro encuentra otro que le vence. Tanta inseguridad lleva a
“pactar” unos comportamientos sociales que reduzcan la violencia: hasta los animales lo hacen
“ritualizando” los estallidos de violencia.
Ese pacto es el origen de la norma: la Ley. Al conjunto de leyes de una sociedad lo llamamos
“Derecho”. Casi al mismo tiempo se pacta también el árbitro que interprete y aplique la Ley.
Claro está que ese árbitro se puede poner “fuera de la Ley” y abusar de ella o utilizarla en su
provecho. Todavía ocurre hoy: lo llamamos corrupción.
La Ley, pues, daba cierta seguridad a quien estaba bajo su amparo o jurisdicción. Y la daba
porque si alguien la incumplía el grupo (la sociedad) a través de su árbitro (la institución)
aplicaba la sentencia por su incumplimiento: la víctima sabía que su verdugo sería castigado y
éste sabía o suponía lo que le podía pasar. Así que ante una situación determinada, uno tiene
“derechos” y el otro “obligación de respetarlos”; el incumplimiento lleva un castigo que impone
la sociedad. Te habrás dado cuenta de que “eso” también se llama “justicia”. Sí: la Justicia
inspira el Derecho (o debería hacerlo, claro).
Si ese es el origen del Derecho, el de los “Derechos Humanos” es un poco más complicado: hay
que dar un salto muy grande. Un salto que va de mirarse a uno y al propio grupo en el que
convive a pensar en otros que no conocemos pero sabemos que existen. Y también a pensar que
si el Derecho resultado de ese pacto cambia con el tiempo, hay que “fundamentarlo” en algo
más firme: unos cimientos que impidan cambiar la Ley al capricho de quien sea.
Las religiones por una lado y los filósofos antiguos por otro, llegaron a la conclusión de que
“debería haber” un comportamiento de acuerdo con la divinidad (que se supone ha creado al ser
humano: la Ley Sagrada) o, como mínimo, con la “Naturaleza” (un Derecho Natural, o sea dado
de una vez y para siempre, como las leyes de la Física). Siglos de debate lo más que
consiguieron fue integrar ese “derecho divino” en el “derecho natural”… o viceversa.
¿Qué tenían en común la visión de las religiones y la de los filósofos? Pues una valoración del
individuo como algo diferente del animal, que piensa y toma decisiones; una idea de la Justicia
como “equilibrio” y como reparación del daño; una valoración de la “vida” como valor
supremo; una valoración del “otro” como un igual en ese “derecho” a la vida; una valoración de
la “seguridad física” del individuo que le permita dedicarse a otros asuntos sin pensar que a cada
momento le acecha la muerte; etc. En suma: la Vida, la Justicia, la Libertad, la Igualdad y la
seguridad. Pensar que eso es propio de todos los seres humanos es el origen de los DDHH.
Además, como se puede comprobar históricamente, es una aspiración de todas las sociedades y
en todos los sitios. Una aspiración y pocas veces un logro, pues personas y grupos se interponen
en su triunfo para aprovecharse de los otros: ven a las personas como medio para conseguir sus
propios fines, no las ven como personas: esclavitud, asesinatos, explotación, abuso…
27. Apuntes para la materia de Educación para la Ciudadanía y los DDHH. Curso 2014/2015
27
¿Desde cuándo hablamos de ello?
Ya ves que la cosa “viene de antiguo”. Pero todo fue muy lentamente. Y durante muchísimo
tiempo esos “derechos” sólo alcanzaban a grupos determinados. Claro que, cuando hablamos de
derechos para unos pocos, lo que en ocurre en realidad es que son “privilegios”.
Hace poco más de 230 años esos “privilegios” de unos pocos fueron exigidos por los “muchos”
en un proceso relativamente rápido y violento: las revoluciones de Estados Unidos de
Norteamérica (1776) y la de Francia (1789). 300 años antes, un italiano Pico della Mirandola
(1463-1494) había escrito un libro que tituló en latín De Dignitatem Hominem (Sobre la dignidad
del ser humano). Este autor, “humanista”, ateniéndose aún al peso de la religión cristiana que no
siempre veía con buenos ojos que alguien pensara “tanto”, escribió este libro situando al ser
humano entre la Naturaleza y la Divinidad: rey de la Naturaleza y casi igual a Dios… porque es
alguien libre y que piensa. De ahí viene la “dignidad” del ser humano.
