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PUBLICACIONES DE LA SOCIEDAD ARGENTINA DE AMERICANISTAS
CATAMARCA Y LAS CIUDADES DE LONDRES
INTRODUCCIÓN
Entre el fárrago de nombres con que los cronistas e historiadores han
enmarañado aun más la de por sí intrincada toponimia americana, nos encontramos
con una voz que sin ser indígena, ofrece dificultades evidentes en su justo empleo; no
por el significado y alcance de la voz en sí, sino por su aplicación exacta y precisa en el
panorama regional de la provincia de Catamarca: Londres.
Tanto las ciudades de Londres, fundadas en el corazón de los Valles Diaguitas
cual avanzadas de civilización destinadas a contener a las tribus indígenas
eternamente en acecho del español y dispuestas siempre a reivindicar la posesión y el
derecho a sus tierras, como el valle de Londres, jurisdicción a la que aquellas dieran
nombre, no han sido ubicadas con precisión por los diferentes historiadores que han
tratado estos temas a veces in extenso; unas, porque esos historiadores no
conocieron la región y confundieron lamentablemente sus cuencas; otras, por
negligencia o inescrupulosidad de los mismos, ya que tomaron por ciertas y sin previo
examen, afirmaciones anteriores; o bien, porque ante la dificultad de precisar el
nombre y la situación delos diferentes valles, optaron por asignarles a varios de ellos
un nombre común o un limite desmedido al no tomar en cuenta la configuración
geográfica que define el concepto especifico del valle. (Ver esquemas 1, 2, 3,4, 5, 6 y
7).
Tal el caso de los valles de Londres, de Palsipas, Abaucán, Quinmivil, Conando,
Famaifil, etc.
La importancia del tema impone, por cierto, una revisión minuciosa de los
conceptos emitidos a este respecto, ya ello tiende el presente trabajo.
2
VALLE DE LONDRES
Este nombre surgió necesariamente como consecuencia lógica de la ciudad de
Londres, fundada por Juan Pérez de Zurita a mediados del año 1558 en el valle de
Quinmivil, a las márgenes del río así también llamado. Vale decir, que a partir de este
acontecimiento, el valle de Quinmivil y quizás también su vecino el valle de Famaifil,
habrían empezado a designarse con el nombre común de Londres 1.
No parece haberse interpretado así unánimemente, por cuanto tal
designación se aplica a otra zona bien diferente. Así, don Samuel Lafone Quevedo, el
historiador que ha tratado mas detenida y ampliamente este tópico, ubica al valle de
Londres, sin ningún asomo de duda, en un lugar muy diferente y distante, como se
vera a través de las siguientes consideraciones y consultando los mapas que para
mayor ilustración se acompañan.
Dice Lafone Quevedo: “ Valle de Londres parece que designa aquí toda
aquella cuenca que el señor Latzina marca con tinte más claro en su muy útil mapa de
la república y que formando el corazón o nucleo de la Provincia de Catamarca va
marcando en su centro con las palabras Andalgalá y Capillitas…”
Y agrega: “… en primer lugar tenemos que solo saliendo a Poman por el lado
de Concepción, puede conocerse toda la importancia estratégica de aquel lugar,
punto encumbrado que domina toda la cuenca o valle llamado de Londres y su
jurisdicción…”
Sigue: "…Todo el Valle de Londres, todo el país de los Diaguitas se extiende
como en un mapa a los pies de estas faldas pedregosas…”
Se refiere a las faldas occidentales del Ambato, vale decir, al departamento de
Poman. Continúa Lafone: “… las 3 o 4 leguas que median entre los Corrales y Poman,
son bastantes aburridoras por el mal camino; pero, ya empieza el viajero a divisar los
campos del Valle de Londres; es decir, de toda esa cuenca que así se llamaba mientras
existió aquella ciudad… “5.1
1
No conocemos la extensión jurisdiccional asignada a la ciudad de Londres por Zurita; pero es
de suponer que al fundarse la segunda Londres en Famaifil y delimitarse su jurisdicción, esta
habría coincidido aproximadamente con aquella, si es que no se reprodujo la misma.
2- Londres y Catamarca, pagina 180.
3- Londres y Catamarca, pagina 205.
4- Ibídem, pagina 208.
5- Ibídem, pagina 214.
3
“...Cuando las aguas mediterráneas demuestra América hacían de la cuenca
del Valle de Londres un vasto mar (1) el Anti de Pomán…”2. “...En pocos añas más,
hasta el nombre de Chiqui se habrá perdido en lo que una vez fue el Tucumán (3), más
tarde la cuenca o Valle de Londres y hoy es el poniente de Catamarca…” 4.
Como se ve, para Lafone Quevedo el valle de Londres comprendía esencial y
casi exclusivamente el actual Departamento de Poman, su cuenca, con prolongación
hacia el norte incluyendo en él parte del Departamento de Andalgalá, ya que afirma
que el centro de este valle va marcado en el mapa de Latzina (5) con las palabras :
Andalgalá y Capillitas. No tiene explicación un error semejante en el señor Lafone
Quevedo, que conoció perfectamente aquella región. Habría tenido razón, en parte, de
todo cuanto afirma en los párrafos transcriptos, si sólo se le considerara hablando en
lenguaje posterior, o mejor dicho, aludiendo a épocas posteriores al año 1633 en que
se fundó la ciudad de Londres en Pomán y con exclusión absoluta de las jurisdicciones
asignadas a las anteriores ciudades de Londres. Sólo así no habría error en extender
este valle hasta la cuenca de Pomán.
No es posible olvidar que por valle de Londres se mencionaba siempre a la
región del oeste de Catamarca: Andalgalá, Belén y quizá también parte de Tinogasta,
mucho antes que se pensara fundar la Londres de Pomán y cuando solamente se
conocían los 3 ó 4 asientos primitivos de esta ciudad en los valles de Quinmivil y
Famaifil (Belén) y Conando (Andalgalá).
Los documentos anteriores al año 1633 que aluden al valle de Londres, no
nos permiten incluir en él a Poman. Más aún, ellos establecen claramente que Poman
no pertenecía al citado valle a cuya jurisdicción se incorpora parcialmente con
posterioridad al año 1607 (6), y totalmente después de 1633 (7)
Que se diera una extensión desmedida al valle de Londres por imperfeto
conocimiento de la región, haciéndole extenderse hasta La Rioja (8), e incluyendo en
él a Pomán.2
2
Las Salinas de Pipantico que se extienden a lo largo del Dep. de Poman, serian los últimos
restos de ese mar mediterráneo.
2- Londres y Catamarca, pago. 220.
3- Grave error, El Tucumán o Tucumanhao de Pomán no puede identificarse con el Tucumán de la
Conquista situado al oriente del Aconquija.
4- Londres y Catamarca, pág. 378.
5- Mapa muy deficiente, por cierto.
6- Fundación do la ciudad do Londres en el valle de Famaifil (24 de mayo de 1607).
7- Fundación de la ciudad de Londres en Pomán (15 de septiembre de 1633.).
8- Como lo supuso Ramírez de Velasco.
4
Se explicaba en aquella época; pero nada justifica que hoy, con mejor
conocimiento de los lugares y hechos históricos, se identifique al valle Londres con
Poman en forma casi excluyente, como lo sostiene Lafone Quevedo.
Y cito en abono de mis afirmaciones:
En cartas del gobernador del Tucumán J. Ramírez de Velasco de fecha 6 de
abril de 1587, dirigidas a S. M. Católica, la una, y al Virrey del Perú, conde de Villar, la
otra, les comunica entre otros buenos propósitos que le animan en su gestión de
gobernante, el de fundar una ciudad en el valle de Londres. (R. Levillier, Papeles de los
Gobernadores en le siglo XVI, t. I, págs. 196 y 211).
En la información mandada levantar en la ciudad de La Plata (año 158º - 1600)
con respecto a los servicios prestados por el gobernador del Tucumán don José
Ramírez de Velasco, el testigo Andrés de Iragorre se refiere al valle de Londres a 23 de
febrero de 1589. Y Luis de Hoyos, escribano publico y de gobierno del Tucumán, en
testimonio de fecha 15 de enero de 1593, menciona asimismo el valle de Londres. (R.
Levillier, Probanzas de Meritos y Servicios de los Conquistadores, t. II, pág. 503)
Traemos a colación estas citas para demostrar que, si se hablaba del valle de
Londres con anterioridad al año 1633 en que se fundó por tercera vez la ciudad de
Londres en su quinto asiento de Poman, el Londres a que se alude no seria otro que el
valle de Quinmivil, comprendiendo en sí al valle de Conando, asiento de la segunda
Londres (Fuerte de Andalgalá) y al valle de Famaifil, asiento de la tercera Londres en
su segunda fundación (1607) y al cual se ha confundido por su proximidad con el
propio valle de Quinmivil (1). Vale decir, que el valle de Londres, el primitivo, el
original, se habría extendido entre las sierras de Belén y Culampajá, con exclusión
absoluta de la región de Poman.
Ahora bien; si hay error en afirmar que el valle de Londres comprendía sólo la
cuenca de Pomán, lo habría también en limitar su extensión a los valles de Quinmivil,
Famaifil y Conando con posterioridad al 24 de mayo de 1607 en que se funda la
segunda Londres en su tercer asiento del valle de Famaifil, o Jamaistil o Famayfé, y en
cuya jurisdicción, según carta del fundador Gaspar Doncel al gobernador don Alonso
de Rivera de fecha 4 de noviembre de 1607, se mencionan como pertenecientes a la
jurisdicción de la ciudad de Londres que acaba de fundar, varios pueblos de Poman,
Tinogasta, Belén y Andalgalá.3
3
Para Lozano, Quinmivil era pueblo situado en el valle de Famaifil. Él no habla de valle de
Quinmivil (t. IV, pág. 300).
5
Después de la fundación de Londres en Poman, en 1633, la jurisdicción del
llamado valle de Londres se hizo amplísima, abarcando las inmensas cuencas de los
valles
Catamarcanos que se extienden al oeste de las sierras del Ambato, hasta tocar
los contrafuertes andinos. Y, de norte a sur, desde las sierras de Atajo y Capillitas,
desprendimientos transversales del Aconquija, hasta el valle de Palsipas y rio Colorado
o Bañados del Mayu – Puka, limítrofes con los valles de Sanagasta y Yacampie. Se
amplió así en tal forma su jurisdicción, que llegó a designárselo por Distrito de Londres
(1), y por provincia de Londres (2) durante el gobierno de J. Ramírez de Velasco.
El valle de Palsipas o Paccipac, no seria otro que el valle de Pacina que se da
como limite sur del valle de Londres y al que alude el testigo don Melchior de Bega
(Melchor de Vega) en la Información de servicios de Ramírez de Velasco ya citada,
cuando dice: “…a puesto grande diligencia (el gobernador) y cuidado en buscar y
descubrir minerales de oro y de plata y así las ha descubierto en la quebrada de Salta y
en Pacina” (R. Livillier, Probanzas de Meritos y Servicios de los Conquistadores, t. II,
pág. 439).
Y el testigo ya citado en la información, don Andrés de Iaragorre dice que
acompañó a Ramírez de Velasco y descubrieron “…junto a Salta minas de plata y en
Pacina (¿Palsipas?) Termino del valle de Londres y otras `partes descubrió minerales de
oro” (Op. Cit., t. II, pág. 435).
¿Cuál era en consecuencia el valle de Pacina, Pacapa, Paccipac, Palsipas,
Pacipas o Paycipas, que en todas estas formas se la menciona, limite del valle de
Londres ¿ pues, el valle que se extiende teniendo por cuenca las Salinas de Pipanaco y
las que el mapa de Cano y Olmedilla registra como Lago de los Palcipas.
Si el valle de Palsipas o Pacina se consideraba como termino del valle de
Londres (testimonios de Iragorre) o como otro valle distinto al de Londres (testimonio
de Vega) mal podrían ambos identificarse o constituir uno solo.
Luego entonces: el valle que Lafone Quevedo considera como valle de
Londres (Pomàn) no sería otro que el de Palsipas; y el valle de Londres, se extendería
desde el término de aquel hacia el N.N.O. comprendiendo los valles de Belén y
Andalgalà en que se fundaron las primeras ciudades flotantes de Londres.4
4
Correspondencia de los Cabildos en el siglo XVI (pág. 259)
2- Papeles de los Gobernadores en el siglo XVI, t. I, pág. 264 y 291 y Nueva Crónica de la conquista
de Tucumán, t. III, pág. 33.
6
Y, sólo con posterioridad al año 1607, no habría error en incluir, como se ha
dicho, dentro del Valle de Londres, a la región del actual departamento de Poman;
pero sin limitarle a esa zona exclusivamente, como lo pretende Lafone Quevedo.
Resumiendo y en concreto: por valle de Londres se designaba con
posterioridad al año 1558 en que se fundó la primera ciudad de Londres en l valle de
Quinmivil, a este valle y quizás también a su adyacente, el valle de Famaifil. Desde
1562, en que Castañeda por consejo del Capitán Cisternas, traslada esta ciudad a su
segundo asiento en el valle de Conando (Fuerte de andalgalá o Huazán o Julumao), la
jurisdicción del valle de Londres se extiende automáticamente hacia el este, abarcando
aquella región... después de la segunda fundación de Londres por el Gaspar Doncel
(1607) en su tercer asiento en el valle de Famaifil, a legua y media dicen los
documentos, de la primitiva Londres de Pérez de Zurita, su jurisdicción se dilata aun
mas, al comprender en ella pueblos de Poman, Anadalgala, Belén y Tinogasta.
Finalmente, después de la tercera fundación de Londres en su quinto asiento de
Poman, por don Jerónimo Luis de Cabrera (1633), el valle de Londres encierra y
comprende todos los valles que se acuestan al accidente de las sierras del Ambato,
hasta alcanzar los contrafuertes orientales de los andes en el departamento de
Tinogasta. Entonces desaparecen todas las asignaciones especiales y los valles de
Quinmivil, Famaifil, Conando, Palsipas y su apéndice el valle Vicioso, se funden en una
sola común denominación: valle de Londres. (Ver esquema Nº 1 y mapa).
La ciudad de Londres
La ciudad portátil de Londres fue en realidad una ciudad trashumante.
Producto de la época en que ella nació, se vio necesariamente sometida a las
contingencias de una guerra sin cuartel y ala inestabilidad de su población sujeta a los
azares de la misma.
Se registran de ellas tres fundaciones efectivas y reales con nombres diversos;
o bien, cinco fundaciones, si se incluyen, como algunos historiadores pretenden, las
ciudades de Todos los Santos de la Nueva Rioja y San Fernando del Valle de Catamarca,
a las que consideran como reiteraciones de aquélla.
Habría tenido así, cinco asientos y tres fundaciones en el primer caso; y ocho
asientos y cinco fundaciones en el segundo, desde el momento que la ciudad de San
Fernando del valle de Catamarca tuvo a su vez dos asientos: uno en San Isidro (Colonia
del Valle) y el definitivo en su actual ubicación. Tendríamos en consecuencia:
7
Primer caso:
Primera Londres: primera fundación y primer asiento en el valle de quinmivil
(año 1558 a 1562) con el nombre de Londres o San Pedro Mártir.
Segunda Londres: primera fundación y segundo asiento en el valle de conando
(año 1562) con el nombre de Londres o Ciudad de Villagra.
Tercera Londres: segunda fundación y primer asiento en el valle de Famaifil
(año 1607 a 1612 o 13) con el nombre de San Juan Bautista de la Rivera.
Cuarta Londres: segunda fundación y segundo asiento nuevamente en el valle
de Quinmivil con el nombre de San Juan Bautista de la Paz.
Quinta Londres: tercera fundación y único asiento en el valle de los Palsipas
con el nombre de San Juan Bautista de la Rivera de Londres.
Segundo caso: habría que agregar a los asientos y fundaciones anteriores las
siguientes:
Sexta Londres: cuarta fundación y único asiento, bajo el nombre de Todos los
Santos de la Nueva Rioja, en el valle de Sanagasta, año 1591.
Séptima Londres: quinta fundación y primer asiento, bajo el nombre de San
Fernando del valle de Catamarca en el valle Viejo (San Isidro), años 1583 a 1593.
Octava Londres: quinta fundación y segundo y definitivo asiento en su actual
ubicación, año 1693. (Ver esquema Nº 7 y mapa).
No es posible aceptar como una resurrección de las ciudades de Londres a las
ciudades de La Rioja y Catamarca, por cuanto en estas no se reedita, como en los casos
anteriores, el nombre de Londres, ni se confirma para aquellas ciudades a las
autoridades de la Londres que se pretende reeditada, ni se aprovechan de aquella los
despojos siquiera de su transitoria y precaria existencia. Contrariamente, las ciudad de
Todos los Santos de la Nueva Rioja, fundada en 1591, a los 29 años de la desaparición
de la segunda Londres del valle de Conando, sirvió de refugio en 1632 a los pobladores
dispersos de la tercera Londres de Doncel, refundad en 1607 (valle de Famaifil) y
trasladada luego a su primitivo asiento del valle de Quinmivil en 1612/13 (cuarta
Londres), cuando ya La Rioja llevaba 16 años de prospera existencia bajo el nombre
que le asignara Ramírez de Velasco.
En cuanto a la ciudad de San Fernando del valle de Catamarca, originada en la
colonia del Valle, que iniciara su gestación a fines del siglo XVI, solo recibió de la
Londres de Luis de Cabrera (Poman) el Estandarte Real que viajara al valle de
Catamarca conducido por el teniente gobernador de Londres (1) don Diego Gómez de
8
Tula, acompañado del maestre don Bartolomé de Olmos y Aguilera. (P. Antonio
Larrouy, Historia de la Virgen del Valle (Compendio), pág. 125).
La ubicación de las ciudades de Londres, en el corazón mismo del hervidero
de pasiones coronadas y en lugares sitiados por la indiada enemiga, explica su precaria
al par que imposible subsistencia. Fueron algunas de ellas, ciudades que solo existieron
en la sana intención de sus fundadores y en las actas que les dieron nacimiento y
proclamaron como tales. Pero, en concreto, verdaderas ciudades de papel, como las
califica el historiador Larrouy (Autonomía Catamarqueña, pág. 11). Abandonadas a su
propia suerte, ya que sus fundadores fueron soldados en perpetua guerra que
debieron continuar su vida errante y agitada, ellas perecieron por inanición y
desamparo, cuando no volaron los fragmentos de sus deleznables rancherías
confundidos con las flechas que horadaban sus endebles armazones de barro y paja.
De la última Londres al menos, la de Poman, se asegura que nunca tuvo una casa ni un
solo poblador. (2).
Primera Londres, o Londres de la Nueva Inglaterra o San Pedro Mártir (3)
La provincia de Tucumán, Juries y Diaguitas dependía desde mediados del
siglo XVI del gobierno de Chile, al frente del cual se encontraba desde abril de 1557
don García Hurtado de Mendoza, designado para tal cargo por su padre el Virrey del
Perú don Andrés Hurtado de Mendoza, mas conocido por el nombre de Marques de
Cañete.
Una de las primeras disposiciones tomadas por el gobernador de Chile,
interesado en alejar de su radio de acción todo elemento de discordia, fue la de
apresar a Francisco de Aguirre y a Francisco de Villagra, aspirantes y pretendientes al
gobierno de Chile, y enviarlos al Perú, en abril de 1557.
Con esta medida se cortaban de cuajo las disensiones entre ambos, y el
gobierno precario ejercido por sus delegados en el Tucumán caducaba de hecho. Se
imponía por consiguiente designar de inmediato una persona que se hiciera cargo de
esta importante región; y la elección recayó en el capitán don Juan Pérez de Zurita y
Villavicencio, hombre de aprobado valor y prudencia.5
5
La ciudad de Londres de Pomán, como veremos mas adelante, nunca tuvo existencia real y sus
autoridades residían en La Rioja o en el valle de Catamarca.
2- Siendo así, mal puede afirmarse que esta mítica ciudad fuera la que, trasladada al valle de
Catamarca en 1683, diera nacimiento a la actual ciudad capital de aquella provincia.
3- Fundada a mediados de 1558 por Juan Pérez de Zurita a las márgenes del rio Quinmivil (valle de
Quinmivil, Belén).
9
Zurita llegó a Santiago del Estero muy probablemente a fines de 1557, como
lo sostiene Levillier (Nueva Crónica de la Conquista del Tucumán, t. I, pág. 240, nota
12), o en mayo de 1558, como lo supone Lozano (Historia de Tucumán, Rio de la Plata
y Paraguay, t. IV, pág. 162).
Pocos meses después de su arribo, Pérez de Zurita se traslada a los valles
diaguitas con el propósito de pacificarlos y, a mediados del año 1558, funda la ciudad
de Londres de la Nueva Inglaterra, a las márgenes del rio Quinmivil o Quinmivil, en el
valle del mismo nombre (Dpto. de Belén) en lugar estratégico, sobre el camino de
Santiago del Estero a Copiapó en el cruce mismo de éste con el camino del Inca que
comunicaba el Perú con la región de Cuyo, y que por tal motivo se le denominó mas
tarde “Camino de los Cuyanos”.
El nombre asignado a esta ciudad lo fue en homenaje a Inglaterra, cuya reina,
María Tudor, había contraído enlace con Felipe II, rey de España a partir del 28 de
marzo de 1556, como consecuencia de la abdicación de Carlos V. por ello, Pérez de
Zurita reemplazó el nombre de Nuevo Maestrazgo de Santiago con que Núñez de
Prado bautizara a la región por el de Nueva Inglaterra.
Las ruinas de esta ciudad nunca pudieron encontrarse, por más que algunos
suponen que ellas coinciden con las ruinas descubiertas y descriptas por don Hilarión
Furque, quien las limpió de la maraña en que se ocultaban y trazó el plano de ellas (1).
Estas ruinas, indígenas sin duda alguna, pero con ciertos caracteres de fortaleza
castellana que permiten la hipótesis de una suposición de población indígena –
española, se hallan situadas a 5 kilómetros aproximadamente hacia el noroeste de la
actual población de Londres Oeste (Belén), en el lugar denominado “Los Padrecitos”
(Campo del Chincal), al pie de un cerrillo inaccesible, con sus fortificaciones, viviendas,
cuarteles, embalse y canal de riego derivado del rio Quinmivil.
El padre Larrouy supone que estas ruinas fueron una de las tantas fortalezas
en que se asentaban los delegados del Inca: “…allí cerca, en el Campo del Chincal,
existen las ruinas de un pueblo indígena que, a mi entender, fue un presidio militar de
los Incas…” (2).6
6
1- HILARIÓN FURQUE, Las ruinas de Londres de Quinmivil, publicado en Anales de la Sociedad Cientifica
Argentina, t. L, pág. 166 y siguientes.
2 – Autonomía Catamarqueña, pág. 2.
10
Carlos Bruch, después de haber visitado, aunque superficialmente, estas
ruinas dice: “…advirtiendo desde luego, que no es imposible sean estas ruinas, al
menos en parte, de una población de origen español; algo así se deduce de las crónicas
antiguas transcriptas por los doctores Lafone Quevedo y Adán Quiroga; el aspecto de
las mismas construcciones es distinto de aquellas de que nos hemos ocupado hasta
ahora…” (1). Y agrega mas adelante: “…caminando hacia el poniente, encontramos
unas cuantas construcciones cuadrangulares, ya muy derrumbadas y rodeadas del
lado del este por una pirca baja. De ahí hacia el sur, el terreno está surcado por una
estrecha zanja, antigua canal alimentado en otro tiempo por las mismas aguas del rio
Quinmivil, que fueron, a no dudarlo, aprovechadas para mover el molino allí instalado:
porque dentro del mismo canal yace una gran piedra de moler…” (2).
Concluye Bruch diciendo: “…ni estas breves observaciones, ni los
antecedentes conocidos sobre la primitiva ciudad de Londres, nos permiten emitir
fundada opinión respecto de su origen, es decir, si fue indígena o colonial; es preciso
que nuevos estudios o exploraciones complementen las informaciones que de ellas
tenemos…” (3).
Se explica perfectamente que en las ruinas de referencia se encuentren
confundidas construcciones indígenas y coloniales, si hacemos valer un antecedente
que podría darnos luz al respecto.
Es sabido que, con motivos de ciertas medidas de gobierno tomadas por Pérez
de Zurita con respecto a la ciudad de Londres en enero de 1561, sus pobladores no
quedaron conformes, y quejosos de ellas, se dirigieron al gobierno de Chile,
declarándose además en abierta rebeldía para con el fundador, Pérez de Zurita, al
tener conocimiento de ello, bajó a Londres con el propósito de someter y castigar a los
rebeldes. Puso sitio a la ciudad y “…mandó fabricar un fuerte para alojar a los suyos…”
(4).
