33. ARQUITECTURA CONTEMPORANEA
DECONSTRUCTIVISMO
El Deconstructivismo es una tendencia que revoluciono la
arquitectura en las décadas de 1980 y 1990 produciendo edificios
icónicos en todo el mundo que influenciaron a las nuevas
generaciones de arquitectos y demostrando que con los avances
tecnológicos se podía construir prácticamente cualquier fantasía que
uno pudiera imaginar.
Lógicamente esta tendencia fue muy criticada por ser altamente
elitista al involucrar altísimos costos en sus construcciones.
Además es una tendencia entendida solo por especialistas en arte y
arquitectura, alejada de las grandes masas que no entienden este tipo
de edificaciones.
Los que lideraron esta tendencia no abandonaron esta forma de
practicar arquitectura sino que siguieron evolucionando y buscando
nuevas formas que se fueron distanciando de las rupturas,
dislocamientos, aparentes colapsos, etc. Para llegar a concebir
edificios mas escultóricos, mas amables, mas sinuosos, menos
agresivos pero igualmente muy impactantes al ojo y a las sensaciones
del visitante.
39. ARQUITECTURA CONTEMPORANEA
MINIMALISMO.
La arquitectura minimalista como su nombre lo dice tiene como objeto
destacar lo “mínimo” de ahí deriva el termino y la tendencia de conseguir
mucho con lo mínimo indispensable; de reducir a lo esencial, sin elementos
decorativos sobrantes, para sobresalir por su geometría y su simpleza,
utilizando materiales puros texturas simples y colores monocromáticos.
el minimalismo nació a finales de los sesenta en la pintura y la escultura
neoyorquina y esta filosofía de trabajo paso a la arquitectura en los años
ochenta.
Los orígenes de esta corriente están en Europa y se encuentran en el
manifiesto titulado “Menos es más” del arquitecto alemán Ludwig Mies Van
Der Rohe, uno de los más importantes de este siglo.
El movimiento Moderno de principios de siglo XX es la base estilística del
Minimalismo quienes radicalizan la austeridad de los elementos
compositivos y las terminaciones de los materiales sin por ello perder
delicadeza y alta filigrana en los detalles arquitectónicos.
El Minimalismo centra su atención en las formas puras y simples. Otro de los
aspectos que definen esta corriente es su tendencia a la monocromía
absoluta en los suelos, techos y paredes.