La religión, que había elevado al ser humano a algo casi divino (“imagen de Dios”) fue en los
tres siglos siguientes en la mayor parte de Europa (y también en América) fuente de una
violencia terrible sobre personas y sobre colectivos: guerras de religión, persecución de la
brujería, de la herejía… basta pensar en la Inquisición y en las hogueras donde acababan
muchas personas por mantener sus propias ideas. Pues bien, ante tal “intolerancia”, algunos
filósofos empezaron a hablar de un “derecho” a pensar diferente, a discrepar… a la tolerancia.
En el siglo XVIII, Voltaire, bastante enfrentado a la religión, fue uno de sus más ardientes
defensores, ridiculizando a los intolerantes como ignorantes y fanáticos.
También ocurría en esos 300 años que por todo el mundo, pero de forma clara en el más cercano
(Europa y América) que el poder del Estado (monarquías, señores y principados eclesiásticos)
se ejercía a capricho del gobernante, sin otro control que el de otros gobernantes… pero no de
los “gobernados”. Y claro, muchos filósofos discutieron ese capricho de los poderosos.
Llegaron a la conclusión de que una Ley “legítima” es sólo la que es hecha y aceptada por los
que están bajo su jurisdicción: una especie de “contrato social”, de pacto por el que el poder
(Soberanía) siempre estará en los gobernados, que la “prestan” durante un tiempo al gobernante
y que si éste no lo hace bien, se la retiran. Te habrás dado cuenta de que eso es el principio de la
Democracia… pero también de la Libertad (individual), de la Igualdad (de todos, gobernantes y
gobernados) ante la Ley; y de la Fraternidad o Solidaridad para mantener esa Democracia. Así,
filósofos como John Locke o Rousseau defendieron ese pacto no escrito (El Contrato Social se
titula el libro de Rousseau; Sobre el Gobierno Civil, el de Locke). Y otros añadieron que ese gobierno
debería repartirse en más de una institución, como Montesquieu o el propio Locke.
Cuando estalló la rebelión contra Gran Bretaña en sus colonias americanas (1776), en Virginia
se hizo una “declaración” que pasará a la Historia: Declaración de Derechos del buen pueblo de
Virginia. Trece años después, en Francia se hará otra que ya no será exclusiva de “un pueblo”
aunque sí se aplique preferentemente a los franceses: la Declaración de Derechos del Hombre y del
Ciudadano. Después de estas declaraciones vendrán otras, y la lucha por añadir “derechos”
continúa. Y es que aquellas declaraciones rompían con el mundo anterior, pero aún así se
quedaban cortas en muchos aspectos.
Ejercicio 16 En las dos páginas siguientes tienes las declaraciones aquí mencionadas.
Se te piden dos cosas: la primera que compares las dos declaraciones señalando los artículos
que se repiten o atienden a lo mismo. En segundo lugar tienes que señalar qué derechos
echas en falta en esas declaraciones.
Hazlo en tu cuaderno.
28. Apuntes para la materia de Educación para la Ciudadanía y los DDHH. Curso 2014/2015
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Declaración de Derechos de Virginia [12 de junio de 1776]
Declaración de derechos hecha por los representantes del buen pueblo de Virginia, reunidos en convención plena y libre,
como derechos que pertenecen a ellos y a su posteridad como base y fundamento de su Gobierno.
1. Que todos los hombres son por naturaleza igualmente libres e independientes, y tienen ciertos derechos
inherentes, de los cuales, cuando entran en un estado de sociedad, no pueden ser privados o postergados; en esencia,
el gozo de la vida y la libertad, junto a los medios de adquirir y poseer propiedades, y la búsqueda y obtención de la
felicidad y la seguridad.
2. Que todo poder reside en el pueblo, y, en consecuencia, deriva de él; que los magistrados son sus administradores
v sirvientes, en todo momento responsables ante el pueblo.
3. Que el gobierno es, o debiera ser, instituido para el bien común, la protección y seguridad del pueblo, nación o
comunidad; de todos los modos y formas de gobierno, el mejor es el capaz de producir el máximo grado de felicidad
y seguridad, y es el más eficazmente protegido contra el peligro de la mala administración; y que cuando cualquier
gobierno sea considerado inadecuado, o contrario a estos propósitos, una mayoría de la comunidad tiene el derecho
indudable, inalienable e irrevocable de reformarlo, alterarlo o abolirlo, de la manera que más satisfaga el bien
común.