Es muy probable que en esta oportunidad Zurita hubiera ocupado y
aprovechado las ruinas del Chincal, fortaleza indígena que le ofrecía ventajas evidentes
por su proximidad a la ciudad (2 km), su situación en lugar eminente desde el cual
podía mantener sobre los sitiados una vigilancia permanente y hasta regular el agua
que alimentaba a la incipiente población. Lo que al respecto dice Lozano: “que mandó
fabricar un fuerte para alojar a los suyos”, se habría limitado esta tarea a reforzar las
defensas de la fortaleza indígena o a mejorarlas para hacerlas mas eficaces en el caso
de que los sitiados arremetieran contra ella. Estas mejoras, estas reparaciones hechas
por españoles y por cierto al estilo español, es lo que da a dichas ruinas una fisonomía
ambigua. Reducidos los sediciosos, Pérez de Zurita regresó a Santiago del Estero,
asiento de su jurisdicción.7
7
Exploraciones Arqueológicas en las provincias de Tucumán y Catamarca pág. 164.
2- Íd.
3- BRUCH, op. Cit., pág. 167.
4- LOZANO, tIV pág. 172.
11
En visita realizada a la región de Londres en 1945 y asesorados por el señor
Juan García, originario de Londres y profundo conocedor de la zona, nos ha sido
posible descubrir los sitios en que se fundaron las Londres de 1558 y de 1607, como
asimismo establecer el verdadero carácter, origen y papel que les tocó desempeñar a
las ruinas del Chincal, después de haber sido abandonadas por los indios Quinmiviles.
Las ruinas de la primera ciudad de Londres que fundara Pérez de Zurita en el
valle de Quinmivil y con toda seguridad a las márgenes del rio Quinmivil, nunca
pudieron encontrarse, como lo hemos dicho, aunque se buscaron atinadamente en las
proximidades de donde en realidad nos parece se hallan ubicadas. La falta de los
investigadores estribó en que olvidaron o no tuvieron en cuenta un antecedente
histórico muy importante y el que viene a orientarnos en este intrincado y obscuro
problema. Cuando en el año 1632 el cacique andalgalá Chelemin puso sitio a la ciudad
de Londres, parapetándose, como lo hiciera quizá Pérez de Zurita en 1561, en las viejas
ruinas del Chincal, con el propósito de hostilizar y reducir a los sitiados, desvió hacia la
derecha la aguas del rio Quinmivil, dos leguas al norte de la ciudad (1), condenando así
a los pobladores a perecer de sed. No logró su funesto intento; pero sí, obligó a la
población en masa a abandonar la ciudad y trasladarse en doliente caravana hacia la
ciudad de La Rioja en treinta y tantas carretas (2) y en número aproximado de mil
almas (3). No fueron por cierto éstos los pobladores de la primera Londres, sino los
que se establecieron en ella por el año 1612 a 1613 (4), procedentes de la tercera
Londres del valle de Famaifil.
Es evidente, por lo tanto, que a inmediaciones del actual cauce del rio
Quinmivil se hiciera imposible encontrar las ruinas de dicha ciudad. El señor García, ya
mencionado, nos indica una lomada conocida por la Lomita Blanca, al pie de la cual y
próximas al lecho visible del primitivo cauce del rio Quimivil se encuentran
construcciones de piedra y barro que por su disposición y distribución denuncian a las
claras el sitio de una antigua población española. Por su ubicación, a 3 ½ kilómetros
aproximadamente al N.O. de la actual población de Londres (Belén) y a legua y media
del sitio donde se levantó la Londres de 1607, es de suponer que estas ruinas no sean
otras que las pertenecientes a la Londres de Pérez de zurita. Los documentos que
glosaremos mas adelante con respecto a las Londres posteriores, nos permitirán
confirmar esta ubicación.8
8
Carta del Gobernador del Tucumán don Felipe de albornoz, de fecha 1º de marzo de 1633, en
LARROUY, Documentos del archivo de Indias para la historia del Tucumán, t. I, págs. 75 a 79.
2- Carta del Gobernador Albornoz ya citada.
3- LOZANO, Op., t. IV, pág. 441.
4- Los de la cuarta Londres o San Juan Bautista de la Paz.
12
Dos kilómetros al norte de estas ruinas se encuentran las ruinas del Chincal,
que nada tienen que ver con las ruinas de la primera Londres; y próximo a aquellas el
sitio en donde Chelemin desvió las aguas del rio Quinmivil (1).
Todas las conjeturas de los historiadores e investigadores se explican con la
ubicación de estas ruinas, que suponemos pertenecen a la primera ciudad de Londres.
Ellas se encuentran en el valle de Quinmivil, en las márgenes del rio Quinmivil (antiguo
cauce), en lugar estratégico, al pie de una lomada que las protege del O.S.O. y les
permite desafiar quizá con probabilidades de éxito a los indios refugiados a dos
kilómetros al norte en su fortaleza del Chincal. Desde esta fortaleza abandonada bien
pronto por los indios fue sitiada la ciudad en 1561 por Pérez de Zurita, y mas tarde, en
1632, por el cacique Chelemin que desvió las aguas del rio a inmediaciones de ella,
echándolas por atrás de la Lomita Blanca e interponiendo a esta entre la ciudad y el rio
(2).
Londres o San Pedro Mártir
La primera ciudad de Londres se conoció mas tarde, y especialmente durante
el gobierno de Ramírez de Velasco, por ciudad de San Pedro Mártir, y el valle de
Londres por valle de y Provincia de San Pedro Mártir. Con este nombre se la menciona
en diversos documentos del siglo XVI.
El testigo en la información de servicios del capitán Hernán de Mexía Miraval,
don Luis de Luna, con fecha 7 de agosto de 1584, respondiendo a la pregunta N° XI
propuesta en la mencionada información, dice que:
“…vio venir dicho capitán Hernán Mexía Miraval del Valle de Calchaquí al
Ualle de Quimivil donde estaba el general Joan Pérez de Corita y avia poblado en él la
ciudad de San Pedro Mártir...” (R. Levillier, Probanzas de Méritos y Servicios de los
Conquistadores, etc., t. II, pág. 125).9
9
Ver esquemas N° 2 Y 3.
2 - Ver para mayor claridad esquemas N° 2 y 3.
13
En la información de Servicios de Juan Gregorio Bazán, levantada en Santiago
del Estero a pedido de su esposa (viuda) doña Catalina de PIacencia, citando
antecedentes de su esposo dice con fecha 6 de julio de 1587: “... que ayudó a poblar e
pobló otras ciudades en esta gobernación do aora llaman San Pedro Mártir y do antes
Londres...” (Levillier, op. cit., pág. 318).
En la encomienda otorgada por Ramírez de Velasco a don Alonso de Tula
Cervín y fechada en la “... muy noble ciudad de Santiago del Estero, cabeza de esta
gobernación de Tucumán a cinco días del mes de enero, año del nacimiento de
Nuestro Salvador y Redentor Jesucristo de mil quinientos y ochenta y ocho años” dice:
” ...Encomiendo en vos el dicho Alonso de Tula Cervín por todos los días de vuestra
vida y de vuestro sucesor, en el real nombre de su Magestad y por virtud de sus
poderes reales que para ello tengo; que por su notoriedad no van insertos en las
provincias de los indios diaguitas de San Pedro Mártir, que se llamaba de otro nombre
la ciudad que allí estuvo poblada (Londres) y por guerra de los indios se despobló, en la
comarca de Catamarca, que en ella están los pueblos indios caciques siguientes, etc.
etc....” (Martínez Villada, Los Bazán, pág., 28).
En la citada información de Servicios de Ramírez de Velasco, el testigo Luis de
Hoyos, escribano publico y de gobierno, dice que el gobernador Ramírez de Velasco
“...mandó echar bando para la conquista e población de los Valles de San Pedro Mártir
que llaman Londres en la provincia de los diaguitas…” (R. Levillier, Nueva Crónica de la
conquista de Tucumán, t. l, pág., 211).
El mismo Alonso de Tula Cervín “ ... describiendo la entrada del Licenciado
Lerma en el gobierno del Tucumán ... y otros pormenores de aquella tierra …” en carta
a su Sacra Católica Real Majestad fechada en Santiago del Estero a 15 de diciembre
de 1586, reproduciendo otra enviada anteriormente al presidente de la Real Academia
de Charcas, expresa: “… lo otro siguese que se va ynchiendo esta tierra de gente y se
pueblan estas noticias de Cesar (linlin) o trapananda que todo es una cosa y en una
gran provincia de muchos indios belicosos guerreros de los Yngas que sacavan el oro y
riquezas de la provincia de San Pedro Mártir y se retraxeron allí cuando llegó la noticia
de los españoles que avían venido y tomado el Perú …” (R. Livillier, Papeles de
Gobernadores del Tucumán en el siglo XVI, t. II, pág. 441).
Cuál fue la causa y la oportunidad en que se cambió el nombre de Londres
por el de San Pedro Mártir, lo dice el mismo Tula Cervín en la carta que venimos
reproduciendo: “,.. Lo otro, puéblese el balle de San Pedro Mártir que bautizó el
general briceño por orden de vuestra señoría quitándole el nombre infiel que tenía
que antes se llamaba Londres...” (Op. y loc. Cit.).
Francisco Arévalo Briceño, alguacil mayor de la Audiencia de Charcas, fue
destacado por dicha Audiencia al Tucumán con objeto de que investigara acerca de la
14
veracidad de cargos que a ella hicieron llegar “… los vecinos y habitantes del Tucumán
contra el gobernador…" Hernando de Lerma. Arévalo Briceño era portador de
“...provisión real en que se encarga y manda al gobernador que salga en su compañía a
dar quenta y razón de cosas que tocan el servicio de Dios y de V.M. bien asiento
quietud de aquella tierra y que el mesmo gobernador dexe su teniente que govierne
por el tiempo de su ausencia que sea persona suficiente e aprobada y de las partes y
calidad que se requiere; y porque según las premisas que de él tenemos se entiende
que suplicara y procurara suspender el hefeto y cumplimiento de esta provisión y no
salir, lleva otra secreta el alguacil mayor para que en tal caso le prenda y secuestre sus
bienes y le traiga...”(Carta de la Audiencia de Charcas a S. M. fechada en la Plata a I7
de febrero de 1584. La Audiencia de Charcas. Correspondencia de Presidentes y
Oidores, t. I, pág. 100).
SEGUNDA LONDRES O VILLAGRA (1)
Ciertas medidas de gobierno tomadas por Pérez de Zurita en su visita a la
ciudad de Londres en enero de 1561, habrían disgustado a sus pobladores, quienes se
dirigieron en queja al gobierno de Chile.
La Real Audiencia de Lima, enterada de los hechos imputados, libro provisión
encomendando a Francisco de Villagra, designado a la sazón gobernador de chile en
reemplazo de Hurtado de Mendoza, la misión de hacer justicia a los vecinos de aquella
ciudad, reparando los agravios de que hacían responsable a Pérez de Zurita.
Villagra, en virtud de dicha provisión, designó desde Lima y antes por
consiguiente de hacerse cargo de su gobierno, lugarteniente de gobernador para las
provincias de Tucumán, Juríes y Diaguita a don Gregorio de Castañeda, quien partió de
la ciudad virreinal con posterioridad al mes de abril de 1561 (2).10
10
1- Corresponde a la primera Londres de Zurita, trasladada por Gregorio de Castañeda al valle de Coronado en
1562.
2 – Se infiere así del escrito presentado ante la Audiencia de Lima por Alonso Pérez de Zurita, que representaba a
las ciudades del Tucumán en el pleito de separación de Chile y por el cual dicho procurados pedía la suspensión del
viaje de Castañeda con fecha 29 de abril de 1561 (R. Levillier, correspondiente de los Cabildos en el siglo XVI, pág.
373).
15
Pérez de Zurita se encontraba en la honrosa tarea de fundar una cuarta
ciudad (1) que asegurara el camino del Tucumán al Perú, a las puertas de la quebrada
de Humahuaca: la ciudad de Nieva.
Se hallaba Pérez de Zurita en los preliminares de esta fundación, cuando se le
hizo presente Castañeda, en julio o agosto de 1561, y con pérfidos subterfugios le
tomó prisionero; y después de someterlo a toda suerte de vejámenes, le paseó como
reo o trofeo de guerra por las ciudades que él fundara, y a las que Castañeda cambió
hasta el nombre, tratando de borrar todo rastro de la obra constructiva de su ilustre
antecesor: a Cañete la llamó Orduña; a Córdoba de Calchaquí, ciudad nueva del
Espíritu Santo, y a Londres, ciudad de Villagra. Solo respetó para la ciudad de Nieva,
cuya fundación usurpó, el nombre que le tenia asignado Pérez de Zurita, en homenaje
al Virrey del Perú, conde de Nieva, con quien Villagra se hallaría también interesado en
congraciarse.
La gestión funesta bajo todo concepto de Castañeda en el gobierno del
Tucumán, le acarreó dificultades diversas, provocando así una de las primeras
sublevaciones en masa de las tribus diaguitas, que se confederaron bajo el mando
supremo del famoso cacique don Juan de Calchaquí, a quien se dice había llegado a
“dar de bofetones e puñadas…”( 2).
Las ciudades estratégicas del famoso trilátero concebido y ejecutado por
Pérez de Zurita: Londres, Cañete y Córdoba de Calchaquí, se vieron asediadas por la
indiada enemiga que cayó como tromba sobre los tres, casi simultáneamente.
Castañeda corre en auxilio de ellas y, en el deseo de asegurar mejor la defensa
conjunta de las mismas, traslada, según se dice por consejo del capitán Pedro de
Cisternas (3), la ciudad de Londres desde el valle de Quinmivil al de Conando, distante
solamente 20 leguas de Cañete u Orduña, a principios del año 1562.
El valle de Conando 110 ha sido ubicado con precisión, y las referencias que
con respecto a él se conocen son imprecisas. Lafone Quevedo supone
equivocadamente que era el actual valle de San Fernando de Belén, al norte del valle
de Famaifil, porque parte de una base falsa: la de suponer que Cañete u Orduña se
encontraba en Guazán o Huazán (Andalgalá) de donde el valle de San Fernando dista
justamente 20 leguas. 11
11
1- Ya había citado Londres en 1558, Córdoba de Calchaquí en julio o agosto de 1559 y Cañete en
agosto do 1560.
2 – R. LEVILLIER, Probanzas de Méritos y Servicios de los Conquistadores, t. II, pag. 92: Testimonio de
Hernán Mexía Miraval.
3 - Enviado por Francisco de Villagra, Adelantado de Chile, en misión especial al Tucumán.
16
Pero como está probado en forma incuestionable que tanto Cañete como la
primera ciudad del Barco se hallaban en la región en donde se fundara más tarde la
ciudad de San Miguel de Tucumán (Tucumán el viejo) en el valle de Gualán (no
Guazan) asiento de Ibatín, a las caídas orientales del Aconquija, es de suponer que el
valle de Conando no fuera otro que el valle en que se encuentra situado el Fuerte de
Andalgalá, como lo supone ,muy fundadamente el padre Larrouy (1), distante
precisamente 20 leguas del verdadero Cañete.
Lafone Quevedo incurre también en otro equívoco al transcribir la nota que
sobre este punto contiene Lozano cuando dice que Cisternas “…aconsejó a Castañeda
desde Gualán, la mudase (a Londres) al valle de Conando, distante solas 20 leguas de
la ciudad de Orduña o Cañete, con la cual se podría mutuamente dar las manos para la
defensa y, se efectuó así dicha traslación el año 1562 (2).
Lafone Quevedo cambia por completo el sentido de La frase y enmaraña el
concepto diciendo que: "… se muda la ciudad de Londres por consejo de Cisternas
desde Gualán (donde él se encontraría) aconsejó la mudanza de la ciudad de Londres
al valle de Conando (4), a decir que: Cisternas aconsejó la mudanza de ella desde
Gualán al valle de Conando, como lo expresa Lafone Quevedo, modificando el
contenido para dar fundamento a su equivocada tesis.
Es perfectamente explicable que, habiendo conocido Cisternas, de paso, el
valle de Conando (valle de Andalgalá o quizá Guazán o Jumalao) y comprobando la
excelente ubicación de aquel lugar que se haya solo a 20 leguas de Cañete, no vacilara
en aconsejar a Castañeda el traslado de la ciudad de Londres a ese sitio.
Es interesante destacar, por otra parte, que el mismo Lafone Quevedo
desvirtúa su propia tesis cuando al analizar las posibles ubicaciones de Conando dice:12
12
1- Autonomía Catamarqueña, pág. 4.
2 – Solo centrándose Conando en Andalgala o Huazán era posible que se diera la mano con Cañete por
la quebrada de las Cañas; lo cual hubiera resultado imposible de encontrarse en Hualfin o San Fernando,
de donde le pasarían, no ya las 20 leguas de que hablaba Lozano (t. IV, pág. 198) sino aproximadamente
40 leguas por los caminos practicables en aquella época.
3 – S. A. LAFONE QUEVEDO, El barco y Santiago del Estero, en Boletín del Instituto geográfico Argentino,
t. XIX, pág. 31, N° I al 6, año 1896.
4 – Como lo expresa Lozano (op. y loc. Cit.)
17
“ Londres de Quinmivil es un punto; al mudarse, tenia que buscar algún rio
capaz de surtir una población considerable; los únicos que hay son, el de Tinogasta,
que por lo escrito está fuera del caso, el de Santa María que hubiese colocado a
Londres en condiciones de auxiliarse mutuamente con Córdoba (Córdoba de
Calchaquí) lo que no dice Lozano; o en Andalgalá, que haría saltar a Cañete otra vez al
Rio de Escaba (1), y tan cerca de Santiago del Estero que en este caso los de Cañete
nunca hubiesen abandonado su ciudad” (2), Y agrega: “ Cañete en Huazán, es decir
Andalgalá (pues Huazán está en la falda de atrás del morro de San Pedro de Mercado
en que me hallo parado) llena todas las condiciones que se necesitan para leer y
descifrar la relación de Lozano”(3).
Tienen sin embargo una explicación los errores que venimos destacando en
Lafone Quevedo y ella consiste en que confundía, o mejor dicho, interpretaba que los
valles de Huazán y de Hualán era uno mismo.
El valle de Huazán se encuentra ubicado en el departamento de Andalgalá; en
tanto que el valle de Gualán, que tomó dicho nombre del famoso cacique Gualán
(lule), se hallaba situado en el territorio de la actual provincia de Tucumán, en el sitio
preciso en que fueran fundadas con posterioridad las ciudades de Cañete llamada mas
tarde Orduña, en agosto de 1560; San Miguel de Tucumán (el viejo) en 1565 y con
anterioridad la primera ciudad del Barco en 1550, lugar conocido en aquella época por
Asiento de Ibatín o Campo de Ibatín.
Si la primera Londres fue trasladad al valle de Conando como lo afirma Lozano
“...distante – en este valle - solas veinte leguas de la ciudad de Orduña o Cañete, con
la cual se podría mutuamente dar las manos para la defensa” (4), es fácil comprender
que, si el valle de Conando hubiera sido el actual valle de San Fernando, al norte de
Belén, como lo supone Lafone Quevedo, no se habría logrado el propósito perseguido
con la mudanza, por cuento este valle se hallaba mas a trasmano de Cañete que el
mismo valle de Quinmivil; no precisamente en distancia, sino en cuanto a su
comunicación13
13
Como se ve, Lafone Quevedo no aceptaba la ubicación de Cañete ni la concebía en las caídas orientales
de Aconquija. Para él Cañete coincidía con Huazán, (Andalgalá), se hallaba allí y no en parte otra alguna.
2- No nos explicamos porqué Lafone Quevedo considera imposible el abandono de Cañete (del valle de
Gualán) sabiendo como el lo sabia que las fuerzas españolas, no obstante su arrojo y valentía, fueron
impotentes en mas de una oportunidad para contener las embestidas de las tribus nativas confederales, y
que fue un hecho real el abandono de Cañete ante el empuje de las tropas acaudilladas por don Juan de
Calchaquí.
3- Lafone Quevedo, Op. y loc. Cit.
4- Lozano, t. IV, pág. 198.
18
Mas directa e inmediata, ya que desde Quinmivil partía el camino directo que,
que por al actual Fuerte de Andalgalá – supuesto por nosotros Conando – se internaba
en la quebrada de las Cañas para salir a Cañete. Por otra parte, llevar la ciudad de
Londres al valle de San Fernando o a Hualfin, era alejarla aun mas de toda posible
ayuda y colocarla en el camino obligado de las comunicaciones entre los calchaquíes y
sus aliados, las tribus guerreras de tinogastas, abaucanes, malfines, etc. Era, en
concreto, disparar de un peligro, para caer en otro mayor. Y como bien lo expresa el
teniente coronel don Estanislao Maldones, un traslado así, tan desatinado “habría
importado salirle el bárbaro al encuentro con un hato de victimas…” (1).
El auto de jurisdicción de la ciudad de Londres de Poman (año 1633)
menciona a conando inmediatamente después de Guachacce y Guazán (Huazán),
pueblos inmediatos al Fuerte de Andalgalá, lo cual probaría su cercana ubicación.
Lozano, cuando nos narra la entrevista de Bohorquez con el gobernador
Mercado y Villacorta en Pomán (año 1657) y describe el viaje de aquél, procedente de
su cuartel general en Tolombon, al frente de 117 caciques adictos, dicen que corran
por cuenta del gobernador los gastos de la comitiva del falso Inca, desde el momento
en que éste pisara el valle de Conando (2) y es evidente que Bohorquez desde el valle
de Yocavil (Santa María) debió dirigirse a Poman por la entrada norte del valle de
Andalgalá, vale decir por el Conando que nosotros suponemos, ya que no habría
motivos que explicaran su desvió por Belén, si Conando se hubiera encontrado en el
valle de San Fernando, cuando el falso Inca iba a marchas forzadas hacia Poman y
debió naturalmente seguir el camino más corto que dejamos indicado.
Existe además una circunstancia digna de tomarse en consideración con
respecto a este punto. En documentos del año 1585 se habla de San Pedro de Conando
como un lugar apropiado para la fundación de una ciudad estratégica y de brillante
porvenir por las minas en él descubiertas; y es sabido que Francisco de Aguirre, siendo
gobernador del Tucumán envió, en dos oportunidades, gente a la mendo de Nicolás de
Garnica, del capitán Blas Rosales y de Juan Pérez Moreno una de ellas (3); y la otra al
mando de Rodrigo de Palos y Juan de Cusio (4) con objeto de que efectuaran dicha
fundación; la cual, al parecer, nunca llegó a realizarse (5), por causas que se ignoran.14
14
Toponimia Catamarqueña, pág. 47.
2- LOZANO, t. IV, paginas 46 y 47.
3- LEVILLIER, Probanzas de Méritos y Servicios de los Conquistadores del Tucumán, t.II,
pág. 349.
4- LEVILLIER, id. id., t l, patina 208.
5- LEVILLIER, id. Id., t. I, pagina 208.
19
Juan Fernández de San Pedro, hombre sin duda muy allegado al gobernador
Aguirre, ya que es él quien promueve la tercera Información de Servicios del
conquistador Aguirre levantada en La Serena en julio de 1554, habría sido
encomendero quizá del pueblo de Conando. Aguirre, al deponer a Núñez de Prado en
1553, dejó sin efecto las encomiendas concedidas por éste, transfiriéndolas a sus
conmilitones. El pueblo de Conando, que con su cacique Chanamba (Chanampa) y 100
indios diaguitas de visitación fuera encomendado por Núñez del Prado a su hijo
adoptivo Juan Bautista de Alcántara con fecha 8 de enero de 1552 (1), es de suponer
le fuera adjudicado por Aguirre a Fernández de San Pedro y que éste se hallara en
aquel lugar cuando fue invadido por los lules, que se desmandaban hasta las caídas
occidentales del Aconquija, dando muerte al encomendero.
Este Juan Fernández no habría sido otro que Juan Fernández de San Pedro, el
apoderado de Aguirre en la información mencionada; y en homenaje y memoria de él,
habría empezado a designarse a aquel lugar con el nombre de San Pedro de Conando.
Si este lugar: Conando, coincide con Julumao o le es inmediato, se explica
fácilmente que al levantarse ahí el Fuerte de San Pedro de Mercado en 1657-8, se
hubiera reemplazado el final Conando por Mercado en homenaje al gobernador
Mercado y Villacorta, bajo cuyo gobierno se erigió. De lo contrario, no se justificaría ni
explicaría el agregado inicial de San Pedro, ya que en todo caso lo lógico hubiera sido
asignarle el nombre de “San Alonso de Mercado”, pues resulta muy atraído de los
pelos el San Pedro.
