La vida en las calles desde la mirada de sus habitantes
1. “Vivir en Medellín: la mirada
de sus habitantes.”
Medellín.
María Fernanda Córdoba Álvarez.
2016
2. Él es Miguel Arcángel Martínez, un habitante de la calle, quién con
una mirada esperanzadora vive del reciclaje. Tras 44 años viviendo la
Medellín que sólo algunos conocen, nos cuenta como es la ciudad
desde allí.
3. Para Miguel Arcángel, éste es su hogar, y aunque su
madre y hermanos, viven en el Barrio Aranjuez, él dice
que prefiere vivir en las calles “sin que nadie lo
moleste”.
4. Miguel ha sido víctima de muchos atropellos por parte de los
ciudadanos y la policía; hace un mes, una camioneta lo arrolló
mientras el conductor le gritaba: “Está bueno pa’ matar a todos
estos hijueputas de la calle”. Ahora Miguel no puede permanecer
de pie por mucho tiempo, ya que quedó con problemas en su pie
derecho.
5. En medio de risas,
nos cuenta otra sus
anécdotas: “Estaba
yo acostadito, y
como le parece que
un agente me tiró un
balda’o de agua, y yo
le dije: ‘Señor
agente, que decencia
la suya, ¿usted no
tiene familia o qué?,
la vida da muchas
vueltas señor, hoy
usted puede estar
bien pero mañana
no’.”.
6. Debido a su avanzada edad, sus dolores en la columna por
dormir en el piso y sus problemas de salud, Miguel tarda
hasta 10 horas caminando desde el Barrio Laureles, hasta la
casa de su madre en Aranjuez, para darse un baño con agua
caliente, usar una cuchilla para “pulirse la barbita y verse
pispo”, recibir una muda de ropa de alguno de sus hermanos,
un plato de sopa, y dormir en una cama, sin que la lluvia o la
policía lo obligue a levantarse en medio de la noche.
7.
8.
9. “Las vueltas que da la vida, yo siempre tenía todos los
tenis originales, mi mamá me compraba lo que yo
quería, y vea ahora, las amistades me convirtieron en
un loco.” dice Giovanny Bedoya, otro habitante de la
calle, que nos cuenta su historia.
10. Giovanny, a los 18 años decidió irse de su casa en Puerto Berrío,
Antioquia. Aunque tímido con la mujeres, nos cuenta lo mucho que
influyeron sus amistades para cambiar el calor de su hogar, por un
mundo de drogas y alcohol. Dice que cuando regresó arrepentido, no
encontró a nadie, “me desaparecieron mi familia mis niñas, los
paracos me la desaparecieron”.
11. Cicatrices que por alcohol, drogas, y no escuchar las
sabias palabras de su madre, quedarán por siempre
como una lección de la que nos habla, un castigo que
dice, le dio la vida por no saber agradecer cuando lo
tenía todo.
12. Hoy, Giovanny agradece a Dios, por tenerlo con vida para una misión,
de la que él no tiene conocimiento, pero sabe que por eso no se ha
ido de este mundo, le agrade por poner en su camino a todas las
personas que han querido ayudarle con alimentos, posada, y lo que
dice que ha sido el mejor regalo: un par de zapatos.