4. Que ningún hombre, o grupo de hombres, tienen derecho a emolumentos exclusivos o privilegiados de la
comunidad, sino en consideración a servicios públicos, los cuales, al no ser hereditarios, se contraponen a que los
cargos de magistrado, legislador o juez, lo sean.
5. Que los poderes legislativo y ejecutivo del estado deben ser separados y distintos del judicial; que a los miembros
de los dos primeros les sea evitado el ejercicio de la opresión a base de hacerles sentir las cargas del pueblo v de
hacerles participar en ellas; para ello debieran, en períodos fijados, ser reducidos a un estado civil, devueltos a ese
cuerpo del que originalmente fueron sacados; y que las vacantes se cubran por medio de elecciones frecuentes, fijas
y periódicas, en las cuales, todos, o cualquier parte de los ex- miembros, sean de vuelta elegibles, o inelegibles,
según dicten las leyes.
6. Que las elecciones de los miembros que servirán como representantes del pueblo en asamblea, deben ser libres;
que todos los hombres que tengan suficiente evidencia de un permanente interés común y vinculación con la
comunidad, tengan derecho al sufragio, y no se les puede imponer cargas fiscales a sus propiedades ni desposeerles
de esas propiedades, para destinarlas a uso público, sin su propio consentimiento, o el de sus representantes así
elegidos, ni estar obligados por ninguna ley que ellos, de la misma manera, no hayan aprobado en aras del bien
común.
7. Que todo poder de suspender leyes, o la ejecutoria de las leyes, por cualesquiera autoridad, sin consentimiento de
los representantes del pueblo, es injurioso para sus derechos, y no se debe ejercer.
8. Que en todo juicio capital o criminal, un hombre tiene derecho a exigir la causa y naturaleza de la acusación, a ser
confrontado con los acusadores y testigos, a solicitar pruebas a su favor, y a un juicio rápido por un jurado imparcial
de su vecindad, sin cuyo consentimiento unánime, no puede ser declarado culpable; ni tampoco se le puede obligar a
presentar pruebas contra sí mismo; que ningún hombre sea privado de su libertad, salvo por la ley de la tierra o el
juicio de sus pares.
9. Que no se requieran fianzas excesivas, ni se impongan, ni se dicten castigos crueles o anormales.
10. Que las órdenes judiciales, por medio de las cuales un funcionario o agente puede allanar un sitio sospechoso sin
prueba de hecho cometido, o arrestar a cualquier persona o personas no mencionadas, o cuyo delito no está
especialmente descrito o probado, son opresivas y crueles, y no deben ser extendidas.
11. Que en controversias sobre la propiedad, y en conflictos entre hombre y hombre, es preferible el antiguo juicio
con jurado a cualquier otro, y debe considerarse sagrado.
12. Que la libertad de prensa es uno de grandes baluartes de la libertad, y que jamás puede restringirla un gobierno
despótico.
13. Que una milicia bien regulada, compuesta del cuerpo del pueblo entrenado para las armas, es la defensa
apropiada, natural y segura de un estado libre; que en tiempos de paz, los ejércitos permanentes deben evitarse por
peligrosos para la libertad; y que en todos los casos, los militares deben subordinarse estrictamente al poder civil, y
ser gobernados por el mismo.
14. Que el pueblo tiene derecho a un gobierno uniforme; y, en consecuencia, no se debe nombrar o establecer
ningún gobierno separado o independiente del gobierno de Virginia, dentro de sus límites.
15. Que ningún gobierno libre, o las bendiciones de la libertad, pueden ser conservados por ningún pueblo, sino con
una firme adhesión a la justicia, moderación, templanza, frugalidad y virtud, y con una frecuente vuelta a los
principios fundamentales.
16. Que la religión, o las obligaciones que tenemos con nuestro Creador, y la manera de cumplirlas, sólo pueden
estar dirigidas por la razón y la convicción, no por la fuerza o la violencia; y, por tanto, todos los hombres tienen
idéntico derecho al libre ejercicio de la religión, según los dictados de la conciencia; y que es deber mutuo de todos
el practicar la indulgencia, el amor y la caridad cristianas.