La vida de la ciudad de Londres en su segundo asiento del valle de Conando
fue sumamente precaria, apenas algunos meses; y Castañeda se vio en la necesidad
de ordenar su precipitado abandono en diciembre de 1562, antes de que don Juan de
Calchaquí cayera sobre ella con sus hordas incendiarias. No dio tiempo a sus
pobladores ni siquiera para recoger la cosecha del trigo, que quedó almacenado en las
parvas y del que se aprovecharon los calchaquíes al invadirla (LOZANO, t. IV, pág.,
218).
TERCERA LONDRES (2)
Desaparecida la ciudad de Londres del valle de Conando, como acabamos de
verlo, a fines de 1562, ella sólo perdura en el recuerdo por espacio15
15
LEVILLIER, Probanzas de Méritos y Servicios de los Conquistadores del Tucumán. I, pág. 348 a
383.
2- Segunda fundación de Londres por Gaspar Doncel, en su tercer asiento en el valle de Famaifil, a
24 de mayo de 1607, con el nombre de San Juan Bautista de la Rivera.
20
De casi 45 años, hasta que el gobernador del Tucumán don Alonso de Rivera,
reconociendo la imprecindible necesidad de mantener una ciudad avanzada en el
corazón de los valles diaguitas, encomienda a su teniente de gobernador en la ciudad
de Todos los Santos de la Nueva Rioja don Gaspar Doncel, en carta de fecha 13 de
febrero de 1607, la refundación de la extinta ciudad de Londres: “…en donde en
tiempos pasados estuvo poblada “… “o en la parte mas acomodada y mejor que le
pareciere...” (1).
Doncel se traslada a Belén actual, en virtud de dicha comisión, y en 24 de
mayo de 1607 refunda la segunda Londres en su tercer asiento del valle de Famaifil,
asignándole el nombre de San Juan Bautista de la Rivera, en homenaje al gobernador
“… a 35 leguas de La Rioja, a la banda del norte (2), legua y media de donde solía estar,
sobre un río que se llama Jamaistil (Famaifil o Famaistil) muy abundante de agua”
(Carta del gobernador don Alonso de Rivera a S.M., de fecha 11 de febrero de 1608) 3.
La ubicación de esta ciudad a “…a legua y media...” de donde solía estar (4) y
sobre el rio Famaifil, nos permitirá precisar su asiento y ratificar el asignado a la
primera Londres de Zurita.
Esta segunda Londres, en orden de fundaciones, pero en realidad la tercera
Londres (San Juan Bautista de la Rivera) según su asiento, emplazada a “… legua y
media…” de la primera, se habría encontrado ubicada al 1 1/2 o dos kilómetros hacia
el N.E. De la actual Villa de Londres (Este) y en consecuencia a 3 o 3 1/2 kilómetros
con igual rumbo de la Villa de Londres (Oeste). Vale decir: a legua y media de la
primera, como lo expresa el gobernador Rivera.
Historiadores de prestigio, entre los que pueden citarse a Lafone Quevedo,
Larrouy, etc., sostienen que esta Londres debió coincidir con la actual Villa de Belén, a
3 leguas (y no a legua y media) de distancia de la primera Londres ya las márgenes del
rio de Belén, que también suponen habría sido conocida en aquella época por el
nombre de Famaifil. Y argumentan para armonizar las diferencias que, por error, se
habría dicho legua y media siendo tres leguas la distancia que mediada entre una y
otra ciudad de Londres. Debe tenerse en cuenta que los hombres de la conquista, a
pesar de carecer de aparatos de precisión, eran bien exactos en la apreciación de las
distancias; y se equivocaban, es cierto, pero solo por escaso margen. No es admisible
por consiguiente que en este caso, y tratándose de distancia tan pequeña, hubieran
estado tan desacertados en su apreciación.16
16
P. A. LARROUY, Autonomía Catamarqueña, Ap. I°, pág. VII.
2- Debe interpretarse por “rumbo norte”; es decir al Norte de la Rioja.
3- LARROUY, OP. cit. Apéndice 1°, página VII.
4- Debe entenderse que alude a la primera Londres en el valle de Quinmivil.
21
Exploraciones realizadas e investigaciones practicadas in situ (1), nos permiten
sostener que la Londres de Doncel no coincidía en su ubicación con la actual Villa de
Belén y que se hallaba emplazada, como lo afirma el gobernador don Alonso de Rivera,
a “legua y media” aproximadamente de la primera Londres.
En efecto, a ambos lados de la ruta nacional N° 40 que comunica Londres con
Belén, en un dilatado y fértil valle y como a 1 '/2 o 2 kilómetros de Londres Este, se
perciben restos de una ciudad española desaparecida (2). Tal habría sido la Londres de
Doncel. Su emplazamiento, justamente a “ legua y media» de la primera Londres, que
tal es la distancia aproximada resultante de este sitio a las ruinas de la primera
Londres, coincide con lo expresado por Rivera en su carta de fecha 11 de febrero de
1608 en la que dice: "reedifiqué la ciudad de Londres 35 leguas de la Rioja a la banda
del norte(3) legua y media de donde solía estar sobre un río que se llama Jamaistil,
muy abundante de agua, alcanza tierra muy fértil de labranza y crianza y mucha; toma
las espaldas a la ciudad de San Miguel de Tucumán y el costado a Calchaquí y se da la
mano con la cordillera nevada de Chile por la vuelta de Coquimbo y pienso que este
verano quedará descubierto el camino viejo que solía caminar en tiempo que Londres
estaba poblada. Lámase esta nueva población San Juan Bautista de la Rivera”.
(Autonomía catamarqueña, doc. N° I del apéndice, pág. VII).
El Rio Jamaistil (Famaifil) aquí mencionado se supone fue el rio de Belén por la
abundancia de agua que se atribuye. Pero al hablar de la cuarta ciudad de Londres
veremos que no pudo ser el rio de Belén sino otro abundante de agua en aquella
época, y cuyo caudal declino visiblemente tiempo después, quizás en 1610, dando
motivo el traslado de la ciudad que se vio de improviso privada de tan vital elemento.
El río Belén es de un caudal firme hasta el presente y no es de pensar que en época
alguna se hubiera cortado totalmente. Debió tratarse de otro río de la región conocido
por el nombre de Famayfil, como el valle por el cual corría, y el que por trabajos de
aluvión cambió de curso. Nos inclinamos a pensar que se trata del rio hoy llamado Rio
Hondo. Este río se ve claramente que con anterioridad pasaba al norte de la actual villa
de Londres con rumbo S.E., y los enormes cantos rodados que ocupan el lecho
abandonado y las márgenes del mismo nos hablan de su apreciable caudal antiguo.17
17
Ver. pag. 89.
2- Ruinas conocidas por las “Paredes Viejas”.
3- Rumbo norte...ver. pag. 98.
22
Como a 1 km, al este de la villa y antes de llegar al sitio en que
suponemos se levantó la ciudad de Londres de 1607, torcía su curso hacia el sur. Hoy,
como puede verse (1), sigue con rumbo sur por entre las dos Villas de Londres (Este y
Oeste); su desvió de habría producido por el año 1610, dejando a la ciudad en seco. De
ahí que los londrinos clamaran por el traslado de la ciudad debido al “engaño del agua
del rio…” “…que les calló abiesso...” 2. Hablando de este rio dice Doncel en su carta al
gobernador, fechada en San Juan Bautista de la Rivera a 4 de noviembre de 1607:
“… al rio de esta ciudad va poderoso en agua que pasa de cien marcos. El
temple de esta ciudad es el mejor que se halla en la gobernación porque no hace frio
ni calor y de noche es menester antes ropa que quitada, bébase fría si se coge por la
mañana el agua de esta ciudad es un poco gruesa, y la de Londres (3) la mejor que se
halla en toda la gobernación. Una legua el rio arriba entra otro (4) en este de la ciudad
con muy linda agua tan buena como la de Londres que baja de la sierra de Abaucan y
corren las agua de el del sur al norte hasta entrar en el río de esta ciudad que casi
corre por el propio rumbo del molino que voy haciendo…” (Autonomía Catamarqueña,
apéndice: doc. I, págs., VI y VII). Se conocen además documentos que nos permiten
refirmar nuestra tesis de que ninguna de las ciudades de Londres tuvo por asiento el
sitio en que hoy se encuentra la villa de Belén. Se trata en uno de ellos de una petición
elevada por los vecinos de Belén al gobernador interino del Tucumán don Joaquín de
Espinosa en 1772 en la que solicitan la fundación de una villa en el valle de Belén con
objeto de hacerla cabeza de jurisdicción eclesiástica independiente, ya que hasta el
año 1780 formaban parte integrante del extensísimo curato de Belén (jurisdicción de
Londres) los actuales departamentos de Belén, Pomán, Santa María, Ándalgala y
Tinogosta, abarcando una extensión de 60.000 kilómetros cuadrados
aproximadamente.
Se hallaba al frente de curato de Belén por el año 1772 don Francisco Javier
Mendiolaza, doctorado en la Universidad de Córdoba en I769.
Mendiolaza firma conjuntamente con 17 vecinos la petición en que después
de concretar las excelencias de la región y las necesidades de orden material y
espiritual que inspiran el petitorio se expresa: … “en distancia de 3 leguas de Belén
(villa fundada por el cura don Bartolomé Olmos de Aguilera el 20 de diciembre de
1681 (está) en la antigua ciudad de Londres que, por la hostilidad del enemigo fue
desolada, y por ahora muy poblada (P. Antonio Larrouy, Autonomía Catamarqueña:
colonización de la provincia de Catamarca, pág. 24). 18
18
Ver esquema N° 3.
2- Ver cuarta Londres y Documento N° 2.
3- Se refiere sin duda al agua del río Quinmivil.
4- Rio que habría desaparecido también, por cuanto de él no se encuentra rastro alguno.
23
La cita transcripta es interesante por cuanto en el documento de referencia,
redactado en 1772, cuando se estaba bien cerca de los acontecimientos londinenses,
se desvincula totalmente a Londres de Belén. Si la Londres de Doncel hubiera tenido
por asiento el sitio en que se levantó más tarde la villa de Belén, se hubiera hecho
constar así. Pero contrariamente, se dice que la antigua ciudad de Londres, aunque no
se expresa cuál de ellas, se halla a tres leguas de Belén, lo cual nos permite suponer
que tanto la primera Londres como la segunda no habría salido del radio denominado
Londres: villas actuales de Londres (Este y Oeste).
En el informe que sobre el curato de Belén produce en la ciudad de Salta el
12 de enero de 1736 el licenciado don Miguel de Villafañe ante el Ilustrísimo señor
obispo don Joseph de Zeballos, dice: “A tres leguas de Belén, esta la ciudad antigua de
Londres...” (1).
Luego en la “Relación Geográfica de la Jurisdicción de Catamarca” que eleva
el general don Luis José Díaz con fecha 6 de diciembre de 1755 expresa: “El dicho
Santuario de Belén que está en la boca de una quebrada reside un cura, que
comprendía su curato todo este partido (el de Belén) hasta Poman. Y todo el terreno
de la Ciudad destruida de San Juan Bautista de Londres a distancia de Belén tres
leguas...” 2.
CUARTA LONDRES
No habría resultado de un caudal tan firme las aguas del rio Famaifil como lo
afirmaba Rivera en su carta de fecha 11 de febrero de 1608 (4), ni tan siquiera lo
suficientemente aptas para alimentar a la diminuta ciudad levantada a su vera, desde
el momento que, cinco años mas tarde, se vieron precisados sus pobladores a
gestionar su traslado “… por el engaño del agua del rio que…” “…les calló abiesso…”.19
19
Larrouy, aut. Cat. Ao. X, pag. XXV.
2- LARROUY, Aut. Cat. Ap. XI pag. XXVIII.
3- En su cuarto asiento del valle de Quinmivil, bajo el nombre de San Juan Bautista de la Paz (años
1612 – 13)
4- Autonomía Catamarqueña, Ap. I, pág. VII.
24
Así lo expresan en un documento con que hemos tenido la suerte de tropezar
y que nos viene a dar luz con respecto a las causas y a la oportunidad en que la tercera
Londres, o sea San Juan Bautista de la Rivera, se traslada a su cuarto asiento del valle
de Quinmívil, en donde aparece bajo la denominación de San Juan Bautista de la Paz.
La existencia de documentos en que se menciona a esta ciudad bajo este
ultimo nombre y el cambio de sitio, llamó justamente la atención, sin que hasta el
presente - que lo sepamos al menos - fuera posible establecer las causas de su traslado
ni de su modificación nominativa, hecho que dio lugar en mas de una oportunidad a
que, acontecimientos pertenecientes a la tercera Londres, fueran adjudicados a la
cuarta y recíprocamente, y originaron explicables confusiones.
Larrouy, aludiendo a estos cambios, manifiesta ignorar los motivos
determinantes de ellos: “... y es fuerza admitir-dice- que intervino una traslación, aun
cuando no se encuentra ningún rastro directo de ella en los instrumentos de que por
ahora se dispone... “(Autonomía Catamarqueña pág. 7) y Lafone Quevedo: "… En
cuanto al nombre de la nueva ciudad (la cuarta Londres) existe una merced (la del
Pucara de Aconquija) en que se la llama San Juan Bautista de la Paz. Sin duda alguna, el
tiempo nos ha de explicar el motivo de este cambio, porque en un instrumento publico
no hubiesen falseado el nombre de la ciudad sin razón para ello” 1.
El documento revelador a que hemos hecho referencia consiste en una carta,
dada a la publicidad entre otros, como apéndice a la obra Francisco de Alfaro y la
Condición Social de los indios, por el historiador don Enrique di Gandía (2), documento
que ha pasado sin duda inadvertido para los estudiosos o bien no le han asignado la
importancia capital que encierra al noticiarnos acerca de las causas que motivaron el
traslado de aquella ciudad y de la oportunidad en que él se produjo. En dicha carta, el
Cabildo de la ciudad de San Juan Bautista de la Paz se dirige al Rey, enumerando los
inconvenientes creados a sus pobladores por las ordenanzas del licenciado Alfaro, y
pidiendo en consecuencia se suspenda su aplicación con respecto a dicha ciudad por
ser ella “ ..La las tierna…” y en atención también a las demás necesidades, motivos y
antecedentes que se expresan.
Alfaro en su gira vertiginosa, habría visitado a casi todas las ciudades del
Tucumán, incluso “... los pueblos de los indios bapticados y muchos de los que no lo
están…” 20
20
refundación de la ciudad de Londres en 1607, en Belén valle de Famaifil. Carta abierta al doctor
Ramón Cárcano, public. En boletín del instituto geográfico argentino, t. XVII, n° 7, 8 y 9 de julio
– septiembre de 1896.
2- Ver documento n°2.
25
Entre los meses de febrero, marzo y abril de 1611, ya que a fines de abril o
principios de mayo se hallaba en la ciudad de Córdoba (2).
Es durante este breve periodo y antes de dirigirse a las ciudades de La Rioja y
Córdoba que se habría internado hasta la ciudad de Londres de Famaifil (tercera
Londres en su tercer asiento) en cuya oportunidad los pobladores de aquella ciudad le
habrían pedido el traslado de ella a su primitivo asiento en el valle de Quinmivil.
Resulta interesante reproducir la parte pertinente de aquella carta por ser el
único documento publicado y conocido hasta la fecha que da noticias ciertas acerca
del traslado de la tercera Londres (San Juan Bautista de la Rivera: valle de Famaifil), a
su primitivo asiento (valle de Quinmivil) con el nombre de San Juan Bautista de la Paz,
por otra parte, es éste el único documento mas antiguo conocido en que se menciona
el nombre de San Juan Bautista de la Paz, y es de suponer se trate también del primero
emitido desde la nueva ciudad. Dice así:
“Señor: De la visita general que el licenciado don Francisco de Alfaro oydor de
nuestra rreal audiencia de la plata… poblamos la ciudad de la rrioxa que con mucho
trabaxo se asentó y conquistó por los exsesibos (¿daños?) que en este lugar causaban
los naturales para tomar algún alivio y asegurar estas tierras y las ciudades de Córdoba
y la rrioxa y de san miguel de Tucumán y ciudad de Lerma en el valle de salta sus
sircunvezinos determinaron dexar nuestras casas y hasiendas y poblar a nuestra costa
sin ayuda ni socorro de vuestras rreales caxas ni menos de los gobernadores ni el que
la fundó poblamos legua y media desta ciudad (3) habrá cinco años que por andar
sobre ellos conquistándoles y trayéndoles por los mejores medios quo se pudo, llegó el
dicho vuestro oydor visitador general (4) a donde halló a los vecinos y conquistadores
con las armas a cuestas y muchísimo trabaxo y bido en los naturales lo que aquí
tenemos a vuestra magestad ynformado y en buen agasaxo y tratamiento como a hijos
y que yban entrando en usso y rrason a donde aviendose informado del asiento en
questabamos y no ser acomodado por el engaño del agua del rio que nos calló abieso
por esta21
21
ENRIQUE DE GANDÍA, obra citada, doc. N° XXXII (ver doc. N°2).
2- Con fecha 2 de marzo el cabildo de Santiago del Estero comunicó al rey la llegada del visitador
Alfaro. Y el 9 de marzo de 1611 Alfaro promulgó en la ciudad de Córdoba un auto con respecto
al tránsito de los indios. (Gandía, op. cit., págs. 203 y 207).
3- Se ve que ya se encontraban en la nueva ciudad de San Juan Bautista de la Paz cuando
escribieron esta carta.
4- Don Francisco de Alfaro.
26
Ciudad (1) le fue pedido se trasladase en este asiento (2) el qual lo remitió a
vuestro gobernador don Luis de Quiñones Osorio para que proveyesse en el caso lo
que más combiniese a vuestro rreal serbicio y por su orden y mandato se traslado a
este sitio donde al presente abitamos...” etc.
Termina la carta pidiendo que se acceda a lo que el procurador enviado por
aquella ciudad iba a gestionar a fin de que se dejaran de aplicar en ello las ordenanzas
apretadas de Alfaro, por tratarse de una “ ciudad la mas tierna y que agora se
comienzan a edificar las casas y demás menesterosas (¿cosas necesarias?) Para su
sustentación...” etc. “... suplicamos a vuestra magestad umildemente vistos los justos
pedimientos de nuestro procurador se nos haga merced como de vuestra magestad
rreciben vuestros vasallos nuestro señor guarde a vuestra magestad muchos y muy
largos años con acrecentamiento de mayores rreynos y señoríos como por los leales
vasallos de vuestra magestnd es deseado de san Juan Bautista de la paz y de hebrero
19 – 1613.
Sebastián de Loria - don Francisco Maldonado de Saavedra - Xristoual de
contreras - Luis Sánchez de herrera – Juan Núñez.
Por el Cabildo.
Bartolomé Thomas del peso Escrivano publico y del cabildo...
(Rubricados)
Archivo General, de Indias, de Sevilla: 74/3/38 o (3).
Como se ve, el documento es claro y terminante con respecto al traslado de la
Londres de Doncel al asiento de la Londres de Pérez de Zurita, en donde permanece
hasta el año 1632, con la modificación parcial del nombre con que la bautizara Doncel.
Ya no se denomina San Juan Bautista de la Rivera, sino San Juan Bautista de la Paz, y
así se la menciona en manuscritos y documentos de la época (4). Con esta carta; que
tiene la virtud de aclararnos un punto histórico - de ahí su trascendental importancia -
queda despejada la que fuera incógnita para Lafone Quevedo y el padre Larrouy y
salvado el error en que incurre el señor Cornelio Sánchez Oviedo al afirmar que la
ciudad de Londres “...refundada nuevamente cerca del asiento de la actual villa de
Belén en 1607, destruida por la indiada, es fundada en el asiento de la primera
(Quinmivil) en 1632, 22
22
La de San Juan Bautista de la Rivera (tercera Londres) del Valle de Famaifil.
2- Al de la cuarta Londres del valle de Quinmivil (San Juan Bautista de la Paz).
3- Ver Doc, n° 2.
4- Ver R. Levellier, Papeles eclesiásticos del Tucumán, t. I; Autonomía Catamarqueña apéndice I y II y Documentos
Coloniales, Publicados por M. Lizondo Borda, t. III, pág. 92.
27
Para trasladarla al año siguiente, 1633 a Pomán” 1.
Ya se ha visto que la Londres de Doncel (1607) fue trasladada (1612 - 13) y
no fundada nuevamente en el asiento primitivo del valle de Quinmivil, a pedido de los
pobladores de la tercera Londres, ante la inseguridad personal que les obligaba a vivir
« ...con las arma a cuestas … “ y debido al “ ...engaño del agua del rrío...” que les “ ...
cayó avieso…” 2 ,y no por haber sido destruida en dicho sitio “por la indiada...”, como
lo expresa Sánchez Oviedo; perdurando ahí hasta I632 en que recién se produce su
destrucción, a principios del Gran Alzamiento, obligando a sus pobladores a buscar
refugio en la ciudad de Todos los Santos, de la Nueva Rioja, en numero aproximado de
mil almas.
Pero, no es éste único error del señor Sánchez Oviedo que nos vemos en la
obligación de salvar en homenaje a la verdad histórica. En su folleto intitulado Los
Fundadores de la Ciudad de Londres (Catamarca, 1943) dice: “2° Londres, fundada en
Andalgala. Año 1562...” 3.
La segunda Londres no fue fundada en Andalgala sino trasladada a ese sitio
(valle de Conando) la primera Londres desde el valle de Quinmivil en 1562. Y mas
adelante agrega: “4° Londres fundada otra vez sobre la derruída primera Londres y qua
se perpetua hasta hoy con idéntico nombre. Año 1632...” 4.
Acabamos de ver que la cuarta Londres no fue fundada una vez mas sobre la
derruída primera Londres, sino sencillamente trasladada a ese sitio en 1612 – 13 la
tercera Londres de Famaifil.
Con respecto al cambio experimentado en su denominación, diremos que era
y es aun común en los gobernantes, modificar o cambiar al menos las designaciones,
cuando no les es posible borrar todo rastro de la obra de sus antecesores, impulsados
casi siempre por mezquinos sentimientos, enemistades personales, rivalidades propias
del cargo o intrigas de conmilitones. Así hemos visto como Castañeda, sin motivo
valedero, cambió el nombre a las tres ciudades que fundara Pérez de zurita, del mismo
modo que éste cambió el nombre de Nuevo Maestrazgo de Santiago, con que
bautizara Núñez de Prado a la región de su mando, por el de Nueva Inglaterra.
Nada extraño seria, pues, que don Luis de Quiñones Osorio, quien reemplazó
a don Alonso de Rivera en el gobierno del Tucumán en abril 23
23
Catamarca en las exposiciones, pág. 229. Cap. VI (Ap.)
2- Debe interpretarse por torcido o malo, por haber cambiado de recorrido o bien por haber disminuido
notablemente su caudal.
3- Op. cit., pág. 5.
4- Id. Id., pág. 5.
28
De 1611 (1), obedeciendo a cualquiera de estas causas, se hubiera sentido
tentado a anular siquiera en parle el mérito que le cupo a Rivera en la refundación de
Londres (1607) y a restarle importancia autorizando el traslado de ella a otro sitio mas
adecuado, es cierto, a las márgenes del río Quinmivil, en donde la emplazara por
primera vez Pérez de Zurita, respetando del nombre asignado solo aquello que no
servía para perpetuar la memoria de Rivera: San Juan Bautista, pero sustituyendo el
agregado de la Rivera por el de la Paz.
No le habrían faltado por otra parta razones en que fundamentar la
autorización del traslado. En primer termino el pedido clamoroso de sus pobladores y
en segundo y tercer termino motivos, sentimental el uno: el de volver la ciudad al sitio
de su primera y original fundación como un homenaje a Pérez de Zurita, el gobernante
de tan clara visión y de tan acertada gestión en el gobierno del Tucumán, y material y
estratégico el otro : la existencia de las fortificaciones y construcciones dejadas por los
pobladores de la primera Londres, las que habrían sido fácilmente habilitadas y
utilizadas en caso necesario, como lo prueban las ruinas todavía existentes.
Surge como consecuencia lógica de estas constancias, que el traslado debió
producirse a fines de 1612 o al iniciar el 13. El petitorio de los londrinos habría sido
formulado al licenciado Alfaro en el mes de abril de 1611, fecha en que
aproximadamente debió penetrar hasta Londres, considerando que en marzo del
mismo año se hallaba todavía en Santiago del Estero y a fines de abril o principios de
mayo, en Córdoba 2.
