El documento habla sobre los beneficios de adoptar un enfoque más lento y sostenible en varios ámbitos como el trabajo ágil, la arquitectura, el arte, la lectura, la moda, la alimentación, las vacaciones, la vida cotidiana y la educación. Propone elegir continuamente el ritmo adecuado para lograr calidad, beneficios sostenibles y conexiones verdaderas. También menciona diversos movimientos como Slow Food, Slow Cities y Slow School que promueven este enfoque más pausado y consciente.