29. Apuntes para la materia de Educación para la Ciudadanía y los DDHH. Curso 2014/2015
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Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano [26 de agosto de 1789]
Los representantes del pueblo francés, constituidos en Asamblea nacional, considerando que la ignorancia, el olvido
o el menosprecio de los derechos del hombre son las únicas causas de las calamidades públicas y de la corrupción de
los gobiernos, han resuelto exponer, en una declaración solemne, los derechos naturales, inalienables y sagrados del
hombre, a fin de que esta declaración, constantemente presente para todos los miembros del cuerpo social, les
recuerde sin cesar sus derechos y sus deberes; a fin de que los actos del poder legislativo y del poder ejecutivo, al
poder cotejarse a cada instante con la finalidad de toda institución política, sean más respetados y para que las
reclamaciones de los ciudadanos, en adelante fundadas en principios simples e indiscutibles, redunden siempre en
beneficio del mantenimiento de la Constitución y de la felicidad de todos.
En consecuencia, la Asamblea nacional reconoce y declara, en presencia del Ser Supremo y bajo sus auspicios, los
siguientes derechos del hombre y del ciudadano:
Artículo 1 Los hombres nacen y permanecen libres e iguales en derechos. Las distinciones sociales sólo pueden
fundarse en la utilidad común.
Artículo 2 La finalidad de toda asociación política es la conservación de los derechos naturales e imprescriptibles
del hombre. Tales derechos son la libertad, la propiedad, la seguridad y la resistencia a la opresión.
Artículo 3 El principio de toda soberanía reside esencialmente en la Nación. Ningún cuerpo, ningún individuo,
pueden ejercer una autoridad que no emane expresamente de ella.
Artículo 4 La libertad consiste en poder hacer todo aquello que no perjudique a otro: por eso, el ejercicio de los
derechos naturales de cada hombre no tiene otros límites que los que garantizan a los demás miembros de la
sociedad el goce de estos mismos derechos. Tales límites sólo pueden ser determinados por la ley.
Artículo 5 La ley sólo tiene derecho a prohibir los actos perjudiciales para la sociedad. Nada que no esté prohibido
por la ley puede ser impedido, y nadie puede ser constreñido a hacer algo que ésta no ordene.
Artículo 6 La ley es la expresión de la voluntad general. Todos los ciudadanos tienen derecho a contribuir a su
elaboración, personalmente o por medio de sus representantes. Debe ser la misma para todos, ya sea que proteja o
que sancione. Como todos los ciudadanos son iguales ante ella, todos son igualmente admisibles en toda dignidad,
cargo o empleo públicos, según sus capacidades y sin otra distinción que la de sus virtudes y sus talentos.
Artículo 7
Ningún hombre puede ser acusado, arrestado o detenido, como no sea en los casos determinados por la ley y con
arreglo a las formas que ésta ha prescrito. Quienes soliciten, cursen, ejecuten o hagan ejecutar órdenes arbitrarias
deberán ser castigados; pero todo ciudadano convocado o aprehendido en virtud de la ley debe obedecer de
inmediato; es culpable si opone resistencia.
Artículo 8 La ley sólo debe establecer penas estricta y evidentemente necesarias, y nadie puede ser castigado sino
en virtud de una ley establecida y promulgada con anterioridad al delito, y aplicada legalmente.
Artículo 9 Puesto que todo hombre se presume inocente mientras no sea declarado culpable, si se juzga
indispensable detenerlo, todo rigor que no sea necesario para apoderarse de su persona debe ser severamente
reprimido por la ley.
Artículo 10
Nadie debe ser incomodado por sus opiniones, inclusive religiosas, a condición de que su manifestación no perturbe
el orden público establecido por la ley.
Artículo 11 La libre comunicación de pensamientos y de opiniones es uno de los derechos más preciosos del
hombre; en consecuencia, todo ciudadano puede hablar, escribir e imprimir libremente, a trueque de responder del
abuso de esta libertad en los casos determinados por la ley.
Artículo 12 La garantía de los derechos del hombre y del ciudadano necesita de una fuerza pública; por lo tanto,
esta fuerza ha sido instituida en beneficio de todos, y no para el provecho particular de aquellos a quienes ha sido
encomendada.
Artículo 13 Para el mantenimiento de la fuerza pública y para los gastos de administración, resulta indispensable
una contribución común; ésta debe repartirse equitativamente entre los ciudadanos, proporcionalmente a su
capacidad.
Artículo 14 Los ciudadanos tienen el derecho de comprobar, por sí mismos o a través de sus representantes, la
necesidad de la contribución pública, de aceptarla libremente, de vigilar su empleo y de determinar su prorrata, su
base, su recaudación y su duración.
Artículo 15 La sociedad tiene derecho a pedir cuentas de su gestión a todo agente público.