Quiñones de Osorio se hace cargo del gobierno en abril de 1611, y después de
recibir el mencionado petitorio que le habría entregado Alfaro personalmente al
encontrarse con él en Córdoba, pasó a Santiago del Estero, tardando un tiempo
apreciable en resolverlo, quizá hasta fines del año siguiente, pues los expedientes
tampoco corrían muy veloces en aquellos tiempos. Es de pensarlo así, ya que en la
carta que acabamos de reproducir fragmentariamente, de fecha 19 de febrero de
1613, expresa el cabildo de la ciudad de Londres (la cuarta Londres o San Juan Bautista
de la Paz) es “…la ciudad mas tierna del Tucumán y que recién a mediados de febrero
de de 1613, se empiezan a edificar las casas...”. Y al referirse a la tercera Londres (San
Juan Bautista de la Rivera) hacen constar que esta ciudad se fundó “…habrá cinco
años…”, hecho que ocurrió, como hemos visto, el 24 de mayo de 1607.
No alcanzamos a descubrir, en cambio, las causas que habrían motivado el
agregado de Paz en reemplazo de la Rivera: 24
24
Así lo afirma Lozano, t. IV, pág. 421.
2- Ver pág. 103, nota 2.
29
A no ser que tal modificación importara traducir el estado de paz y
tranquilidad lograda en el nuevo sitio por los pobladores, que en el asiento anterior
vivían en constante zozobra, como pudo comprobado el visitador Alfaro, quien “...halló
a los vecinos y conquistadores con las armas a cuestas...”.
La ciudad de San Juan Bautista de la Paz, que en los últimos años fue
perdiendo esta denominación para recuperar la primitiva y simple de Londres o de San
Pedro Mártir, perduró en el valle de Quinmivil hasta el año 1632, en que fue
abandonada y destruida durante el Gran Alzamiento calchaquí y sus pobladores, en
número aproximado de mil almas, debieron refugiarse en la ciudad de Todos los
Santos de la Nueva Rioja( 1), perseguidos ,de cerca y acosados por las huestes que
encabezaba blandiendo su mortífera lanza el famoso cacique Chelemín.
En esta oportunidad fue cuando Chelemín desvió hacia la derecha el cauce del
río Quinmivil, cortando así el agua a la ciudad de Londres (2).
QUINTA LONDRES.
Fue necesario convencerse de que la subsistencia de la ciudad de Londres en
Belén o en Andalgalá, alejada de los centros pacificados, constantemente asediada por
las tribus diaguitas, belicosas en extremo, se tornaba imposible o, al menos, imponía
cruentos sacrificios.
Su emplazamiento sobre el “Camino del Inca” , “Camino de Almagro” o
”Camino de los Cuyanos” que en todas estas formas se le nombraba, demostró hasta la
evidencia que dicho emplazamiento, lejos de constituir un baluarte o un puesto
avanzado del dominio español, resultaba más que todo n desafío permanente a la
indiada enemiga y un incentivo constante de rebelión. Don Felipe de Albornoz debió
comprenderlo así al comprobar que ni el valor y arrojo temerario del general Luis de
Cabrera al frente de sus soldados, valientes hasta la temeridad, fue capaz de doblegar
la cerviz de los flecheros diaguitas confederados bajo el mando del ínclito cacique
Chelemin 25
25
LOZANO, op. cit. T. IV, pág. 441. Carta del gobernador Albornoz ya citada.
2- Ver esquema n°3.
3- Tercera fundación en su quinto asiento del valle de Palsipas (Pomán) el 15 de septiembre de 1633 por don
Luis de Cabrera, con el nombre de San Juan Bautista de la Rivera de Londres. (se le llamaba también San
Juan de la Frontera (ver doc. V, pág. 167).
30
Y se decidió a fundar una nueva ciudad de Londres en un sitio no tan
avanzado y menos alejado de las ciudades españolas, en el valle de los Palsipas o
Paccipac (Poman). Ahí podría apoyarse y ser auxiliada mas fácilmente desde La Rioja y
valle de Catamarca en donde se hallaba establecido un presidio costeado por el mismo
Albornoz; presidio respaldado en una población animosa cuya importancia se
acrecentaba en forma manifiesta, constituyendo un verdadero oasis de paz en la vida
turbulenta y azarosa de los conquistadores del antiguo Tucumán.
Así fue como, con fecha 15 de septiembre de 1633, don Jerónimo Luis de
Cabrera refundó por tercera vez la ciudad trashumante, restaurando para ella el
nombre de la primera y segunda Londres acumulados, es decir, San Juan Bautista de
la Rivera de Londres con que bautizaran a sus ciudades Pérez de Zurita y Alonso de
Rivera.
Esta ciudad tuvo una existencia y una realidad sólo documental. Se ha dicho, y
con justicia que ella”...nunca tuvo una casa ni un poblador…” 1. Si se exceptúa la viña o
estancia del general Francisco de Nieva y Castilla, alférez real de la nueva ciudad, en
donde se guardaría sin duda el estandarte real y se habría reunido en alguna
oportunidad su Cabildo Regular, Justicia y Regimiento.
No debemos engañarnos con respecto a la vida de esta ciudad, si
tropezamos con documentos, actas o acuerdos fechados … “ en la ciudad de San Juan
Bautista de la Rivera de Londres…” de fecha posterior al año 1633, desde el momento
que, en cualquier lugar que se encontraban los pobladores componentes del Cabildo y
se reunían con objeto de dictar providencias atinentes a la marcha de la guerra,
actividad primordial en aquella época, las encabezaban como si ellas fueran suscriptas
en el asiento de la ciudad capital a fin de darles autoridad, fuerza legal y fecha cierta.
El gobernador de Tucumán don Ángelo Peredo, en carta del 29 de marzo de
1671 dice con respecto a esta ciudad: " No ha habido jamás vecino en ella, ni quien la
asista, porque algunos vecinos feudatarios de pocos indios que tiene en su jurisdicción,
viven en La Rioja y valle de Catamarca…” 2.
Año mas tarde dice también al respecto el gobernador don José de Garro: “…
el sitio que llaman ciudad, no hay más que el árbol de la justicia que le cerca una
montaña espesa, y a su lado hay una viña sola de…26
26
P. A. LARROUY, Autonomía Catamarqueña, pág. 10.
2- P. A. LARROUY, Documentos relativos a nuestra señora del Valle y a Catamarca, pág. 92.
31
un vecino particular (1), asistida de cuatro o seis indios, que con grave trabajo
meten el agua para su regadío por ser un arroyo pequeño que no tiene la suficiente
para poder sustentar población ninguna de ciudad por pequeña que sea; y nunca esta
ciudad fue fundada (2), sino trasladada en proteforma la primera que se fundó, que la
despoblaron los indios ahora 50 años (3), compelidos de enemigos con las armas, y los
vecinos feudatarios que por no poderse sustentar en ella hacen su morada unos en la
ciudad de La Rioja y otros en dicho valle de Catamarca, y habiendo reconocido yo el
año 1675 que en dicha ciudad de San Juan se elegían alcaldes ordinarios de la
hermandad sin población ninguna, a solo fin de mantener el sitio con nombre de
ciudad y molestar a los indios llevándoles fuera de ella al cultivo de sus haciendas…" 4.
Con anterioridad a estas fechas (año 1640) ya el cura de Londres, Juan de
Aquino nos habla de la orfandad de esta ciudad cuando dice: “...la ciudad que con
título de reedificación se fundó en este puesto de Pomán solo se tenía el nombre y
nada en el efecto…”5.
La quinta Londres de Pomán perduró, como lo hemos dicho, solo en la
documentación de la época hasta el año 1683 en que se crea la nueva jurisdicción de
Catamarca por real cédula de 16 de agosto de 1670, encerrando en ella las antiguas
jurisdicciones londinenses y erigiéndose como capital de la misma la ciudad de San
Fernando del valle de Catamarca.
LA CIUDAD DE SAN FERNANDO DEL VALLE DE CATAMARACA
Se sostiene, a nuestro parecer equivocadamente que la ciudad de Catamarca,
cuya fundación se remonta al 5 de julio de 1683 (6), fue solo una reedición de las
ciudades de Londres y, en concreto, una simple traslación de la Londres de Poman.27
27
El general don Francisco de Nieva y Castilla.
2- Debió querer decir "poblada”, ya que fundada lo fue incuestionablemente el 15 de
septiembre de 1633.
3- En 1632, al ser sitiada por los huestes de Chelemin en su cuarto asiento del valle de Quinmivil.
4- Carta del gobernador del Tucumán don José de Garro al Rey, fechada en Córdoba a 10 de junio
de 1670, en P. A. LARROUY, Documentos relativos a nuestra señora del Valle y a Catamarca,
pág. 110. (ver doc. N° 9).
5- P. A. LARROUY, Documentos del archivo de Indias para la Historia del Tucumán, t. I, pág. 170.
6- Ver: P. PASCUAL SOPRANO, La virgen del Valle y la Conquista del Antiguo Tucumán, libro, II,
cap. V, P. FRAY BERNARDINO ORELLANA, Ramillete histórico de los milagros de la virgen del
Valle y Docs. N° 10, 11 y 12.
32
Nada mas inexacto que semejante afirmación, no obstante el contenido de la
clausula dispositiva de la cédula real del 16 de agosto de 1679 por la cual se dispone:
“… la mudanza de la ciudad de Londres al Valle de Catamarca…” ni los términos del
acta de señalamiento de sitio para ella establecido por Mendoza Mate de Luna: “... que
habiendo reservado como reservó el (señor gobernador) por vista de ojos hacer
elección de Sitio para la población que se ha de hacer para ciudad trasladando en ella
la Ciudad de Londres en cumplimiento de la Real Cédula de su Magestad que está por
cabeza de este libro de Cabido...” , etc.
Las consideraciones que pasamos a formular demostraran en forma
indubitable que no hubo en realidad de verdad traslado alguno de ciudad ni de nada
que pueda significar una mudanza material, si se exceptúa el Estandarte Real,
conducido al Valle de Catamarca, único resto de la incorpórea Londres de Poman.
Lo que hubo, sencillamente, fue la creación de una nueva jurisdicción: la de
Catamarca, encerrando en ella el área perteneciente alas extintas jurisdicciones
londinenses y en consecuencia, la erección de una nueva ciudad también, la de San
Femando del valle de Catamarca como capital de ella, lo cual es completamente
diferente al traslado de una ciudad que nunca existió como tal, es decir, con todos sus
atributos: la quinta Londres de Pomán o San Bautista de la Rivera de Londres.
LA CIUDAD DE SAN FERNANDO DEL VALLE DE CATAMARCA EN SU
PROMITIVO ASIENTO DE “LAS CHACRAS”.
La colonia del valle de Catamarca, como se designaba a la industriosa
población que a fines del siglo XVI habría empezado a formarse, se extendía a la
margen izquierda principalmente del río Grande de Choya (1) o el rio del valle de
Catamarca, teniendo por centro el primitivo pueblo indígena de Motivo o
Motimogasta.
Descubierto el valle de Catamarca por Diego de Rojas a fines de 1543 o
principios de 1544 y luego explorado y pacificado por Juan Núñez de Prado en 1552,
pues que este se encontraba “conquistándolo”, según testimonio….28
28
Así se denomina en los primeros años de la conquista al actual río del valle de
Catamarca, para diferenciarlo seguramente del rio Chico o arroyo de Choya que corría
a los pies del pueblo indígena de Choya.
33
De Cristóbal Pereira (1), cuando Aguirre le mandó prender y remitió a Chile, habría
empezado a colonizarse poco tiempo después. Los hombres que acompañaron a Rojas
en la primera entrada 2 y muchos de citas de los cuales volvieron nuevamente con
Núñez de Prado, habrían quedado maravillados ante la contemplación del feracísimo
valle da Catamarca, de belleza incomparable por su amplitud y uniformidad, su
aspecto pintoresco, su clima privilegiado y la fertilidad de sus tierras dotadas de agua
en abundancia y en donde los nativos cultivaban el maíz, el algodón y demás
productos con excelente resultado. Es evidente, pues, que desde su primera entrada al
valle de Catamarca (1543 - 4) esos hombres abrigaron el deseo y la intención de
establecerse en él y que propalaran al mismo tiempo entre sus compañeros de
andanzas y aventuras las virtudes del valle excepcional.
Las tierras que solicitaban en merced los conquistadores, en premio de los
cruentos sacrificios y servicios prestados a la Corona, no debieron ser pedidas al caso,
sino, por el contrario, previo conocimiento de la región y previa comprobación de las
virtudes productivas de la tierra. Siendo así, se explica que el valle de Catamarca se
convirtiera en un retazo privilegiado de tierra que se reparte en mercedes de reducida
extensión, Pero esta reducida extensión se halaba compensada por su mayor
importancia y su ventajosa ubicación. No se conocen en este valle mercedes como las
de Taco-Pampa, Anillaco, Antofagasta, Allegas, etc., de. Centenares de leguas; todas en
él se reducen a media legua o a lo sumo a tres leguas en cuadro. Se insinúa así el
trazado de una población con aspiraciones de centro urbano y en donde las pequeñas
parcelas repartidas entre muchos colonos debieron subdividirse a su vez por ventas y
donaciones, con objeto de permitir la incorporación de nuevos pobladores. Son dignas
de señalarse las causas de este que podríamos llamar fenómeno no común en la vida
colonial, que se caracterizó por una desmedida avaricia de de tierra y de indios, los dos
elementos fundamentales del enriquecimiento que se perseguía una vez fracasada la
búsqueda de tesoros y de huacas “taconadas” de oro.
Dos son las causas principales de este fenómeno que venimos señalando,
aparte de las ya mencionada acerca de las condiciones naturales de la región: I° la
aparición de la Virgen en la gruta de Choya, con lo cual el valle se convierte en
santuario de peregrinación que monopoliza el fervor cristiano del Tucumán y regiones
circunvecinas; 2° la circunstancia de ser este valle uno de los mas importantes centros
de producción algodonera y un verdadero emporio industrial proveedor de lienzo y
pabilo que se exportaba en gran escala al Potosí y al Perú.29
29
Testigo en la información de servicios de H. Mejía Miraval, en R. LEVILLIER, Probanzas de meritos y servicios de los
conquistadores del Tucumán, t. II pág. 117.
2- Rojas debió entrar al valle de Catamarca a fines de 1543 o a principios del 44 (época de grande calores y cuando los
maizales estaban en berza), atravesando la actual cuesta del Totoral y siguiendo a lo largo del Cañón de Paclin (ver Juan
Pablo Vera, Capayan y la Cuesta del Totoral, en la Nación del 21 – XI- 1937 y 16 – VI – 1940).
34
Luego, después de la fundación de la ciudad de Todos los Santos de la Nueva
Rioja (1591), la colonia del valle se convierte en el centro obligado de transito y
actividades comerciales del N.O, centro al cual convergen las caravanas procedentes
de todas las ciudades del Tucumán, constituyendo así el paso ineludible del
intercambio entre Perú y Chile con escalas en Cuyo, lo que trae como consecuencia
Ilógica el abandono o casi absoluto del antiguo “Camino del Inca” que pasaba por la
región del viejo valle de Londres.
Los cultivos de aquella zona abastecían sobradamente a las ciudades vecinas y
sus prados ubérrimos daban albergue a las bestias de carga que se concentraban ahí
en procura de engorde y del necesario descanso que debía proporcionársele después
de tan largas y fatigosas jornadas.
El gobernador del Tucumán don José de Garro, hablando de la conveniencia
de trasladar la ciudad de Londres el valle de Catamarca, dice en carta de fecha 20 de
febrero de 1678: “... Es fértil la tierra y se dan todas las frutas de la provincia, y trigo y
maíz y viñas y suma de algarrobales y particularmente el algodón de que se provee
toda la provincia, por no darse en otra parte de ella y aun pasa en pabilo a esas del
Perú que es el principal trato de aquel valle por lo considerable...” 1.
No es posible precisar la fecha en que se establece el primer colono en aquel
valle, pero sí se conoce la de las primeras mercedes otorgadas en él y solicitadas
seguramente, como se ha dicho, previa experimentación y previa comprobación de las
virtudes productivas de la tierra.
El 9 de noviembre de 1591, el gobernador Ramírez de Velasco otorga a Alonso
Carrión la merced de Autigasta, que comprendía las actuales poblaciones de
Guaycama, Santa Cruz (Auti o Autigasta propiamente dicho) y Portezuelo y que
constaban de tres leguas de largo por tres de ancho.
En el año 1595, Gonzalo Núñez obtiene la merced de Cigalí, poco mas arriba
de Choya, Chacarita de los Padres.
En 1608, Pedro de Maidana obtiene la merced de Motimo o Motimogasta que
comprendía: San Isidro (Valle Viejo), de media legua escasa por 30
30
Ver Doc. N° 8.
35
Rumbo; merced que amplía con otra media legua en 1616 por compra que
afecta a los indios, motimos con autorización del gobernador Quiñones Osorio y media
legua más que adquiere por compra también de parte de la merced perteneciente a su
vecino Luis de Medina en 1617, con lo cual extiende su propio predio abarcando las
poblaciones de Villa Dolores, San Isidro, Rosario y Sumalao (Valle Viejo).
Luis de Medina ya disfrutaba de parte de aquellas tierras, al parecer desde el
año 1595, adquiridas en merced que le otorga el gobernador Mercado y Peñalosa y
que comprendía legua y media al sur del llamado Pucará de Polco por media legua de
ancho a ambas márgenes del río Grande de Choya (río del Valle), extendiéndose por la
margen derecha otra legua más hasta encerrar parte del sitio que hoy ocupa la ciudad
de San Fernando del Valle de Catamarca, En concreto: El Hueco (Siguatgasta o
Sigualgasta) Polco y Villa Dolores sobre la margen izquierda, y Chacabuco, Chacarita y
Parle de Choya sobre la margen derecha. Manuel de Salazar obtiene una legua al
naciente de las mercedes de Medina y Maidana en el año 1621, otorgada por el
gobernador Alonso de Vera y Zarate comprendiendo Santa Rosa y los Bañados hasta
tocar las Sierras de Gracián.
Del mismo año (1621) data la merced de Allpatauca (San Antonio y El
Hospicio de Fray Mamerto Esquiu), concedida por el mismo gobernador Vera y Zarate
al presbítero Andrés de Guzmán. Aparecen así dividiéndose la merced de
Motimogasla, región central en que se asentara y prosperara la Colonia del valle, los
tres primeros colonos de que hay memoria cierta en el valle de Catamarca: Medina,
Maidana y Salazar.
A mediados del siglo XVII, la mencionada Colonia del valle se halla convertida,
como lo hemos dicho ya, en verdadero centro de atracción comercial y social. En ella
se refugian los pobladores dispersos de las ciudades destruidas por el indio soberbio e
indómito. La “Epopeya Calchaquí” no llegó jamás a ensangrentar los hogares
levantados a la vera del rio del valle; y ni el insigue Bohorquez logró sojuzgar aquella
población que se hallaba protegida por la fe imperturbable que irradiaba el santuario
de la Virgen del Valle. Por el contrario, la colonia aquella era la proveedora de
soldados perfectamente equipados en todas las campañas militares, y hasta el puerto
de la ciudad de Buenos Aires llegaron; los soldados a protegerla de invasiones
extranjeras en varias oportunidades (1) ; y soldados de la Colonia del Valle ayudaron a
cavar el foso que le mandó construir el gobernador don Pedro de Zarate rodeando el
Fuerte levantado en el mismo sitio en que hoy se halla emplazada Casa Rosada,
cuando debió acudir en auxilio de la ciudad de Buenos Aires amenazada por la
invasión de los cuatro navíos ingleses que, viaje al Rio de la Plata, se perdieron en la
costa del Brasil (1594).31
31
P. SOPRANO, La Virgen del Valle y la conquista del antiguo Tucumán, libro VII, cap. IV y V.
36
Familias ilustres se afincan en el valle de Catamarca. Los apellidos más
preclaros se registran en su vida incipiente. En torno de la vieja capilla del Virgen del
Valle , se levantan las moradas de Nieva y Castilla, Salazar, Medina, Maidana, Pérez de
Hoyo, Vera y Aragón, Herrera, Doncel, Agüero, Vega y Castro, Ahumada, Pereira de
Espíndola, Rodríguez Beltrán, Narváez de San Martin, Acuña, Ceballos, Morales,
Segura, Soria y Medrano, Ramírez de Velasco, Bazán de Pedraza, etc.
Sin embargo, y a pesar de toda la importancia de esta población, son escasas
las circunstancias registradas en la profusa documentación custodiada en los archivos
coloniales acerca de su existencia y desenvolvimiento con anterioridad al siglo XVIII. De
ahí que nada, o al menos muy poco, podamos encontrar a su respecto en Techo, ni en
Lozano, ni en los historiadores que plagiaron a éstos el contenido y algunos hasta el
título de sus obras; ni un en la mas reciente e importante publicación con respecto al
Tucumán: la nueva crónica del a conquista del Tucumán por Roberto Levillier.
Con la autoridad que se apoya en la conciencia del propio valer, los
moradores expectables del valle de Catamarca iniciaron gestiones con objeto de
obtener que la ilusoria ciudad de Londres de Poman fuera trasladada (1) al valle de
Catamarca, erigiendo así justamente esta población en ciudad capital de una nueva
jurisdicción: la de Catamarca.
Los informes favorables de autoridades civiles y eclesiásticas (2)
contribuyeron a coronar el éxito de aquellas gestiones, y fue así como por Real Cedula
del 16 de agosto 1679 se dispone el traslado solicitado (3).
El gobernador del Tucumán don Fernando Mendoza Mate de Luna y Ponce de
León, trasladaba al valle de Catamarca con el propósito de dar cumplimiento a la
disposición real y se encuentra con que la ciudad que se le encomendaba levantar,
existía ya de hecho. Un centro urbano con su iglesia,….32
32
No se trataba, como se desprende en todo lo expuesto, de un traslado; no es el concepto que
correspondía emplear; sino, de la creación de una nueva jurisdicción tomando por base la
jurisdicción de las viejas ciudades de Londres.
2- Ver Docs. N° 5, 6, 8,9 y 11.
3- Ver Doc. N° II.
37
Su plaza, sus calles delineadas y a cordel, sus manzanas rectangulares,
convenientemente edificadas y densamente pobladas; tal era la población del valle
(San Isidro) que fundó en el año 1668 el alcalde ordinario del valle don Pedro Bazán
Ramírez de Velasco. No tendría el gobernador, por consiguiente ni siquiera la gloria de
llamarse fundador, ni la satisfacción de otorgar, como era de practica, solares de
privilegio a sus favorecidos.
Un explicable amor propio le habría inducido en consecuencia a buscar un
nuevo emplazamiento para la ciudad, eligiendo la explanada que se tiende hacia las
versantes orientales del Ambato, en la margen derecha del Río del Valle, a una legua
aproximadamente de aquella Colonia, en el sitio en que se levanta actualmente la
ciudad capital. Plantó el Rollo de la Justicia, y haciendo flamear el Estandarte Real
traído desde Pomán, única expresión cierta de la Última Londres, dejó trazada la
ciudad de San Fernando del Valle de Catamarca el 5 de julio de 1683 (1).
Este emplazamiento provocó las protestas de los pobladores del Valle,
llamado desde entonces Valle Viejo, para diferenciarlo del Nuevo Valle en que se
edificaría la ciudad de Catamarca.
La nueva ciudad trazada por Mendoza Mate de Luna parecía condenada,
como las de Londres, a permanecer despoblada, ya que sus autoridades civiles,
militares y eclesiásticas se hallaban constituidas por los viejos pobladores del Valle,
esclarecidos ciudadanos que continuaron viviendo en él y el Cabildo regular
reuniéndose en casa del maestre de campo don Ignacio de Agüero, en El Hospicio.
La ciudad de San Fernando de Catamarca, por espacio de 10 años, permaneció
y subsistió con todos los caracteres legítimos de ciudad capital en el Valle Viejo (2).
Nadie intentó siquiera edificar en los solares ganados en el trazado de la nueva ciudad
cuyos ejidos se superponían con los aledaños de la merced de Choya otorgada a Luis
Medina, como lo hemos dicho ya, en 1595, y perteneciente en aquella fecha (1683) a
uno de sus herederos, don Luis de Hoyos, hijo de Luis Pérez de Hoyo, casado con doña
María de Medina hija de crianza de Luis de Medina.
Sólo el Rollo de la Justicia, perdido entre los jarillales y cactos, se erguía como
una promesa de justicia y se balanceaba como amenaza de castigo, sacudido por el
zonda casi periódico que poco a poco lo fue inclinando hasta derribarlo totalmente.
Si el carácter de ciudad capital finca en la existencia en ella de su Estandarte
Real… 33
33
Ver Docs. N° 10, 11 y 12.
2- Las Chacras denominadas Valle Viejo para diferenciarlas del Valle Nuevo en donde se levantaba
la capital definitiva de Catamarca.
38
… y en el funcionamiento regular de su Cabildo y demás autoridades
legítimamente constituidas, nadie podrá negar que la Colonia del Valle (1) fue de
hecho la ciudad capital de Catamarca desde el 5 de julio de 1683 hasta el año 1693, en
que atinado suponer se dio comienzo a la edificación de la nueva y definitiva capital de
la provincia de Catamarca.
Si en el vacio absoluto se la pesantez se torna impracticable, si para los ojos
que no ven no existe la luz ni el color, ¿qué puede significar papara el titulo de ciudad
capital que el Rollo de la Justicia; símbolo de la horca, la expresión menos noble,
menos edificante de sus atributos, se encuentre enclavad, aislado en un lugar
desamparado, azotado por el vendaval, huérfano del calor y de la vida con que anima a
las cosas inertes la presencia del hombre y la influencia de su acción?
Tal era la situación real de la “incorpórea” ciudad que fundó Mate de Luna en
1683, y tal la de la ciudad que fue capital efectiva de Catamarca desde esa fecha hasta
1693.
Por el año 1691 entra al gobierno del Tucumán don Martín de Jáuregui, y su
teniente de gobernador en el valle de Catamarca don Bartolomé de Castro se
interesas de inmediato por dar existencia efectiva a la ciudad que fundó y delineó
Mendoza Mate de Luna. Convocó a los vecinos mas caracterizados 82) y con hábil
política les decidió a levantar en el sitio destinado a la nueva ciudad capital el templo
de la virgen del Valle, cuya construcción debió iniciarse a fines de 1693 o principio de
1694.
Solo el traslado de la Virgen 83), pudo arrastrar consigo a la importante
población que a principios del siglo XVII se había concentrado alrededor de su
santuario en el Valle Viejo.
Las principales familias levantaron, a partir de 1693, sus casas señoriales, 34
34
Dice Larrouy al respecto en su obra Historia de Nuestra Señora del Valle (compendio) “la población del
Valle fue, por el pronto durante 10 años, la capital de la provincia de Catamarca, la ciudad de San
Fernando del Valle de Catamarca; el Cabildo celebraba en ella sus acuerdos, el teniente de gobernador y
los alcaldes administraban la justicia y allí también se puso la cárcel”. Págs. 157 y 165.
2- Ya por el año 1686, el gobernador don Tomas Félix de Argandoña intentó efectuar el traslado de la ciudad.
Convocó a Cabildo abierto (17 de diciembre) y consultados los vecinos del valle, 46 de ellos optaron por
permanecer en el mismo sitio y solamente 12 se pronunciaron a favor del traslado “fuese el gobernador y
nadie se movió de las Chacras” Larrouy, op. cit. Pago. 158).
3- Hecho que se habría producido el 15 de diciembre de 1695, como lo supone el padre Larrouy (op. cit. Pág.
165)
39
En el sitio destinado a la nueva ciudad; en tanto, que sus viejas moradas del
Valle quedaron convertidas en « Las Chacras en quintas de abastecimiento,
proveedoras, como lo son hasta el presente, de los artículos de primera necesidad.
La nueva ciudad surge esplendorosa, impulsada en su progreso por el
elemento étnico que durante casi dos siglos amasó su bienestar, consolidó su fortuna,
formó un núcleo social selecto y forjó una raza de labradores cristianos a las márgenes
del Río del Valle.
La historia de la ciudad de Catamarca, como se ve, no es una historia vulgar y
corriente. Por lo contrario, ella ofrece caracteres que la singularizan. No nace como la
generalidad de ellas de un hecho normal y formal que las erige como tales y las lanza a
correr los albures de un futuro incierto. No le inyectaron vida, como se pretende, las
esqueléticas ciudades de Londres, ni el elemento humano de aquéllas influyó en su
prosperidad y desarrollo. Ella se inició por generación espontánea, diremos, modesta y
silenciosamente; prosperó durante mucho tiempo ignorada y se impuso al fin por su
propio mérito. Cuando se la erige en capital de la jurisdicción de Catamarca, no se hace
más que legalizar un derecho justamente adquirido.
Hay en la trama de su proceso ascensional elementos de cálida epopeya en la
que se conjugan los clamores de una raza vencida con los gritos de jubilo de una raza
vencedora, hay en su evolución el esfuerzo tesonero de un pueblo cristiano que no
desfallece, porque le alienta la fe, le guía la esperanza y le reconforta el presentido
logro de sus justas aspiraciones.
Esquemas y mapa
Esquema Nº 1
Zona de Londres (siglos XVI y XVII), según Juan Pablo Vera.
40
Esquema Nº 2
Zona de Londres (siglos XVI y XVII), según Juan Pablo Vera.
Referencias
1- Ciudad de Londres (primera) (1558 – 1562) y cuarta Londres o
San Juan Bautista de la Paz (1612 – 1632)
2- Tercera Londres o San Juan Bautista de la Rivera (1907 – 1612).
3- Fortaleza de los indios Quinmiviles (Ruinas del Chincal).
4- Canal de riego que llevaba el agua del rio Quinmivil hasta la
Fortaleza.
Esquema Nº 3
Zona de Londres (siglo XX), según Juan Pablo Vera.
41
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Catamarca y las ciudades de Londres, por Juan Pablo Vera. docx

  • 1. 1
  • 2. PUBLICACIONES DE LA SOCIEDAD ARGENTINA DE AMERICANISTAS CATAMARCA Y LAS CIUDADES DE LONDRES INTRODUCCIÓN Entre el fárrago de nombres con que los cronistas e historiadores han enmarañado aun más la de por sí intrincada toponimia americana, nos encontramos con una voz que sin ser indígena, ofrece dificultades evidentes en su justo empleo; no por el significado y alcance de la voz en sí, sino por su aplicación exacta y precisa en el panorama regional de la provincia de Catamarca: Londres. Tanto las ciudades de Londres, fundadas en el corazón de los Valles Diaguitas cual avanzadas de civilización destinadas a contener a las tribus indígenas eternamente en acecho del español y dispuestas siempre a reivindicar la posesión y el derecho a sus tierras, como el valle de Londres, jurisdicción a la que aquellas dieran nombre, no han sido ubicadas con precisión por los diferentes historiadores que han tratado estos temas a veces in extenso; unas, porque esos historiadores no conocieron la región y confundieron lamentablemente sus cuencas; otras, por negligencia o inescrupulosidad de los mismos, ya que tomaron por ciertas y sin previo examen, afirmaciones anteriores; o bien, porque ante la dificultad de precisar el nombre y la situación delos diferentes valles, optaron por asignarles a varios de ellos un nombre común o un limite desmedido al no tomar en cuenta la configuración geográfica que define el concepto especifico del valle. (Ver esquemas 1, 2, 3,4, 5, 6 y 7). Tal el caso de los valles de Londres, de Palsipas, Abaucán, Quinmivil, Conando, Famaifil, etc. La importancia del tema impone, por cierto, una revisión minuciosa de los conceptos emitidos a este respecto, ya ello tiende el presente trabajo. 2
  • 3. VALLE DE LONDRES Este nombre surgió necesariamente como consecuencia lógica de la ciudad de Londres, fundada por Juan Pérez de Zurita a mediados del año 1558 en el valle de Quinmivil, a las márgenes del río así también llamado. Vale decir, que a partir de este acontecimiento, el valle de Quinmivil y quizás también su vecino el valle de Famaifil, habrían empezado a designarse con el nombre común de Londres 1. No parece haberse interpretado así unánimemente, por cuanto tal designación se aplica a otra zona bien diferente. Así, don Samuel Lafone Quevedo, el historiador que ha tratado mas detenida y ampliamente este tópico, ubica al valle de Londres, sin ningún asomo de duda, en un lugar muy diferente y distante, como se vera a través de las siguientes consideraciones y consultando los mapas que para mayor ilustración se acompañan. Dice Lafone Quevedo: “ Valle de Londres parece que designa aquí toda aquella cuenca que el señor Latzina marca con tinte más claro en su muy útil mapa de la república y que formando el corazón o nucleo de la Provincia de Catamarca va marcando en su centro con las palabras Andalgalá y Capillitas…” Y agrega: “… en primer lugar tenemos que solo saliendo a Poman por el lado de Concepción, puede conocerse toda la importancia estratégica de aquel lugar, punto encumbrado que domina toda la cuenca o valle llamado de Londres y su jurisdicción…” Sigue: "…Todo el Valle de Londres, todo el país de los Diaguitas se extiende como en un mapa a los pies de estas faldas pedregosas…” Se refiere a las faldas occidentales del Ambato, vale decir, al departamento de Poman. Continúa Lafone: “… las 3 o 4 leguas que median entre los Corrales y Poman, son bastantes aburridoras por el mal camino; pero, ya empieza el viajero a divisar los campos del Valle de Londres; es decir, de toda esa cuenca que así se llamaba mientras existió aquella ciudad… “5.1 1 No conocemos la extensión jurisdiccional asignada a la ciudad de Londres por Zurita; pero es de suponer que al fundarse la segunda Londres en Famaifil y delimitarse su jurisdicción, esta habría coincidido aproximadamente con aquella, si es que no se reprodujo la misma. 2- Londres y Catamarca, pagina 180. 3- Londres y Catamarca, pagina 205. 4- Ibídem, pagina 208. 5- Ibídem, pagina 214. 3
  • 4. “...Cuando las aguas mediterráneas demuestra América hacían de la cuenca del Valle de Londres un vasto mar (1) el Anti de Pomán…”2. “...En pocos añas más, hasta el nombre de Chiqui se habrá perdido en lo que una vez fue el Tucumán (3), más tarde la cuenca o Valle de Londres y hoy es el poniente de Catamarca…” 4. Como se ve, para Lafone Quevedo el valle de Londres comprendía esencial y casi exclusivamente el actual Departamento de Poman, su cuenca, con prolongación hacia el norte incluyendo en él parte del Departamento de Andalgalá, ya que afirma que el centro de este valle va marcado en el mapa de Latzina (5) con las palabras : Andalgalá y Capillitas. No tiene explicación un error semejante en el señor Lafone Quevedo, que conoció perfectamente aquella región. Habría tenido razón, en parte, de todo cuanto afirma en los párrafos transcriptos, si sólo se le considerara hablando en lenguaje posterior, o mejor dicho, aludiendo a épocas posteriores al año 1633 en que se fundó la ciudad de Londres en Pomán y con exclusión absoluta de las jurisdicciones asignadas a las anteriores ciudades de Londres. Sólo así no habría error en extender este valle hasta la cuenca de Pomán. No es posible olvidar que por valle de Londres se mencionaba siempre a la región del oeste de Catamarca: Andalgalá, Belén y quizá también parte de Tinogasta, mucho antes que se pensara fundar la Londres de Pomán y cuando solamente se conocían los 3 ó 4 asientos primitivos de esta ciudad en los valles de Quinmivil y Famaifil (Belén) y Conando (Andalgalá). Los documentos anteriores al año 1633 que aluden al valle de Londres, no nos permiten incluir en él a Poman. Más aún, ellos establecen claramente que Poman no pertenecía al citado valle a cuya jurisdicción se incorpora parcialmente con posterioridad al año 1607 (6), y totalmente después de 1633 (7) Que se diera una extensión desmedida al valle de Londres por imperfeto conocimiento de la región, haciéndole extenderse hasta La Rioja (8), e incluyendo en él a Pomán.2 2 Las Salinas de Pipantico que se extienden a lo largo del Dep. de Poman, serian los últimos restos de ese mar mediterráneo. 2- Londres y Catamarca, pago. 220. 3- Grave error, El Tucumán o Tucumanhao de Pomán no puede identificarse con el Tucumán de la Conquista situado al oriente del Aconquija. 4- Londres y Catamarca, pág. 378. 5- Mapa muy deficiente, por cierto. 6- Fundación do la ciudad do Londres en el valle de Famaifil (24 de mayo de 1607). 7- Fundación de la ciudad de Londres en Pomán (15 de septiembre de 1633.). 8- Como lo supuso Ramírez de Velasco. 4
  • 5. Se explicaba en aquella época; pero nada justifica que hoy, con mejor conocimiento de los lugares y hechos históricos, se identifique al valle Londres con Poman en forma casi excluyente, como lo sostiene Lafone Quevedo. Y cito en abono de mis afirmaciones: En cartas del gobernador del Tucumán J. Ramírez de Velasco de fecha 6 de abril de 1587, dirigidas a S. M. Católica, la una, y al Virrey del Perú, conde de Villar, la otra, les comunica entre otros buenos propósitos que le animan en su gestión de gobernante, el de fundar una ciudad en el valle de Londres. (R. Levillier, Papeles de los Gobernadores en le siglo XVI, t. I, págs. 196 y 211). En la información mandada levantar en la ciudad de La Plata (año 158º - 1600) con respecto a los servicios prestados por el gobernador del Tucumán don José Ramírez de Velasco, el testigo Andrés de Iragorre se refiere al valle de Londres a 23 de febrero de 1589. Y Luis de Hoyos, escribano publico y de gobierno del Tucumán, en testimonio de fecha 15 de enero de 1593, menciona asimismo el valle de Londres. (R. Levillier, Probanzas de Meritos y Servicios de los Conquistadores, t. II, pág. 503) Traemos a colación estas citas para demostrar que, si se hablaba del valle de Londres con anterioridad al año 1633 en que se fundó por tercera vez la ciudad de Londres en su quinto asiento de Poman, el Londres a que se alude no seria otro que el valle de Quinmivil, comprendiendo en sí al valle de Conando, asiento de la segunda Londres (Fuerte de Andalgalá) y al valle de Famaifil, asiento de la tercera Londres en su segunda fundación (1607) y al cual se ha confundido por su proximidad con el propio valle de Quinmivil (1). Vale decir, que el valle de Londres, el primitivo, el original, se habría extendido entre las sierras de Belén y Culampajá, con exclusión absoluta de la región de Poman. Ahora bien; si hay error en afirmar que el valle de Londres comprendía sólo la cuenca de Pomán, lo habría también en limitar su extensión a los valles de Quinmivil, Famaifil y Conando con posterioridad al 24 de mayo de 1607 en que se funda la segunda Londres en su tercer asiento del valle de Famaifil, o Jamaistil o Famayfé, y en cuya jurisdicción, según carta del fundador Gaspar Doncel al gobernador don Alonso de Rivera de fecha 4 de noviembre de 1607, se mencionan como pertenecientes a la jurisdicción de la ciudad de Londres que acaba de fundar, varios pueblos de Poman, Tinogasta, Belén y Andalgalá.3 3 Para Lozano, Quinmivil era pueblo situado en el valle de Famaifil. Él no habla de valle de Quinmivil (t. IV, pág. 300). 5
  • 6. Después de la fundación de Londres en Poman, en 1633, la jurisdicción del llamado valle de Londres se hizo amplísima, abarcando las inmensas cuencas de los valles Catamarcanos que se extienden al oeste de las sierras del Ambato, hasta tocar los contrafuertes andinos. Y, de norte a sur, desde las sierras de Atajo y Capillitas, desprendimientos transversales del Aconquija, hasta el valle de Palsipas y rio Colorado o Bañados del Mayu – Puka, limítrofes con los valles de Sanagasta y Yacampie. Se amplió así en tal forma su jurisdicción, que llegó a designárselo por Distrito de Londres (1), y por provincia de Londres (2) durante el gobierno de J. Ramírez de Velasco. El valle de Palsipas o Paccipac, no seria otro que el valle de Pacina que se da como limite sur del valle de Londres y al que alude el testigo don Melchior de Bega (Melchor de Vega) en la Información de servicios de Ramírez de Velasco ya citada, cuando dice: “…a puesto grande diligencia (el gobernador) y cuidado en buscar y descubrir minerales de oro y de plata y así las ha descubierto en la quebrada de Salta y en Pacina” (R. Livillier, Probanzas de Meritos y Servicios de los Conquistadores, t. II, pág. 439). Y el testigo ya citado en la información, don Andrés de Iaragorre dice que acompañó a Ramírez de Velasco y descubrieron “…junto a Salta minas de plata y en Pacina (¿Palsipas?) Termino del valle de Londres y otras `partes descubrió minerales de oro” (Op. Cit., t. II, pág. 435). ¿Cuál era en consecuencia el valle de Pacina, Pacapa, Paccipac, Palsipas, Pacipas o Paycipas, que en todas estas formas se la menciona, limite del valle de Londres ¿ pues, el valle que se extiende teniendo por cuenca las Salinas de Pipanaco y las que el mapa de Cano y Olmedilla registra como Lago de los Palcipas. Si el valle de Palsipas o Pacina se consideraba como termino del valle de Londres (testimonios de Iragorre) o como otro valle distinto al de Londres (testimonio de Vega) mal podrían ambos identificarse o constituir uno solo. Luego entonces: el valle que Lafone Quevedo considera como valle de Londres (Pomàn) no sería otro que el de Palsipas; y el valle de Londres, se extendería desde el término de aquel hacia el N.N.O. comprendiendo los valles de Belén y Andalgalà en que se fundaron las primeras ciudades flotantes de Londres.4 4 Correspondencia de los Cabildos en el siglo XVI (pág. 259) 2- Papeles de los Gobernadores en el siglo XVI, t. I, pág. 264 y 291 y Nueva Crónica de la conquista de Tucumán, t. III, pág. 33. 6
  • 7. Y, sólo con posterioridad al año 1607, no habría error en incluir, como se ha dicho, dentro del Valle de Londres, a la región del actual departamento de Poman; pero sin limitarle a esa zona exclusivamente, como lo pretende Lafone Quevedo. Resumiendo y en concreto: por valle de Londres se designaba con posterioridad al año 1558 en que se fundó la primera ciudad de Londres en l valle de Quinmivil, a este valle y quizás también a su adyacente, el valle de Famaifil. Desde 1562, en que Castañeda por consejo del Capitán Cisternas, traslada esta ciudad a su segundo asiento en el valle de Conando (Fuerte de andalgalá o Huazán o Julumao), la jurisdicción del valle de Londres se extiende automáticamente hacia el este, abarcando aquella región... después de la segunda fundación de Londres por el Gaspar Doncel (1607) en su tercer asiento en el valle de Famaifil, a legua y media dicen los documentos, de la primitiva Londres de Pérez de Zurita, su jurisdicción se dilata aun mas, al comprender en ella pueblos de Poman, Anadalgala, Belén y Tinogasta. Finalmente, después de la tercera fundación de Londres en su quinto asiento de Poman, por don Jerónimo Luis de Cabrera (1633), el valle de Londres encierra y comprende todos los valles que se acuestan al accidente de las sierras del Ambato, hasta alcanzar los contrafuertes orientales de los andes en el departamento de Tinogasta. Entonces desaparecen todas las asignaciones especiales y los valles de Quinmivil, Famaifil, Conando, Palsipas y su apéndice el valle Vicioso, se funden en una sola común denominación: valle de Londres. (Ver esquema Nº 1 y mapa). La ciudad de Londres La ciudad portátil de Londres fue en realidad una ciudad trashumante. Producto de la época en que ella nació, se vio necesariamente sometida a las contingencias de una guerra sin cuartel y ala inestabilidad de su población sujeta a los azares de la misma. Se registran de ellas tres fundaciones efectivas y reales con nombres diversos; o bien, cinco fundaciones, si se incluyen, como algunos historiadores pretenden, las ciudades de Todos los Santos de la Nueva Rioja y San Fernando del Valle de Catamarca, a las que consideran como reiteraciones de aquélla. Habría tenido así, cinco asientos y tres fundaciones en el primer caso; y ocho asientos y cinco fundaciones en el segundo, desde el momento que la ciudad de San Fernando del valle de Catamarca tuvo a su vez dos asientos: uno en San Isidro (Colonia del Valle) y el definitivo en su actual ubicación. Tendríamos en consecuencia: 7
  • 8. Primer caso: Primera Londres: primera fundación y primer asiento en el valle de quinmivil (año 1558 a 1562) con el nombre de Londres o San Pedro Mártir. Segunda Londres: primera fundación y segundo asiento en el valle de conando (año 1562) con el nombre de Londres o Ciudad de Villagra. Tercera Londres: segunda fundación y primer asiento en el valle de Famaifil (año 1607 a 1612 o 13) con el nombre de San Juan Bautista de la Rivera. Cuarta Londres: segunda fundación y segundo asiento nuevamente en el valle de Quinmivil con el nombre de San Juan Bautista de la Paz. Quinta Londres: tercera fundación y único asiento en el valle de los Palsipas con el nombre de San Juan Bautista de la Rivera de Londres. Segundo caso: habría que agregar a los asientos y fundaciones anteriores las siguientes: Sexta Londres: cuarta fundación y único asiento, bajo el nombre de Todos los Santos de la Nueva Rioja, en el valle de Sanagasta, año 1591. Séptima Londres: quinta fundación y primer asiento, bajo el nombre de San Fernando del valle de Catamarca en el valle Viejo (San Isidro), años 1583 a 1593. Octava Londres: quinta fundación y segundo y definitivo asiento en su actual ubicación, año 1693. (Ver esquema Nº 7 y mapa). No es posible aceptar como una resurrección de las ciudades de Londres a las ciudades de La Rioja y Catamarca, por cuanto en estas no se reedita, como en los casos anteriores, el nombre de Londres, ni se confirma para aquellas ciudades a las autoridades de la Londres que se pretende reeditada, ni se aprovechan de aquella los despojos siquiera de su transitoria y precaria existencia. Contrariamente, las ciudad de Todos los Santos de la Nueva Rioja, fundada en 1591, a los 29 años de la desaparición de la segunda Londres del valle de Conando, sirvió de refugio en 1632 a los pobladores dispersos de la tercera Londres de Doncel, refundad en 1607 (valle de Famaifil) y trasladada luego a su primitivo asiento del valle de Quinmivil en 1612/13 (cuarta Londres), cuando ya La Rioja llevaba 16 años de prospera existencia bajo el nombre que le asignara Ramírez de Velasco. En cuanto a la ciudad de San Fernando del valle de Catamarca, originada en la colonia del Valle, que iniciara su gestación a fines del siglo XVI, solo recibió de la Londres de Luis de Cabrera (Poman) el Estandarte Real que viajara al valle de Catamarca conducido por el teniente gobernador de Londres (1) don Diego Gómez de 8
  • 9. Tula, acompañado del maestre don Bartolomé de Olmos y Aguilera. (P. Antonio Larrouy, Historia de la Virgen del Valle (Compendio), pág. 125). La ubicación de las ciudades de Londres, en el corazón mismo del hervidero de pasiones coronadas y en lugares sitiados por la indiada enemiga, explica su precaria al par que imposible subsistencia. Fueron algunas de ellas, ciudades que solo existieron en la sana intención de sus fundadores y en las actas que les dieron nacimiento y proclamaron como tales. Pero, en concreto, verdaderas ciudades de papel, como las califica el historiador Larrouy (Autonomía Catamarqueña, pág. 11). Abandonadas a su propia suerte, ya que sus fundadores fueron soldados en perpetua guerra que debieron continuar su vida errante y agitada, ellas perecieron por inanición y desamparo, cuando no volaron los fragmentos de sus deleznables rancherías confundidos con las flechas que horadaban sus endebles armazones de barro y paja. De la última Londres al menos, la de Poman, se asegura que nunca tuvo una casa ni un solo poblador. (2). Primera Londres, o Londres de la Nueva Inglaterra o San Pedro Mártir (3) La provincia de Tucumán, Juries y Diaguitas dependía desde mediados del siglo XVI del gobierno de Chile, al frente del cual se encontraba desde abril de 1557 don García Hurtado de Mendoza, designado para tal cargo por su padre el Virrey del Perú don Andrés Hurtado de Mendoza, mas conocido por el nombre de Marques de Cañete. Una de las primeras disposiciones tomadas por el gobernador de Chile, interesado en alejar de su radio de acción todo elemento de discordia, fue la de apresar a Francisco de Aguirre y a Francisco de Villagra, aspirantes y pretendientes al gobierno de Chile, y enviarlos al Perú, en abril de 1557. Con esta medida se cortaban de cuajo las disensiones entre ambos, y el gobierno precario ejercido por sus delegados en el Tucumán caducaba de hecho. Se imponía por consiguiente designar de inmediato una persona que se hiciera cargo de esta importante región; y la elección recayó en el capitán don Juan Pérez de Zurita y Villavicencio, hombre de aprobado valor y prudencia.5 5 La ciudad de Londres de Pomán, como veremos mas adelante, nunca tuvo existencia real y sus autoridades residían en La Rioja o en el valle de Catamarca. 2- Siendo así, mal puede afirmarse que esta mítica ciudad fuera la que, trasladada al valle de Catamarca en 1683, diera nacimiento a la actual ciudad capital de aquella provincia. 3- Fundada a mediados de 1558 por Juan Pérez de Zurita a las márgenes del rio Quinmivil (valle de Quinmivil, Belén). 9