Artículo 16 Toda sociedad en la cual no esté establecida la garantía de los derechos, ni determinada la separación de
los poderes, carece de Constitución.
Artículo 17 Siendo la propiedad un derecho inviolable y sagrado, nadie puede ser privado de ella, salvo cuando la
necesidad pública, legalmente comprobada, lo exija de modo evidente, y a condición de una justa y previa
indemnización.
30. Apuntes para la materia de Educación para la Ciudadanía y los DDHH. Curso 2014/2015
30
La Declaración de 1948
Después de la Revolución francesa de 1789 a lo largo y ancho del mundo occidental (Europa y
América) se comenzó a plantear la necesidad de incorporar “derechos” en la legislación
corriente de los estados: las gentes los exigían en “las barricadas” y los políticos los fueron
introduciendo en las “constituciones” y la legislación corriente. Pero fue un proceso lento (más
de 150 años); con retrocesos (“contrarrevoluciones”); y con mucha sangre de por medio: los
más avanzados y que exigían esos derechos, a menudo, eran perseguidos, encarcelados o
asesinados.
La Democracia, la expresión del “derecho a participar en la política”, llegó a finales del siglo
XIX y comienzos del siglo XX… aunque no completa: las mujeres tardaron, en general, décadas
aún en ser consideradas “ciudadanas”. Pero la Democracia fue vista por algunos como “un
peligro para sus intereses particulares y de clase”, por lo que aparecieron ideologías contrarias a
la misma y que fomentaban el uso de la violencia. Además, los Estados competían por tener
mayor poder unos sobre otros. Así se desataron dos gravísimas guerras “mundiales” que
implicaron a decenas de países y a decenas de millones de combatientes. La Primera Guerra
mundial (básicamente europea) entre 1914 y 1918 se cobró más de 9 millones de muertos,
fundamentalmente militares. Pero la Segunda, entre 1939 y 1945 ya supuso combatir en Europa,
África, Asia y Oceanía… y más de 50 millones de muertos, de los que más de 30 millones
fueron civiles.
Fue una guerra atroz, como todas, pero aquí el ánimo de exterminio
total del enemigo fue claro sobre algunas poblaciones. Especialmente
sobre los civiles judíos en la Europa conquistada por los alemanes:
más de 6 millones fueron asesinados vilmente en los “campos de
concentración”. Se conoce como Holocausto por los judíos. Pero
también fueron asesinados más de un millón de personas de otros
grupos: gitanos, homosexuales, católicos, gentes de izquierdas… entre
los que había españoles que habían luchado poco antes a favor de la
República en nuestra guerra civil. Otro enfrentamiento bestial y en el
que hubo intenciones “genocidas”: acabar con los “rojos”
confundiendo aquí desde comunistas a liberales republicanos.
En 1945, al acabar la guerra en Europa a comienzos de mayo de ese
año, se revelan para quien no lo sabía ya imágenes del desastre… y se plantea hacer un juicio
por “crímenes contra la Humanidad”. En paralelo a la guerra, algunos países del bando aliado
(EEUU, Reino Unido, Canadá, URSS, la Francia de De Gaulle…) pensaron en crear una
“organización” de Estados que impidiese nuevas guerras y, sobre todo, tanto sufrimiento a las
gentes. Es el origen de la ONU, que comenzará ese mismo año sus primeros trabajos.
Una de las primeras realizaciones será la creación de una Declaración de Derechos Humanos
con validez universal: se quería asentar la Democracia y la Paz, así como el desarrollo social y
económico de los diferentes países. Esa Declaración, promulgada solemnemente el 10 de
Diciembre de 1948, obligaba a su cumplimiento a todo país que firmase la misma: es, por tanto,
algo voluntario para los países en principio… pero a lo largo del tiempo lo han ido firmando
todos, si bien muchos (tal vez la mayoría) no los cumplen en su cabal totalidad.
Ejercicio 17 A pesar de todas las evidencias fotográficas, cinematográficas y
documentales de todo tipo, aún hay gente que “niega” el Holocausto. Negarlo en algunos
países es un delito. Investiga a través de Internet qué es eso del “negacionismo” del
Holocausto: da nombres, ideologías, países… y argumentos que manejan. Al final, da
también tú tu opinión. Hazlo en no menos de una página de tu cuaderno y cita
correctamente las fuentes que utilices tal y como te han enseñado en clase. Esta página
WEB te puede resultar útil: http://fcit.usf.edu/HOLOCAUST/resource/gallery/gallery.htm