  • 10. Zurita llegó a Santiago del Estero muy probablemente a fines de 1557, como lo sostiene Levillier (Nueva Crónica de la Conquista del Tucumán, t. I, pág. 240, nota 12), o en mayo de 1558, como lo supone Lozano (Historia de Tucumán, Rio de la Plata y Paraguay, t. IV, pág. 162). Pocos meses después de su arribo, Pérez de Zurita se traslada a los valles diaguitas con el propósito de pacificarlos y, a mediados del año 1558, funda la ciudad de Londres de la Nueva Inglaterra, a las márgenes del rio Quinmivil o Quinmivil, en el valle del mismo nombre (Dpto. de Belén) en lugar estratégico, sobre el camino de Santiago del Estero a Copiapó en el cruce mismo de éste con el camino del Inca que comunicaba el Perú con la región de Cuyo, y que por tal motivo se le denominó mas tarde “Camino de los Cuyanos”. El nombre asignado a esta ciudad lo fue en homenaje a Inglaterra, cuya reina, María Tudor, había contraído enlace con Felipe II, rey de España a partir del 28 de marzo de 1556, como consecuencia de la abdicación de Carlos V. por ello, Pérez de Zurita reemplazó el nombre de Nuevo Maestrazgo de Santiago con que Núñez de Prado bautizara a la región por el de Nueva Inglaterra. Las ruinas de esta ciudad nunca pudieron encontrarse, por más que algunos suponen que ellas coinciden con las ruinas descubiertas y descriptas por don Hilarión Furque, quien las limpió de la maraña en que se ocultaban y trazó el plano de ellas (1). Estas ruinas, indígenas sin duda alguna, pero con ciertos caracteres de fortaleza castellana que permiten la hipótesis de una suposición de población indígena – española, se hallan situadas a 5 kilómetros aproximadamente hacia el noroeste de la actual población de Londres Oeste (Belén), en el lugar denominado “Los Padrecitos” (Campo del Chincal), al pie de un cerrillo inaccesible, con sus fortificaciones, viviendas, cuarteles, embalse y canal de riego derivado del rio Quinmivil. El padre Larrouy supone que estas ruinas fueron una de las tantas fortalezas en que se asentaban los delegados del Inca: “…allí cerca, en el Campo del Chincal, existen las ruinas de un pueblo indígena que, a mi entender, fue un presidio militar de los Incas…” (2).6 6 1- HILARIÓN FURQUE, Las ruinas de Londres de Quinmivil, publicado en Anales de la Sociedad Cientifica Argentina, t. L, pág. 166 y siguientes. 2 – Autonomía Catamarqueña, pág. 2. 10
  • 11. Carlos Bruch, después de haber visitado, aunque superficialmente, estas ruinas dice: “…advirtiendo desde luego, que no es imposible sean estas ruinas, al menos en parte, de una población de origen español; algo así se deduce de las crónicas antiguas transcriptas por los doctores Lafone Quevedo y Adán Quiroga; el aspecto de las mismas construcciones es distinto de aquellas de que nos hemos ocupado hasta ahora…” (1). Y agrega mas adelante: “…caminando hacia el poniente, encontramos unas cuantas construcciones cuadrangulares, ya muy derrumbadas y rodeadas del lado del este por una pirca baja. De ahí hacia el sur, el terreno está surcado por una estrecha zanja, antigua canal alimentado en otro tiempo por las mismas aguas del rio Quinmivil, que fueron, a no dudarlo, aprovechadas para mover el molino allí instalado: porque dentro del mismo canal yace una gran piedra de moler…” (2). Concluye Bruch diciendo: “…ni estas breves observaciones, ni los antecedentes conocidos sobre la primitiva ciudad de Londres, nos permiten emitir fundada opinión respecto de su origen, es decir, si fue indígena o colonial; es preciso que nuevos estudios o exploraciones complementen las informaciones que de ellas tenemos…” (3). Se explica perfectamente que en las ruinas de referencia se encuentren confundidas construcciones indígenas y coloniales, si hacemos valer un antecedente que podría darnos luz al respecto. Es sabido que, con motivos de ciertas medidas de gobierno tomadas por Pérez de Zurita con respecto a la ciudad de Londres en enero de 1561, sus pobladores no quedaron conformes, y quejosos de ellas, se dirigieron al gobierno de Chile, declarándose además en abierta rebeldía para con el fundador, Pérez de Zurita, al tener conocimiento de ello, bajó a Londres con el propósito de someter y castigar a los rebeldes. Puso sitio a la ciudad y “…mandó fabricar un fuerte para alojar a los suyos…” (4). Es muy probable que en esta oportunidad Zurita hubiera ocupado y aprovechado las ruinas del Chincal, fortaleza indígena que le ofrecía ventajas evidentes por su proximidad a la ciudad (2 km), su situación en lugar eminente desde el cual podía mantener sobre los sitiados una vigilancia permanente y hasta regular el agua que alimentaba a la incipiente población. Lo que al respecto dice Lozano: “que mandó fabricar un fuerte para alojar a los suyos”, se habría limitado esta tarea a reforzar las defensas de la fortaleza indígena o a mejorarlas para hacerlas mas eficaces en el caso de que los sitiados arremetieran contra ella. Estas mejoras, estas reparaciones hechas por españoles y por cierto al estilo español, es lo que da a dichas ruinas una fisonomía ambigua. Reducidos los sediciosos, Pérez de Zurita regresó a Santiago del Estero, asiento de su jurisdicción.7 7 Exploraciones Arqueológicas en las provincias de Tucumán y Catamarca pág. 164. 2- Íd. 3- BRUCH, op. Cit., pág. 167. 4- LOZANO, tIV pág. 172. 11
  • 12. En visita realizada a la región de Londres en 1945 y asesorados por el señor Juan García, originario de Londres y profundo conocedor de la zona, nos ha sido posible descubrir los sitios en que se fundaron las Londres de 1558 y de 1607, como asimismo establecer el verdadero carácter, origen y papel que les tocó desempeñar a las ruinas del Chincal, después de haber sido abandonadas por los indios Quinmiviles. Las ruinas de la primera ciudad de Londres que fundara Pérez de Zurita en el valle de Quinmivil y con toda seguridad a las márgenes del rio Quinmivil, nunca pudieron encontrarse, como lo hemos dicho, aunque se buscaron atinadamente en las proximidades de donde en realidad nos parece se hallan ubicadas. La falta de los investigadores estribó en que olvidaron o no tuvieron en cuenta un antecedente histórico muy importante y el que viene a orientarnos en este intrincado y obscuro problema. Cuando en el año 1632 el cacique andalgalá Chelemin puso sitio a la ciudad de Londres, parapetándose, como lo hiciera quizá Pérez de Zurita en 1561, en las viejas ruinas del Chincal, con el propósito de hostilizar y reducir a los sitiados, desvió hacia la derecha la aguas del rio Quinmivil, dos leguas al norte de la ciudad (1), condenando así a los pobladores a perecer de sed. No logró su funesto intento; pero sí, obligó a la población en masa a abandonar la ciudad y trasladarse en doliente caravana hacia la ciudad de La Rioja en treinta y tantas carretas (2) y en número aproximado de mil almas (3). No fueron por cierto éstos los pobladores de la primera Londres, sino los que se establecieron en ella por el año 1612 a 1613 (4), procedentes de la tercera Londres del valle de Famaifil. Es evidente, por lo tanto, que a inmediaciones del actual cauce del rio Quinmivil se hiciera imposible encontrar las ruinas de dicha ciudad. El señor García, ya mencionado, nos indica una lomada conocida por la Lomita Blanca, al pie de la cual y próximas al lecho visible del primitivo cauce del rio Quimivil se encuentran construcciones de piedra y barro que por su disposición y distribución denuncian a las claras el sitio de una antigua población española. Por su ubicación, a 3 ½ kilómetros aproximadamente al N.O. de la actual población de Londres (Belén) y a legua y media del sitio donde se levantó la Londres de 1607, es de suponer que estas ruinas no sean otras que las pertenecientes a la Londres de Pérez de zurita. Los documentos que glosaremos mas adelante con respecto a las Londres posteriores, nos permitirán confirmar esta ubicación.8 8 Carta del Gobernador del Tucumán don Felipe de albornoz, de fecha 1º de marzo de 1633, en LARROUY, Documentos del archivo de Indias para la historia del Tucumán, t. I, págs. 75 a 79. 2- Carta del Gobernador Albornoz ya citada. 3- LOZANO, Op., t. IV, pág. 441. 4- Los de la cuarta Londres o San Juan Bautista de la Paz. 12
  • 13. Dos kilómetros al norte de estas ruinas se encuentran las ruinas del Chincal, que nada tienen que ver con las ruinas de la primera Londres; y próximo a aquellas el sitio en donde Chelemin desvió las aguas del rio Quinmivil (1). Todas las conjeturas de los historiadores e investigadores se explican con la ubicación de estas ruinas, que suponemos pertenecen a la primera ciudad de Londres. Ellas se encuentran en el valle de Quinmivil, en las márgenes del rio Quinmivil (antiguo cauce), en lugar estratégico, al pie de una lomada que las protege del O.S.O. y les permite desafiar quizá con probabilidades de éxito a los indios refugiados a dos kilómetros al norte en su fortaleza del Chincal. Desde esta fortaleza abandonada bien pronto por los indios fue sitiada la ciudad en 1561 por Pérez de Zurita, y mas tarde, en 1632, por el cacique Chelemin que desvió las aguas del rio a inmediaciones de ella, echándolas por atrás de la Lomita Blanca e interponiendo a esta entre la ciudad y el rio (2). Londres o San Pedro Mártir La primera ciudad de Londres se conoció mas tarde, y especialmente durante el gobierno de Ramírez de Velasco, por ciudad de San Pedro Mártir, y el valle de Londres por valle de y Provincia de San Pedro Mártir. Con este nombre se la menciona en diversos documentos del siglo XVI. El testigo en la información de servicios del capitán Hernán de Mexía Miraval, don Luis de Luna, con fecha 7 de agosto de 1584, respondiendo a la pregunta N° XI propuesta en la mencionada información, dice que: “…vio venir dicho capitán Hernán Mexía Miraval del Valle de Calchaquí al Ualle de Quimivil donde estaba el general Joan Pérez de Corita y avia poblado en él la ciudad de San Pedro Mártir...” (R. Levillier, Probanzas de Méritos y Servicios de los Conquistadores, etc., t. II, pág. 125).9 9 Ver esquemas N° 2 Y 3. 2 - Ver para mayor claridad esquemas N° 2 y 3. 13
  • 14. En la información de Servicios de Juan Gregorio Bazán, levantada en Santiago del Estero a pedido de su esposa (viuda) doña Catalina de PIacencia, citando antecedentes de su esposo dice con fecha 6 de julio de 1587: “... que ayudó a poblar e pobló otras ciudades en esta gobernación do aora llaman San Pedro Mártir y do antes Londres...” (Levillier, op. cit., pág. 318). En la encomienda otorgada por Ramírez de Velasco a don Alonso de Tula Cervín y fechada en la “... muy noble ciudad de Santiago del Estero, cabeza de esta gobernación de Tucumán a cinco días del mes de enero, año del nacimiento de Nuestro Salvador y Redentor Jesucristo de mil quinientos y ochenta y ocho años” dice: ” ...Encomiendo en vos el dicho Alonso de Tula Cervín por todos los días de vuestra vida y de vuestro sucesor, en el real nombre de su Magestad y por virtud de sus poderes reales que para ello tengo; que por su notoriedad no van insertos en las provincias de los indios diaguitas de San Pedro Mártir, que se llamaba de otro nombre la ciudad que allí estuvo poblada (Londres) y por guerra de los indios se despobló, en la comarca de Catamarca, que en ella están los pueblos indios caciques siguientes, etc. etc....” (Martínez Villada, Los Bazán, pág., 28). En la citada información de Servicios de Ramírez de Velasco, el testigo Luis de Hoyos, escribano publico y de gobierno, dice que el gobernador Ramírez de Velasco “...mandó echar bando para la conquista e población de los Valles de San Pedro Mártir que llaman Londres en la provincia de los diaguitas…” (R. Levillier, Nueva Crónica de la conquista de Tucumán, t. l, pág., 211). El mismo Alonso de Tula Cervín “ ... describiendo la entrada del Licenciado Lerma en el gobierno del Tucumán ... y otros pormenores de aquella tierra …” en carta a su Sacra Católica Real Majestad fechada en Santiago del Estero a 15 de diciembre de 1586, reproduciendo otra enviada anteriormente al presidente de la Real Academia de Charcas, expresa: “… lo otro siguese que se va ynchiendo esta tierra de gente y se pueblan estas noticias de Cesar (linlin) o trapananda que todo es una cosa y en una gran provincia de muchos indios belicosos guerreros de los Yngas que sacavan el oro y riquezas de la provincia de San Pedro Mártir y se retraxeron allí cuando llegó la noticia de los españoles que avían venido y tomado el Perú …” (R. Livillier, Papeles de Gobernadores del Tucumán en el siglo XVI, t. II, pág. 441). Cuál fue la causa y la oportunidad en que se cambió el nombre de Londres por el de San Pedro Mártir, lo dice el mismo Tula Cervín en la carta que venimos reproduciendo: “,.. Lo otro, puéblese el balle de San Pedro Mártir que bautizó el general briceño por orden de vuestra señoría quitándole el nombre infiel que tenía que antes se llamaba Londres...” (Op. y loc. Cit.). Francisco Arévalo Briceño, alguacil mayor de la Audiencia de Charcas, fue destacado por dicha Audiencia al Tucumán con objeto de que investigara acerca de la 14
  • 15. veracidad de cargos que a ella hicieron llegar “… los vecinos y habitantes del Tucumán contra el gobernador…" Hernando de Lerma. Arévalo Briceño era portador de “...provisión real en que se encarga y manda al gobernador que salga en su compañía a dar quenta y razón de cosas que tocan el servicio de Dios y de V.M. bien asiento quietud de aquella tierra y que el mesmo gobernador dexe su teniente que govierne por el tiempo de su ausencia que sea persona suficiente e aprobada y de las partes y calidad que se requiere; y porque según las premisas que de él tenemos se entiende que suplicara y procurara suspender el hefeto y cumplimiento de esta provisión y no salir, lleva otra secreta el alguacil mayor para que en tal caso le prenda y secuestre sus bienes y le traiga...”(Carta de la Audiencia de Charcas a S. M. fechada en la Plata a I7 de febrero de 1584. La Audiencia de Charcas. Correspondencia de Presidentes y Oidores, t. I, pág. 100). SEGUNDA LONDRES O VILLAGRA (1) Ciertas medidas de gobierno tomadas por Pérez de Zurita en su visita a la ciudad de Londres en enero de 1561, habrían disgustado a sus pobladores, quienes se dirigieron en queja al gobierno de Chile. La Real Audiencia de Lima, enterada de los hechos imputados, libro provisión encomendando a Francisco de Villagra, designado a la sazón gobernador de chile en reemplazo de Hurtado de Mendoza, la misión de hacer justicia a los vecinos de aquella ciudad, reparando los agravios de que hacían responsable a Pérez de Zurita. Villagra, en virtud de dicha provisión, designó desde Lima y antes por consiguiente de hacerse cargo de su gobierno, lugarteniente de gobernador para las provincias de Tucumán, Juríes y Diaguita a don Gregorio de Castañeda, quien partió de la ciudad virreinal con posterioridad al mes de abril de 1561 (2).10 10 1- Corresponde a la primera Londres de Zurita, trasladada por Gregorio de Castañeda al valle de Coronado en 1562. 2 – Se infiere así del escrito presentado ante la Audiencia de Lima por Alonso Pérez de Zurita, que representaba a las ciudades del Tucumán en el pleito de separación de Chile y por el cual dicho procurados pedía la suspensión del viaje de Castañeda con fecha 29 de abril de 1561 (R. Levillier, correspondiente de los Cabildos en el siglo XVI, pág. 373). 15
  • 16. Pérez de Zurita se encontraba en la honrosa tarea de fundar una cuarta ciudad (1) que asegurara el camino del Tucumán al Perú, a las puertas de la quebrada de Humahuaca: la ciudad de Nieva. Se hallaba Pérez de Zurita en los preliminares de esta fundación, cuando se le hizo presente Castañeda, en julio o agosto de 1561, y con pérfidos subterfugios le tomó prisionero; y después de someterlo a toda suerte de vejámenes, le paseó como reo o trofeo de guerra por las ciudades que él fundara, y a las que Castañeda cambió hasta el nombre, tratando de borrar todo rastro de la obra constructiva de su ilustre antecesor: a Cañete la llamó Orduña; a Córdoba de Calchaquí, ciudad nueva del Espíritu Santo, y a Londres, ciudad de Villagra. Solo respetó para la ciudad de Nieva, cuya fundación usurpó, el nombre que le tenia asignado Pérez de Zurita, en homenaje al Virrey del Perú, conde de Nieva, con quien Villagra se hallaría también interesado en congraciarse. La gestión funesta bajo todo concepto de Castañeda en el gobierno del Tucumán, le acarreó dificultades diversas, provocando así una de las primeras sublevaciones en masa de las tribus diaguitas, que se confederaron bajo el mando supremo del famoso cacique don Juan de Calchaquí, a quien se dice había llegado a “dar de bofetones e puñadas…”( 2). Las ciudades estratégicas del famoso trilátero concebido y ejecutado por Pérez de Zurita: Londres, Cañete y Córdoba de Calchaquí, se vieron asediadas por la indiada enemiga que cayó como tromba sobre los tres, casi simultáneamente. Castañeda corre en auxilio de ellas y, en el deseo de asegurar mejor la defensa conjunta de las mismas, traslada, según se dice por consejo del capitán Pedro de Cisternas (3), la ciudad de Londres desde el valle de Quinmivil al de Conando, distante solamente 20 leguas de Cañete u Orduña, a principios del año 1562. El valle de Conando 110 ha sido ubicado con precisión, y las referencias que con respecto a él se conocen son imprecisas. Lafone Quevedo supone equivocadamente que era el actual valle de San Fernando de Belén, al norte del valle de Famaifil, porque parte de una base falsa: la de suponer que Cañete u Orduña se encontraba en Guazán o Huazán (Andalgalá) de donde el valle de San Fernando dista justamente 20 leguas. 11 11 1- Ya había citado Londres en 1558, Córdoba de Calchaquí en julio o agosto de 1559 y Cañete en agosto do 1560. 2 – R. LEVILLIER, Probanzas de Méritos y Servicios de los Conquistadores, t. II, pag. 92: Testimonio de Hernán Mexía Miraval. 3 - Enviado por Francisco de Villagra, Adelantado de Chile, en misión especial al Tucumán. 16
  • 17. Pero como está probado en forma incuestionable que tanto Cañete como la primera ciudad del Barco se hallaban en la región en donde se fundara más tarde la ciudad de San Miguel de Tucumán (Tucumán el viejo) en el valle de Gualán (no Guazan) asiento de Ibatín, a las caídas orientales del Aconquija, es de suponer que el valle de Conando no fuera otro que el valle en que se encuentra situado el Fuerte de Andalgalá, como lo supone ,muy fundadamente el padre Larrouy (1), distante precisamente 20 leguas del verdadero Cañete. Lafone Quevedo incurre también en otro equívoco al transcribir la nota que sobre este punto contiene Lozano cuando dice que Cisternas “…aconsejó a Castañeda desde Gualán, la mudase (a Londres) al valle de Conando, distante solas 20 leguas de la ciudad de Orduña o Cañete, con la cual se podría mutuamente dar las manos para la defensa y, se efectuó así dicha traslación el año 1562 (2). Lafone Quevedo cambia por completo el sentido de La frase y enmaraña el concepto diciendo que: "… se muda la ciudad de Londres por consejo de Cisternas desde Gualán (donde él se encontraría) aconsejó la mudanza de la ciudad de Londres al valle de Conando (4), a decir que: Cisternas aconsejó la mudanza de ella desde Gualán al valle de Conando, como lo expresa Lafone Quevedo, modificando el contenido para dar fundamento a su equivocada tesis. Es perfectamente explicable que, habiendo conocido Cisternas, de paso, el valle de Conando (valle de Andalgalá o quizá Guazán o Jumalao) y comprobando la excelente ubicación de aquel lugar que se haya solo a 20 leguas de Cañete, no vacilara en aconsejar a Castañeda el traslado de la ciudad de Londres a ese sitio. Es interesante destacar, por otra parte, que el mismo Lafone Quevedo desvirtúa su propia tesis cuando al analizar las posibles ubicaciones de Conando dice:12 12 1- Autonomía Catamarqueña, pág. 4. 2 – Solo centrándose Conando en Andalgala o Huazán era posible que se diera la mano con Cañete por la quebrada de las Cañas; lo cual hubiera resultado imposible de encontrarse en Hualfin o San Fernando, de donde le pasarían, no ya las 20 leguas de que hablaba Lozano (t. IV, pág. 198) sino aproximadamente 40 leguas por los caminos practicables en aquella época. 3 – S. A. LAFONE QUEVEDO, El barco y Santiago del Estero, en Boletín del Instituto geográfico Argentino, t. XIX, pág. 31, N° I al 6, año 1896. 4 – Como lo expresa Lozano (op. y loc. Cit.) 17
  • 18. “ Londres de Quinmivil es un punto; al mudarse, tenia que buscar algún rio capaz de surtir una población considerable; los únicos que hay son, el de Tinogasta, que por lo escrito está fuera del caso, el de Santa María que hubiese colocado a Londres en condiciones de auxiliarse mutuamente con Córdoba (Córdoba de Calchaquí) lo que no dice Lozano; o en Andalgalá, que haría saltar a Cañete otra vez al Rio de Escaba (1), y tan cerca de Santiago del Estero que en este caso los de Cañete nunca hubiesen abandonado su ciudad” (2), Y agrega: “ Cañete en Huazán, es decir Andalgalá (pues Huazán está en la falda de atrás del morro de San Pedro de Mercado en que me hallo parado) llena todas las condiciones que se necesitan para leer y descifrar la relación de Lozano”(3). Tienen sin embargo una explicación los errores que venimos destacando en Lafone Quevedo y ella consiste en que confundía, o mejor dicho, interpretaba que los valles de Huazán y de Hualán era uno mismo. El valle de Huazán se encuentra ubicado en el departamento de Andalgalá; en tanto que el valle de Gualán, que tomó dicho nombre del famoso cacique Gualán (lule), se hallaba situado en el territorio de la actual provincia de Tucumán, en el sitio preciso en que fueran fundadas con posterioridad las ciudades de Cañete llamada mas tarde Orduña, en agosto de 1560; San Miguel de Tucumán (el viejo) en 1565 y con anterioridad la primera ciudad del Barco en 1550, lugar conocido en aquella época por Asiento de Ibatín o Campo de Ibatín. Si la primera Londres fue trasladad al valle de Conando como lo afirma Lozano “...distante – en este valle - solas veinte leguas de la ciudad de Orduña o Cañete, con la cual se podría mutuamente dar las manos para la defensa” (4), es fácil comprender que, si el valle de Conando hubiera sido el actual valle de San Fernando, al norte de Belén, como lo supone Lafone Quevedo, no se habría logrado el propósito perseguido con la mudanza, por cuento este valle se hallaba mas a trasmano de Cañete que el mismo valle de Quinmivil; no precisamente en distancia, sino en cuanto a su comunicación13 13 Como se ve, Lafone Quevedo no aceptaba la ubicación de Cañete ni la concebía en las caídas orientales de Aconquija. Para él Cañete coincidía con Huazán, (Andalgalá), se hallaba allí y no en parte otra alguna. 2- No nos explicamos porqué Lafone Quevedo considera imposible el abandono de Cañete (del valle de Gualán) sabiendo como el lo sabia que las fuerzas españolas, no obstante su arrojo y valentía, fueron impotentes en mas de una oportunidad para contener las embestidas de las tribus nativas confederales, y que fue un hecho real el abandono de Cañete ante el empuje de las tropas acaudilladas por don Juan de Calchaquí. 3- Lafone Quevedo, Op. y loc. Cit. 4- Lozano, t. IV, pág. 198. 18
  • 19. Mas directa e inmediata, ya que desde Quinmivil partía el camino directo que, que por al actual Fuerte de Andalgalá – supuesto por nosotros Conando – se internaba en la quebrada de las Cañas para salir a Cañete. Por otra parte, llevar la ciudad de Londres al valle de San Fernando o a Hualfin, era alejarla aun mas de toda posible ayuda y colocarla en el camino obligado de las comunicaciones entre los calchaquíes y sus aliados, las tribus guerreras de tinogastas, abaucanes, malfines, etc. Era, en concreto, disparar de un peligro, para caer en otro mayor. Y como bien lo expresa el teniente coronel don Estanislao Maldones, un traslado así, tan desatinado “habría importado salirle el bárbaro al encuentro con un hato de victimas…” (1). El auto de jurisdicción de la ciudad de Londres de Poman (año 1633) menciona a conando inmediatamente después de Guachacce y Guazán (Huazán), pueblos inmediatos al Fuerte de Andalgalá, lo cual probaría su cercana ubicación. Lozano, cuando nos narra la entrevista de Bohorquez con el gobernador Mercado y Villacorta en Pomán (año 1657) y describe el viaje de aquél, procedente de su cuartel general en Tolombon, al frente de 117 caciques adictos, dicen que corran por cuenta del gobernador los gastos de la comitiva del falso Inca, desde el momento en que éste pisara el valle de Conando (2) y es evidente que Bohorquez desde el valle de Yocavil (Santa María) debió dirigirse a Poman por la entrada norte del valle de Andalgalá, vale decir por el Conando que nosotros suponemos, ya que no habría motivos que explicaran su desvió por Belén, si Conando se hubiera encontrado en el valle de San Fernando, cuando el falso Inca iba a marchas forzadas hacia Poman y debió naturalmente seguir el camino más corto que dejamos indicado. Existe además una circunstancia digna de tomarse en consideración con respecto a este punto. En documentos del año 1585 se habla de San Pedro de Conando como un lugar apropiado para la fundación de una ciudad estratégica y de brillante porvenir por las minas en él descubiertas; y es sabido que Francisco de Aguirre, siendo gobernador del Tucumán envió, en dos oportunidades, gente a la mendo de Nicolás de Garnica, del capitán Blas Rosales y de Juan Pérez Moreno una de ellas (3); y la otra al mando de Rodrigo de Palos y Juan de Cusio (4) con objeto de que efectuaran dicha fundación; la cual, al parecer, nunca llegó a realizarse (5), por causas que se ignoran.14 14 Toponimia Catamarqueña, pág. 47. 2- LOZANO, t. IV, paginas 46 y 47. 3- LEVILLIER, Probanzas de Méritos y Servicios de los Conquistadores del Tucumán, t.II, pág. 349. 4- LEVILLIER, id. id., t l, patina 208. 5- LEVILLIER, id. Id., t. I, pagina 208. 19
  • 20. Juan Fernández de San Pedro, hombre sin duda muy allegado al gobernador Aguirre, ya que es él quien promueve la tercera Información de Servicios del conquistador Aguirre levantada en La Serena en julio de 1554, habría sido encomendero quizá del pueblo de Conando. Aguirre, al deponer a Núñez de Prado en 1553, dejó sin efecto las encomiendas concedidas por éste, transfiriéndolas a sus conmilitones. El pueblo de Conando, que con su cacique Chanamba (Chanampa) y 100 indios diaguitas de visitación fuera encomendado por Núñez del Prado a su hijo adoptivo Juan Bautista de Alcántara con fecha 8 de enero de 1552 (1), es de suponer le fuera adjudicado por Aguirre a Fernández de San Pedro y que éste se hallara en aquel lugar cuando fue invadido por los lules, que se desmandaban hasta las caídas occidentales del Aconquija, dando muerte al encomendero. Este Juan Fernández no habría sido otro que Juan Fernández de San Pedro, el apoderado de Aguirre en la información mencionada; y en homenaje y memoria de él, habría empezado a designarse a aquel lugar con el nombre de San Pedro de Conando. Si este lugar: Conando, coincide con Julumao o le es inmediato, se explica fácilmente que al levantarse ahí el Fuerte de San Pedro de Mercado en 1657-8, se hubiera reemplazado el final Conando por Mercado en homenaje al gobernador Mercado y Villacorta, bajo cuyo gobierno se erigió. De lo contrario, no se justificaría ni explicaría el agregado inicial de San Pedro, ya que en todo caso lo lógico hubiera sido asignarle el nombre de “San Alonso de Mercado”, pues resulta muy atraído de los pelos el San Pedro. La vida de la ciudad de Londres en su segundo asiento del valle de Conando fue sumamente precaria, apenas algunos meses; y Castañeda se vio en la necesidad de ordenar su precipitado abandono en diciembre de 1562, antes de que don Juan de Calchaquí cayera sobre ella con sus hordas incendiarias. No dio tiempo a sus pobladores ni siquiera para recoger la cosecha del trigo, que quedó almacenado en las parvas y del que se aprovecharon los calchaquíes al invadirla (LOZANO, t. IV, pág., 218). TERCERA LONDRES (2) Desaparecida la ciudad de Londres del valle de Conando, como acabamos de verlo, a fines de 1562, ella sólo perdura en el recuerdo por espacio15 15 LEVILLIER, Probanzas de Méritos y Servicios de los Conquistadores del Tucumán. I, pág. 348 a 383. 2- Segunda fundación de Londres por Gaspar Doncel, en su tercer asiento en el valle de Famaifil, a 24 de mayo de 1607, con el nombre de San Juan Bautista de la Rivera. 20
  • 21. De casi 45 años, hasta que el gobernador del Tucumán don Alonso de Rivera, reconociendo la imprecindible necesidad de mantener una ciudad avanzada en el corazón de los valles diaguitas, encomienda a su teniente de gobernador en la ciudad de Todos los Santos de la Nueva Rioja don Gaspar Doncel, en carta de fecha 13 de febrero de 1607, la refundación de la extinta ciudad de Londres: “…en donde en tiempos pasados estuvo poblada “… “o en la parte mas acomodada y mejor que le pareciere...” (1). Doncel se traslada a Belén actual, en virtud de dicha comisión, y en 24 de mayo de 1607 refunda la segunda Londres en su tercer asiento del valle de Famaifil, asignándole el nombre de San Juan Bautista de la Rivera, en homenaje al gobernador “… a 35 leguas de La Rioja, a la banda del norte (2), legua y media de donde solía estar, sobre un río que se llama Jamaistil (Famaifil o Famaistil) muy abundante de agua” (Carta del gobernador don Alonso de Rivera a S.M., de fecha 11 de febrero de 1608) 3. La ubicación de esta ciudad a “…a legua y media...” de donde solía estar (4) y sobre el rio Famaifil, nos permitirá precisar su asiento y ratificar el asignado a la primera Londres de Zurita. Esta segunda Londres, en orden de fundaciones, pero en realidad la tercera Londres (San Juan Bautista de la Rivera) según su asiento, emplazada a “… legua y media…” de la primera, se habría encontrado ubicada al 1 1/2 o dos kilómetros hacia el N.E. De la actual Villa de Londres (Este) y en consecuencia a 3 o 3 1/2 kilómetros con igual rumbo de la Villa de Londres (Oeste). Vale decir: a legua y media de la primera, como lo expresa el gobernador Rivera. Historiadores de prestigio, entre los que pueden citarse a Lafone Quevedo, Larrouy, etc., sostienen que esta Londres debió coincidir con la actual Villa de Belén, a 3 leguas (y no a legua y media) de distancia de la primera Londres ya las márgenes del rio de Belén, que también suponen habría sido conocida en aquella época por el nombre de Famaifil. Y argumentan para armonizar las diferencias que, por error, se habría dicho legua y media siendo tres leguas la distancia que mediada entre una y otra ciudad de Londres. Debe tenerse en cuenta que los hombres de la conquista, a pesar de carecer de aparatos de precisión, eran bien exactos en la apreciación de las distancias; y se equivocaban, es cierto, pero solo por escaso margen. No es admisible por consiguiente que en este caso, y tratándose de distancia tan pequeña, hubieran estado tan desacertados en su apreciación.16 16 P. A. LARROUY, Autonomía Catamarqueña, Ap. I°, pág. VII. 2- Debe interpretarse por “rumbo norte”; es decir al Norte de la Rioja. 3- LARROUY, OP. cit. Apéndice 1°, página VII. 4- Debe entenderse que alude a la primera Londres en el valle de Quinmivil. 21
  • 22. Exploraciones realizadas e investigaciones practicadas in situ (1), nos permiten sostener que la Londres de Doncel no coincidía en su ubicación con la actual Villa de Belén y que se hallaba emplazada, como lo afirma el gobernador don Alonso de Rivera, a “legua y media” aproximadamente de la primera Londres. En efecto, a ambos lados de la ruta nacional N° 40 que comunica Londres con Belén, en un dilatado y fértil valle y como a 1 '/2 o 2 kilómetros de Londres Este, se perciben restos de una ciudad española desaparecida (2). Tal habría sido la Londres de Doncel. Su emplazamiento, justamente a “ legua y media» de la primera Londres, que tal es la distancia aproximada resultante de este sitio a las ruinas de la primera Londres, coincide con lo expresado por Rivera en su carta de fecha 11 de febrero de 1608 en la que dice: "reedifiqué la ciudad de Londres 35 leguas de la Rioja a la banda del norte(3) legua y media de donde solía estar sobre un río que se llama Jamaistil, muy abundante de agua, alcanza tierra muy fértil de labranza y crianza y mucha; toma las espaldas a la ciudad de San Miguel de Tucumán y el costado a Calchaquí y se da la mano con la cordillera nevada de Chile por la vuelta de Coquimbo y pienso que este verano quedará descubierto el camino viejo que solía caminar en tiempo que Londres estaba poblada. Lámase esta nueva población San Juan Bautista de la Rivera”. (Autonomía catamarqueña, doc. N° I del apéndice, pág. VII). El Rio Jamaistil (Famaifil) aquí mencionado se supone fue el rio de Belén por la abundancia de agua que se atribuye. Pero al hablar de la cuarta ciudad de Londres veremos que no pudo ser el rio de Belén sino otro abundante de agua en aquella época, y cuyo caudal declino visiblemente tiempo después, quizás en 1610, dando motivo el traslado de la ciudad que se vio de improviso privada de tan vital elemento. El río Belén es de un caudal firme hasta el presente y no es de pensar que en época alguna se hubiera cortado totalmente. Debió tratarse de otro río de la región conocido por el nombre de Famayfil, como el valle por el cual corría, y el que por trabajos de aluvión cambió de curso. Nos inclinamos a pensar que se trata del rio hoy llamado Rio Hondo. Este río se ve claramente que con anterioridad pasaba al norte de la actual villa de Londres con rumbo S.E., y los enormes cantos rodados que ocupan el lecho abandonado y las márgenes del mismo nos hablan de su apreciable caudal antiguo.17 17 Ver. pag. 89. 2- Ruinas conocidas por las “Paredes Viejas”. 3- Rumbo norte...ver. pag. 98. 22
  • 23. Como a 1 km, al este de la villa y antes de llegar al sitio en que suponemos se levantó la ciudad de Londres de 1607, torcía su curso hacia el sur. Hoy, como puede verse (1), sigue con rumbo sur por entre las dos Villas de Londres (Este y Oeste); su desvió de habría producido por el año 1610, dejando a la ciudad en seco. De ahí que los londrinos clamaran por el traslado de la ciudad debido al “engaño del agua del rio…” “…que les calló abiesso...” 2. Hablando de este rio dice Doncel en su carta al gobernador, fechada en San Juan Bautista de la Rivera a 4 de noviembre de 1607: “… al rio de esta ciudad va poderoso en agua que pasa de cien marcos. El temple de esta ciudad es el mejor que se halla en la gobernación porque no hace frio ni calor y de noche es menester antes ropa que quitada, bébase fría si se coge por la mañana el agua de esta ciudad es un poco gruesa, y la de Londres (3) la mejor que se halla en toda la gobernación. Una legua el rio arriba entra otro (4) en este de la ciudad con muy linda agua tan buena como la de Londres que baja de la sierra de Abaucan y corren las agua de el del sur al norte hasta entrar en el río de esta ciudad que casi corre por el propio rumbo del molino que voy haciendo…” (Autonomía Catamarqueña, apéndice: doc. I, págs., VI y VII). Se conocen además documentos que nos permiten refirmar nuestra tesis de que ninguna de las ciudades de Londres tuvo por asiento el sitio en que hoy se encuentra la villa de Belén. Se trata en uno de ellos de una petición elevada por los vecinos de Belén al gobernador interino del Tucumán don Joaquín de Espinosa en 1772 en la que solicitan la fundación de una villa en el valle de Belén con objeto de hacerla cabeza de jurisdicción eclesiástica independiente, ya que hasta el año 1780 formaban parte integrante del extensísimo curato de Belén (jurisdicción de Londres) los actuales departamentos de Belén, Pomán, Santa María, Ándalgala y Tinogosta, abarcando una extensión de 60.000 kilómetros cuadrados aproximadamente. Se hallaba al frente de curato de Belén por el año 1772 don Francisco Javier Mendiolaza, doctorado en la Universidad de Córdoba en I769. Mendiolaza firma conjuntamente con 17 vecinos la petición en que después de concretar las excelencias de la región y las necesidades de orden material y espiritual que inspiran el petitorio se expresa: … “en distancia de 3 leguas de Belén (villa fundada por el cura don Bartolomé Olmos de Aguilera el 20 de diciembre de 1681 (está) en la antigua ciudad de Londres que, por la hostilidad del enemigo fue desolada, y por ahora muy poblada (P. Antonio Larrouy, Autonomía Catamarqueña: colonización de la provincia de Catamarca, pág. 24). 18 18 Ver esquema N° 3. 2- Ver cuarta Londres y Documento N° 2. 3- Se refiere sin duda al agua del río Quinmivil. 4- Rio que habría desaparecido también, por cuanto de él no se encuentra rastro alguno. 23
  • 24. La cita transcripta es interesante por cuanto en el documento de referencia, redactado en 1772, cuando se estaba bien cerca de los acontecimientos londinenses, se desvincula totalmente a Londres de Belén. Si la Londres de Doncel hubiera tenido por asiento el sitio en que se levantó más tarde la villa de Belén, se hubiera hecho constar así. Pero contrariamente, se dice que la antigua ciudad de Londres, aunque no se expresa cuál de ellas, se halla a tres leguas de Belén, lo cual nos permite suponer que tanto la primera Londres como la segunda no habría salido del radio denominado Londres: villas actuales de Londres (Este y Oeste). En el informe que sobre el curato de Belén produce en la ciudad de Salta el 12 de enero de 1736 el licenciado don Miguel de Villafañe ante el Ilustrísimo señor obispo don Joseph de Zeballos, dice: “A tres leguas de Belén, esta la ciudad antigua de Londres...” (1). Luego en la “Relación Geográfica de la Jurisdicción de Catamarca” que eleva el general don Luis José Díaz con fecha 6 de diciembre de 1755 expresa: “El dicho Santuario de Belén que está en la boca de una quebrada reside un cura, que comprendía su curato todo este partido (el de Belén) hasta Poman. Y todo el terreno de la Ciudad destruida de San Juan Bautista de Londres a distancia de Belén tres leguas...” 2. CUARTA LONDRES No habría resultado de un caudal tan firme las aguas del rio Famaifil como lo afirmaba Rivera en su carta de fecha 11 de febrero de 1608 (4), ni tan siquiera lo suficientemente aptas para alimentar a la diminuta ciudad levantada a su vera, desde el momento que, cinco años mas tarde, se vieron precisados sus pobladores a gestionar su traslado “… por el engaño del agua del rio que…” “…les calló abiesso…”.19 19 Larrouy, aut. Cat. Ao. X, pag. XXV. 2- LARROUY, Aut. Cat. Ap. XI pag. XXVIII. 3- En su cuarto asiento del valle de Quinmivil, bajo el nombre de San Juan Bautista de la Paz (años 1612 – 13) 4- Autonomía Catamarqueña, Ap. I, pág. VII. 24
  • 25. Así lo expresan en un documento con que hemos tenido la suerte de tropezar y que nos viene a dar luz con respecto a las causas y a la oportunidad en que la tercera Londres, o sea San Juan Bautista de la Rivera, se traslada a su cuarto asiento del valle de Quinmívil, en donde aparece bajo la denominación de San Juan Bautista de la Paz. La existencia de documentos en que se menciona a esta ciudad bajo este ultimo nombre y el cambio de sitio, llamó justamente la atención, sin que hasta el presente - que lo sepamos al menos - fuera posible establecer las causas de su traslado ni de su modificación nominativa, hecho que dio lugar en mas de una oportunidad a que, acontecimientos pertenecientes a la tercera Londres, fueran adjudicados a la cuarta y recíprocamente, y originaron explicables confusiones. Larrouy, aludiendo a estos cambios, manifiesta ignorar los motivos determinantes de ellos: “... y es fuerza admitir-dice- que intervino una traslación, aun cuando no se encuentra ningún rastro directo de ella en los instrumentos de que por ahora se dispone... “(Autonomía Catamarqueña pág. 7) y Lafone Quevedo: "… En cuanto al nombre de la nueva ciudad (la cuarta Londres) existe una merced (la del Pucara de Aconquija) en que se la llama San Juan Bautista de la Paz. Sin duda alguna, el tiempo nos ha de explicar el motivo de este cambio, porque en un instrumento publico no hubiesen falseado el nombre de la ciudad sin razón para ello” 1. El documento revelador a que hemos hecho referencia consiste en una carta, dada a la publicidad entre otros, como apéndice a la obra Francisco de Alfaro y la Condición Social de los indios, por el historiador don Enrique di Gandía (2), documento que ha pasado sin duda inadvertido para los estudiosos o bien no le han asignado la importancia capital que encierra al noticiarnos acerca de las causas que motivaron el traslado de aquella ciudad y de la oportunidad en que él se produjo. En dicha carta, el Cabildo de la ciudad de San Juan Bautista de la Paz se dirige al Rey, enumerando los inconvenientes creados a sus pobladores por las ordenanzas del licenciado Alfaro, y pidiendo en consecuencia se suspenda su aplicación con respecto a dicha ciudad por ser ella “ ..La las tierna…” y en atención también a las demás necesidades, motivos y antecedentes que se expresan. Alfaro en su gira vertiginosa, habría visitado a casi todas las ciudades del Tucumán, incluso “... los pueblos de los indios bapticados y muchos de los que no lo están…” 20 20 refundación de la ciudad de Londres en 1607, en Belén valle de Famaifil. Carta abierta al doctor Ramón Cárcano, public. En boletín del instituto geográfico argentino, t. XVII, n° 7, 8 y 9 de julio – septiembre de 1896. 2- Ver documento n°2. 25
  • 26. Entre los meses de febrero, marzo y abril de 1611, ya que a fines de abril o principios de mayo se hallaba en la ciudad de Córdoba (2). Es durante este breve periodo y antes de dirigirse a las ciudades de La Rioja y Córdoba que se habría internado hasta la ciudad de Londres de Famaifil (tercera Londres en su tercer asiento) en cuya oportunidad los pobladores de aquella ciudad le habrían pedido el traslado de ella a su primitivo asiento en el valle de Quinmivil. Resulta interesante reproducir la parte pertinente de aquella carta por ser el único documento publicado y conocido hasta la fecha que da noticias ciertas acerca del traslado de la tercera Londres (San Juan Bautista de la Rivera: valle de Famaifil), a su primitivo asiento (valle de Quinmivil) con el nombre de San Juan Bautista de la Paz, por otra parte, es éste el único documento mas antiguo conocido en que se menciona el nombre de San Juan Bautista de la Paz, y es de suponer se trate también del primero emitido desde la nueva ciudad. Dice así: “Señor: De la visita general que el licenciado don Francisco de Alfaro oydor de nuestra rreal audiencia de la plata… poblamos la ciudad de la rrioxa que con mucho trabaxo se asentó y conquistó por los exsesibos (¿daños?) que en este lugar causaban los naturales para tomar algún alivio y asegurar estas tierras y las ciudades de Córdoba y la rrioxa y de san miguel de Tucumán y ciudad de Lerma en el valle de salta sus sircunvezinos determinaron dexar nuestras casas y hasiendas y poblar a nuestra costa sin ayuda ni socorro de vuestras rreales caxas ni menos de los gobernadores ni el que la fundó poblamos legua y media desta ciudad (3) habrá cinco años que por andar sobre ellos conquistándoles y trayéndoles por los mejores medios quo se pudo, llegó el dicho vuestro oydor visitador general (4) a donde halló a los vecinos y conquistadores con las armas a cuestas y muchísimo trabaxo y bido en los naturales lo que aquí tenemos a vuestra magestad ynformado y en buen agasaxo y tratamiento como a hijos y que yban entrando en usso y rrason a donde aviendose informado del asiento en questabamos y no ser acomodado por el engaño del agua del rio que nos calló abieso por esta21 21 ENRIQUE DE GANDÍA, obra citada, doc. N° XXXII (ver doc. N°2). 2- Con fecha 2 de marzo el cabildo de Santiago del Estero comunicó al rey la llegada del visitador Alfaro. Y el 9 de marzo de 1611 Alfaro promulgó en la ciudad de Córdoba un auto con respecto al tránsito de los indios. (Gandía, op. cit., págs. 203 y 207). 3- Se ve que ya se encontraban en la nueva ciudad de San Juan Bautista de la Paz cuando escribieron esta carta. 4- Don Francisco de Alfaro. 26
  • 27. Ciudad (1) le fue pedido se trasladase en este asiento (2) el qual lo remitió a vuestro gobernador don Luis de Quiñones Osorio para que proveyesse en el caso lo que más combiniese a vuestro rreal serbicio y por su orden y mandato se traslado a este sitio donde al presente abitamos...” etc. Termina la carta pidiendo que se acceda a lo que el procurador enviado por aquella ciudad iba a gestionar a fin de que se dejaran de aplicar en ello las ordenanzas apretadas de Alfaro, por tratarse de una “ ciudad la mas tierna y que agora se comienzan a edificar las casas y demás menesterosas (¿cosas necesarias?) Para su sustentación...” etc. “... suplicamos a vuestra magestad umildemente vistos los justos pedimientos de nuestro procurador se nos haga merced como de vuestra magestad rreciben vuestros vasallos nuestro señor guarde a vuestra magestad muchos y muy largos años con acrecentamiento de mayores rreynos y señoríos como por los leales vasallos de vuestra magestnd es deseado de san Juan Bautista de la paz y de hebrero 19 – 1613. Sebastián de Loria - don Francisco Maldonado de Saavedra - Xristoual de contreras - Luis Sánchez de herrera – Juan Núñez. Por el Cabildo. Bartolomé Thomas del peso Escrivano publico y del cabildo... (Rubricados) Archivo General, de Indias, de Sevilla: 74/3/38 o (3). Como se ve, el documento es claro y terminante con respecto al traslado de la Londres de Doncel al asiento de la Londres de Pérez de Zurita, en donde permanece hasta el año 1632, con la modificación parcial del nombre con que la bautizara Doncel. Ya no se denomina San Juan Bautista de la Rivera, sino San Juan Bautista de la Paz, y así se la menciona en manuscritos y documentos de la época (4). Con esta carta; que tiene la virtud de aclararnos un punto histórico - de ahí su trascendental importancia - queda despejada la que fuera incógnita para Lafone Quevedo y el padre Larrouy y salvado el error en que incurre el señor Cornelio Sánchez Oviedo al afirmar que la ciudad de Londres “...refundada nuevamente cerca del asiento de la actual villa de Belén en 1607, destruida por la indiada, es fundada en el asiento de la primera (Quinmivil) en 1632, 22 22 La de San Juan Bautista de la Rivera (tercera Londres) del Valle de Famaifil. 2- Al de la cuarta Londres del valle de Quinmivil (San Juan Bautista de la Paz). 3- Ver Doc, n° 2. 4- Ver R. Levellier, Papeles eclesiásticos del Tucumán, t. I; Autonomía Catamarqueña apéndice I y II y Documentos Coloniales, Publicados por M. Lizondo Borda, t. III, pág. 92. 27
  • 28. Para trasladarla al año siguiente, 1633 a Pomán” 1. Ya se ha visto que la Londres de Doncel (1607) fue trasladada (1612 - 13) y no fundada nuevamente en el asiento primitivo del valle de Quinmivil, a pedido de los pobladores de la tercera Londres, ante la inseguridad personal que les obligaba a vivir « ...con las arma a cuestas … “ y debido al “ ...engaño del agua del rrío...” que les “ ... cayó avieso…” 2 ,y no por haber sido destruida en dicho sitio “por la indiada...”, como lo expresa Sánchez Oviedo; perdurando ahí hasta I632 en que recién se produce su destrucción, a principios del Gran Alzamiento, obligando a sus pobladores a buscar refugio en la ciudad de Todos los Santos, de la Nueva Rioja, en numero aproximado de mil almas. Pero, no es éste único error del señor Sánchez Oviedo que nos vemos en la obligación de salvar en homenaje a la verdad histórica. En su folleto intitulado Los Fundadores de la Ciudad de Londres (Catamarca, 1943) dice: “2° Londres, fundada en Andalgala. Año 1562...” 3. La segunda Londres no fue fundada en Andalgala sino trasladada a ese sitio (valle de Conando) la primera Londres desde el valle de Quinmivil en 1562. Y mas adelante agrega: “4° Londres fundada otra vez sobre la derruída primera Londres y qua se perpetua hasta hoy con idéntico nombre. Año 1632...” 4. Acabamos de ver que la cuarta Londres no fue fundada una vez mas sobre la derruída primera Londres, sino sencillamente trasladada a ese sitio en 1612 – 13 la tercera Londres de Famaifil. Con respecto al cambio experimentado en su denominación, diremos que era y es aun común en los gobernantes, modificar o cambiar al menos las designaciones, cuando no les es posible borrar todo rastro de la obra de sus antecesores, impulsados casi siempre por mezquinos sentimientos, enemistades personales, rivalidades propias del cargo o intrigas de conmilitones. Así hemos visto como Castañeda, sin motivo valedero, cambió el nombre a las tres ciudades que fundara Pérez de zurita, del mismo modo que éste cambió el nombre de Nuevo Maestrazgo de Santiago, con que bautizara Núñez de Prado a la región de su mando, por el de Nueva Inglaterra. Nada extraño seria, pues, que don Luis de Quiñones Osorio, quien reemplazó a don Alonso de Rivera en el gobierno del Tucumán en abril 23 23 Catamarca en las exposiciones, pág. 229. Cap. VI (Ap.) 2- Debe interpretarse por torcido o malo, por haber cambiado de recorrido o bien por haber disminuido notablemente su caudal. 3- Op. cit., pág. 5. 4- Id. Id., pág. 5. 28
  • 29. De 1611 (1), obedeciendo a cualquiera de estas causas, se hubiera sentido tentado a anular siquiera en parle el mérito que le cupo a Rivera en la refundación de Londres (1607) y a restarle importancia autorizando el traslado de ella a otro sitio mas adecuado, es cierto, a las márgenes del río Quinmivil, en donde la emplazara por primera vez Pérez de Zurita, respetando del nombre asignado solo aquello que no servía para perpetuar la memoria de Rivera: San Juan Bautista, pero sustituyendo el agregado de la Rivera por el de la Paz. No le habrían faltado por otra parta razones en que fundamentar la autorización del traslado. En primer termino el pedido clamoroso de sus pobladores y en segundo y tercer termino motivos, sentimental el uno: el de volver la ciudad al sitio de su primera y original fundación como un homenaje a Pérez de Zurita, el gobernante de tan clara visión y de tan acertada gestión en el gobierno del Tucumán, y material y estratégico el otro : la existencia de las fortificaciones y construcciones dejadas por los pobladores de la primera Londres, las que habrían sido fácilmente habilitadas y utilizadas en caso necesario, como lo prueban las ruinas todavía existentes. Surge como consecuencia lógica de estas constancias, que el traslado debió producirse a fines de 1612 o al iniciar el 13. El petitorio de los londrinos habría sido formulado al licenciado Alfaro en el mes de abril de 1611, fecha en que aproximadamente debió penetrar hasta Londres, considerando que en marzo del mismo año se hallaba todavía en Santiago del Estero y a fines de abril o principios de mayo, en Córdoba 2. Quiñones de Osorio se hace cargo del gobierno en abril de 1611, y después de recibir el mencionado petitorio que le habría entregado Alfaro personalmente al encontrarse con él en Córdoba, pasó a Santiago del Estero, tardando un tiempo apreciable en resolverlo, quizá hasta fines del año siguiente, pues los expedientes tampoco corrían muy veloces en aquellos tiempos. Es de pensarlo así, ya que en la carta que acabamos de reproducir fragmentariamente, de fecha 19 de febrero de 1613, expresa el cabildo de la ciudad de Londres (la cuarta Londres o San Juan Bautista de la Paz) es “…la ciudad mas tierna del Tucumán y que recién a mediados de febrero de de 1613, se empiezan a edificar las casas...”. Y al referirse a la tercera Londres (San Juan Bautista de la Rivera) hacen constar que esta ciudad se fundó “…habrá cinco años…”, hecho que ocurrió, como hemos visto, el 24 de mayo de 1607. No alcanzamos a descubrir, en cambio, las causas que habrían motivado el agregado de Paz en reemplazo de la Rivera: 24 24 Así lo afirma Lozano, t. IV, pág. 421. 2- Ver pág. 103, nota 2. 29
  • 30. A no ser que tal modificación importara traducir el estado de paz y tranquilidad lograda en el nuevo sitio por los pobladores, que en el asiento anterior vivían en constante zozobra, como pudo comprobado el visitador Alfaro, quien “...halló a los vecinos y conquistadores con las armas a cuestas...”. La ciudad de San Juan Bautista de la Paz, que en los últimos años fue perdiendo esta denominación para recuperar la primitiva y simple de Londres o de San Pedro Mártir, perduró en el valle de Quinmivil hasta el año 1632, en que fue abandonada y destruida durante el Gran Alzamiento calchaquí y sus pobladores, en número aproximado de mil almas, debieron refugiarse en la ciudad de Todos los Santos de la Nueva Rioja( 1), perseguidos ,de cerca y acosados por las huestes que encabezaba blandiendo su mortífera lanza el famoso cacique Chelemín. En esta oportunidad fue cuando Chelemín desvió hacia la derecha el cauce del río Quinmivil, cortando así el agua a la ciudad de Londres (2). QUINTA LONDRES. Fue necesario convencerse de que la subsistencia de la ciudad de Londres en Belén o en Andalgalá, alejada de los centros pacificados, constantemente asediada por las tribus diaguitas, belicosas en extremo, se tornaba imposible o, al menos, imponía cruentos sacrificios. Su emplazamiento sobre el “Camino del Inca” , “Camino de Almagro” o ”Camino de los Cuyanos” que en todas estas formas se le nombraba, demostró hasta la evidencia que dicho emplazamiento, lejos de constituir un baluarte o un puesto avanzado del dominio español, resultaba más que todo n desafío permanente a la indiada enemiga y un incentivo constante de rebelión. Don Felipe de Albornoz debió comprenderlo así al comprobar que ni el valor y arrojo temerario del general Luis de Cabrera al frente de sus soldados, valientes hasta la temeridad, fue capaz de doblegar la cerviz de los flecheros diaguitas confederados bajo el mando del ínclito cacique Chelemin 25 25 LOZANO, op. cit. T. IV, pág. 441. Carta del gobernador Albornoz ya citada. 2- Ver esquema n°3. 3- Tercera fundación en su quinto asiento del valle de Palsipas (Pomán) el 15 de septiembre de 1633 por don Luis de Cabrera, con el nombre de San Juan Bautista de la Rivera de Londres. (se le llamaba también San Juan de la Frontera (ver doc. V, pág. 167). 30
  • 31. Y se decidió a fundar una nueva ciudad de Londres en un sitio no tan avanzado y menos alejado de las ciudades españolas, en el valle de los Palsipas o Paccipac (Poman). Ahí podría apoyarse y ser auxiliada mas fácilmente desde La Rioja y valle de Catamarca en donde se hallaba establecido un presidio costeado por el mismo Albornoz; presidio respaldado en una población animosa cuya importancia se acrecentaba en forma manifiesta, constituyendo un verdadero oasis de paz en la vida turbulenta y azarosa de los conquistadores del antiguo Tucumán. Así fue como, con fecha 15 de septiembre de 1633, don Jerónimo Luis de Cabrera refundó por tercera vez la ciudad trashumante, restaurando para ella el nombre de la primera y segunda Londres acumulados, es decir, San Juan Bautista de la Rivera de Londres con que bautizaran a sus ciudades Pérez de Zurita y Alonso de Rivera. Esta ciudad tuvo una existencia y una realidad sólo documental. Se ha dicho, y con justicia que ella”...nunca tuvo una casa ni un poblador…” 1. Si se exceptúa la viña o estancia del general Francisco de Nieva y Castilla, alférez real de la nueva ciudad, en donde se guardaría sin duda el estandarte real y se habría reunido en alguna oportunidad su Cabildo Regular, Justicia y Regimiento. No debemos engañarnos con respecto a la vida de esta ciudad, si tropezamos con documentos, actas o acuerdos fechados … “ en la ciudad de San Juan Bautista de la Rivera de Londres…” de fecha posterior al año 1633, desde el momento que, en cualquier lugar que se encontraban los pobladores componentes del Cabildo y se reunían con objeto de dictar providencias atinentes a la marcha de la guerra, actividad primordial en aquella época, las encabezaban como si ellas fueran suscriptas en el asiento de la ciudad capital a fin de darles autoridad, fuerza legal y fecha cierta. El gobernador de Tucumán don Ángelo Peredo, en carta del 29 de marzo de 1671 dice con respecto a esta ciudad: " No ha habido jamás vecino en ella, ni quien la asista, porque algunos vecinos feudatarios de pocos indios que tiene en su jurisdicción, viven en La Rioja y valle de Catamarca…” 2. Año mas tarde dice también al respecto el gobernador don José de Garro: “… el sitio que llaman ciudad, no hay más que el árbol de la justicia que le cerca una montaña espesa, y a su lado hay una viña sola de…26 26 P. A. LARROUY, Autonomía Catamarqueña, pág. 10. 2- P. A. LARROUY, Documentos relativos a nuestra señora del Valle y a Catamarca, pág. 92. 31
  • 32. un vecino particular (1), asistida de cuatro o seis indios, que con grave trabajo meten el agua para su regadío por ser un arroyo pequeño que no tiene la suficiente para poder sustentar población ninguna de ciudad por pequeña que sea; y nunca esta ciudad fue fundada (2), sino trasladada en proteforma la primera que se fundó, que la despoblaron los indios ahora 50 años (3), compelidos de enemigos con las armas, y los vecinos feudatarios que por no poderse sustentar en ella hacen su morada unos en la ciudad de La Rioja y otros en dicho valle de Catamarca, y habiendo reconocido yo el año 1675 que en dicha ciudad de San Juan se elegían alcaldes ordinarios de la hermandad sin población ninguna, a solo fin de mantener el sitio con nombre de ciudad y molestar a los indios llevándoles fuera de ella al cultivo de sus haciendas…" 4. Con anterioridad a estas fechas (año 1640) ya el cura de Londres, Juan de Aquino nos habla de la orfandad de esta ciudad cuando dice: “...la ciudad que con título de reedificación se fundó en este puesto de Pomán solo se tenía el nombre y nada en el efecto…”5. La quinta Londres de Pomán perduró, como lo hemos dicho, solo en la documentación de la época hasta el año 1683 en que se crea la nueva jurisdicción de Catamarca por real cédula de 16 de agosto de 1670, encerrando en ella las antiguas jurisdicciones londinenses y erigiéndose como capital de la misma la ciudad de San Fernando del valle de Catamarca. LA CIUDAD DE SAN FERNANDO DEL VALLE DE CATAMARACA Se sostiene, a nuestro parecer equivocadamente que la ciudad de Catamarca, cuya fundación se remonta al 5 de julio de 1683 (6), fue solo una reedición de las ciudades de Londres y, en concreto, una simple traslación de la Londres de Poman.27 27 El general don Francisco de Nieva y Castilla. 2- Debió querer decir "poblada”, ya que fundada lo fue incuestionablemente el 15 de septiembre de 1633. 3- En 1632, al ser sitiada por los huestes de Chelemin en su cuarto asiento del valle de Quinmivil. 4- Carta del gobernador del Tucumán don José de Garro al Rey, fechada en Córdoba a 10 de junio de 1670, en P. A. LARROUY, Documentos relativos a nuestra señora del Valle y a Catamarca, pág. 110. (ver doc. N° 9). 5- P. A. LARROUY, Documentos del archivo de Indias para la Historia del Tucumán, t. I, pág. 170. 6- Ver: P. PASCUAL SOPRANO, La virgen del Valle y la Conquista del Antiguo Tucumán, libro, II, cap. V, P. FRAY BERNARDINO ORELLANA, Ramillete histórico de los milagros de la virgen del Valle y Docs. N° 10, 11 y 12. 32
  • 33. Nada mas inexacto que semejante afirmación, no obstante el contenido de la clausula dispositiva de la cédula real del 16 de agosto de 1679 por la cual se dispone: “… la mudanza de la ciudad de Londres al Valle de Catamarca…” ni los términos del acta de señalamiento de sitio para ella establecido por Mendoza Mate de Luna: “... que habiendo reservado como reservó el (señor gobernador) por vista de ojos hacer elección de Sitio para la población que se ha de hacer para ciudad trasladando en ella la Ciudad de Londres en cumplimiento de la Real Cédula de su Magestad que está por cabeza de este libro de Cabido...” , etc. Las consideraciones que pasamos a formular demostraran en forma indubitable que no hubo en realidad de verdad traslado alguno de ciudad ni de nada que pueda significar una mudanza material, si se exceptúa el Estandarte Real, conducido al Valle de Catamarca, único resto de la incorpórea Londres de Poman. Lo que hubo, sencillamente, fue la creación de una nueva jurisdicción: la de Catamarca, encerrando en ella el área perteneciente alas extintas jurisdicciones londinenses y en consecuencia, la erección de una nueva ciudad también, la de San Femando del valle de Catamarca como capital de ella, lo cual es completamente diferente al traslado de una ciudad que nunca existió como tal, es decir, con todos sus atributos: la quinta Londres de Pomán o San Bautista de la Rivera de Londres. LA CIUDAD DE SAN FERNANDO DEL VALLE DE CATAMARCA EN SU PROMITIVO ASIENTO DE “LAS CHACRAS”. La colonia del valle de Catamarca, como se designaba a la industriosa población que a fines del siglo XVI habría empezado a formarse, se extendía a la margen izquierda principalmente del río Grande de Choya (1) o el rio del valle de Catamarca, teniendo por centro el primitivo pueblo indígena de Motivo o Motimogasta. Descubierto el valle de Catamarca por Diego de Rojas a fines de 1543 o principios de 1544 y luego explorado y pacificado por Juan Núñez de Prado en 1552, pues que este se encontraba “conquistándolo”, según testimonio….28 28 Así se denomina en los primeros años de la conquista al actual río del valle de Catamarca, para diferenciarlo seguramente del rio Chico o arroyo de Choya que corría a los pies del pueblo indígena de Choya. 33
  • 34. De Cristóbal Pereira (1), cuando Aguirre le mandó prender y remitió a Chile, habría empezado a colonizarse poco tiempo después. Los hombres que acompañaron a Rojas en la primera entrada 2 y muchos de citas de los cuales volvieron nuevamente con Núñez de Prado, habrían quedado maravillados ante la contemplación del feracísimo valle da Catamarca, de belleza incomparable por su amplitud y uniformidad, su aspecto pintoresco, su clima privilegiado y la fertilidad de sus tierras dotadas de agua en abundancia y en donde los nativos cultivaban el maíz, el algodón y demás productos con excelente resultado. Es evidente, pues, que desde su primera entrada al valle de Catamarca (1543 - 4) esos hombres abrigaron el deseo y la intención de establecerse en él y que propalaran al mismo tiempo entre sus compañeros de andanzas y aventuras las virtudes del valle excepcional. Las tierras que solicitaban en merced los conquistadores, en premio de los cruentos sacrificios y servicios prestados a la Corona, no debieron ser pedidas al caso, sino, por el contrario, previo conocimiento de la región y previa comprobación de las virtudes productivas de la tierra. Siendo así, se explica que el valle de Catamarca se convirtiera en un retazo privilegiado de tierra que se reparte en mercedes de reducida extensión, Pero esta reducida extensión se halaba compensada por su mayor importancia y su ventajosa ubicación. No se conocen en este valle mercedes como las de Taco-Pampa, Anillaco, Antofagasta, Allegas, etc., de. Centenares de leguas; todas en él se reducen a media legua o a lo sumo a tres leguas en cuadro. Se insinúa así el trazado de una población con aspiraciones de centro urbano y en donde las pequeñas parcelas repartidas entre muchos colonos debieron subdividirse a su vez por ventas y donaciones, con objeto de permitir la incorporación de nuevos pobladores. Son dignas de señalarse las causas de este que podríamos llamar fenómeno no común en la vida colonial, que se caracterizó por una desmedida avaricia de de tierra y de indios, los dos elementos fundamentales del enriquecimiento que se perseguía una vez fracasada la búsqueda de tesoros y de huacas “taconadas” de oro. Dos son las causas principales de este fenómeno que venimos señalando, aparte de las ya mencionada acerca de las condiciones naturales de la región: I° la aparición de la Virgen en la gruta de Choya, con lo cual el valle se convierte en santuario de peregrinación que monopoliza el fervor cristiano del Tucumán y regiones circunvecinas; 2° la circunstancia de ser este valle uno de los mas importantes centros de producción algodonera y un verdadero emporio industrial proveedor de lienzo y pabilo que se exportaba en gran escala al Potosí y al Perú.29 29 Testigo en la información de servicios de H. Mejía Miraval, en R. LEVILLIER, Probanzas de meritos y servicios de los conquistadores del Tucumán, t. II pág. 117. 2- Rojas debió entrar al valle de Catamarca a fines de 1543 o a principios del 44 (época de grande calores y cuando los maizales estaban en berza), atravesando la actual cuesta del Totoral y siguiendo a lo largo del Cañón de Paclin (ver Juan Pablo Vera, Capayan y la Cuesta del Totoral, en la Nación del 21 – XI- 1937 y 16 – VI – 1940). 34
  • 35. Luego, después de la fundación de la ciudad de Todos los Santos de la Nueva Rioja (1591), la colonia del valle se convierte en el centro obligado de transito y actividades comerciales del N.O, centro al cual convergen las caravanas procedentes de todas las ciudades del Tucumán, constituyendo así el paso ineludible del intercambio entre Perú y Chile con escalas en Cuyo, lo que trae como consecuencia Ilógica el abandono o casi absoluto del antiguo “Camino del Inca” que pasaba por la región del viejo valle de Londres. Los cultivos de aquella zona abastecían sobradamente a las ciudades vecinas y sus prados ubérrimos daban albergue a las bestias de carga que se concentraban ahí en procura de engorde y del necesario descanso que debía proporcionársele después de tan largas y fatigosas jornadas. El gobernador del Tucumán don José de Garro, hablando de la conveniencia de trasladar la ciudad de Londres el valle de Catamarca, dice en carta de fecha 20 de febrero de 1678: “... Es fértil la tierra y se dan todas las frutas de la provincia, y trigo y maíz y viñas y suma de algarrobales y particularmente el algodón de que se provee toda la provincia, por no darse en otra parte de ella y aun pasa en pabilo a esas del Perú que es el principal trato de aquel valle por lo considerable...” 1. No es posible precisar la fecha en que se establece el primer colono en aquel valle, pero sí se conoce la de las primeras mercedes otorgadas en él y solicitadas seguramente, como se ha dicho, previa experimentación y previa comprobación de las virtudes productivas de la tierra. El 9 de noviembre de 1591, el gobernador Ramírez de Velasco otorga a Alonso Carrión la merced de Autigasta, que comprendía las actuales poblaciones de Guaycama, Santa Cruz (Auti o Autigasta propiamente dicho) y Portezuelo y que constaban de tres leguas de largo por tres de ancho. En el año 1595, Gonzalo Núñez obtiene la merced de Cigalí, poco mas arriba de Choya, Chacarita de los Padres. En 1608, Pedro de Maidana obtiene la merced de Motimo o Motimogasta que comprendía: San Isidro (Valle Viejo), de media legua escasa por 30 30 Ver Doc. N° 8. 35
  • 36. Rumbo; merced que amplía con otra media legua en 1616 por compra que afecta a los indios, motimos con autorización del gobernador Quiñones Osorio y media legua más que adquiere por compra también de parte de la merced perteneciente a su vecino Luis de Medina en 1617, con lo cual extiende su propio predio abarcando las poblaciones de Villa Dolores, San Isidro, Rosario y Sumalao (Valle Viejo). Luis de Medina ya disfrutaba de parte de aquellas tierras, al parecer desde el año 1595, adquiridas en merced que le otorga el gobernador Mercado y Peñalosa y que comprendía legua y media al sur del llamado Pucará de Polco por media legua de ancho a ambas márgenes del río Grande de Choya (río del Valle), extendiéndose por la margen derecha otra legua más hasta encerrar parte del sitio que hoy ocupa la ciudad de San Fernando del Valle de Catamarca, En concreto: El Hueco (Siguatgasta o Sigualgasta) Polco y Villa Dolores sobre la margen izquierda, y Chacabuco, Chacarita y Parle de Choya sobre la margen derecha. Manuel de Salazar obtiene una legua al naciente de las mercedes de Medina y Maidana en el año 1621, otorgada por el gobernador Alonso de Vera y Zarate comprendiendo Santa Rosa y los Bañados hasta tocar las Sierras de Gracián. Del mismo año (1621) data la merced de Allpatauca (San Antonio y El Hospicio de Fray Mamerto Esquiu), concedida por el mismo gobernador Vera y Zarate al presbítero Andrés de Guzmán. Aparecen así dividiéndose la merced de Motimogasla, región central en que se asentara y prosperara la Colonia del valle, los tres primeros colonos de que hay memoria cierta en el valle de Catamarca: Medina, Maidana y Salazar. A mediados del siglo XVII, la mencionada Colonia del valle se halla convertida, como lo hemos dicho ya, en verdadero centro de atracción comercial y social. En ella se refugian los pobladores dispersos de las ciudades destruidas por el indio soberbio e indómito. La “Epopeya Calchaquí” no llegó jamás a ensangrentar los hogares levantados a la vera del rio del valle; y ni el insigue Bohorquez logró sojuzgar aquella población que se hallaba protegida por la fe imperturbable que irradiaba el santuario de la Virgen del Valle. Por el contrario, la colonia aquella era la proveedora de soldados perfectamente equipados en todas las campañas militares, y hasta el puerto de la ciudad de Buenos Aires llegaron; los soldados a protegerla de invasiones extranjeras en varias oportunidades (1) ; y soldados de la Colonia del Valle ayudaron a cavar el foso que le mandó construir el gobernador don Pedro de Zarate rodeando el Fuerte levantado en el mismo sitio en que hoy se halla emplazada Casa Rosada, cuando debió acudir en auxilio de la ciudad de Buenos Aires amenazada por la invasión de los cuatro navíos ingleses que, viaje al Rio de la Plata, se perdieron en la costa del Brasil (1594).31 31 P. SOPRANO, La Virgen del Valle y la conquista del antiguo Tucumán, libro VII, cap. IV y V. 36
  • 37. Familias ilustres se afincan en el valle de Catamarca. Los apellidos más preclaros se registran en su vida incipiente. En torno de la vieja capilla del Virgen del Valle , se levantan las moradas de Nieva y Castilla, Salazar, Medina, Maidana, Pérez de Hoyo, Vera y Aragón, Herrera, Doncel, Agüero, Vega y Castro, Ahumada, Pereira de Espíndola, Rodríguez Beltrán, Narváez de San Martin, Acuña, Ceballos, Morales, Segura, Soria y Medrano, Ramírez de Velasco, Bazán de Pedraza, etc. Sin embargo, y a pesar de toda la importancia de esta población, son escasas las circunstancias registradas en la profusa documentación custodiada en los archivos coloniales acerca de su existencia y desenvolvimiento con anterioridad al siglo XVIII. De ahí que nada, o al menos muy poco, podamos encontrar a su respecto en Techo, ni en Lozano, ni en los historiadores que plagiaron a éstos el contenido y algunos hasta el título de sus obras; ni un en la mas reciente e importante publicación con respecto al Tucumán: la nueva crónica del a conquista del Tucumán por Roberto Levillier. Con la autoridad que se apoya en la conciencia del propio valer, los moradores expectables del valle de Catamarca iniciaron gestiones con objeto de obtener que la ilusoria ciudad de Londres de Poman fuera trasladada (1) al valle de Catamarca, erigiendo así justamente esta población en ciudad capital de una nueva jurisdicción: la de Catamarca. Los informes favorables de autoridades civiles y eclesiásticas (2) contribuyeron a coronar el éxito de aquellas gestiones, y fue así como por Real Cedula del 16 de agosto 1679 se dispone el traslado solicitado (3). El gobernador del Tucumán don Fernando Mendoza Mate de Luna y Ponce de León, trasladaba al valle de Catamarca con el propósito de dar cumplimiento a la disposición real y se encuentra con que la ciudad que se le encomendaba levantar, existía ya de hecho. Un centro urbano con su iglesia,….32 32 No se trataba, como se desprende en todo lo expuesto, de un traslado; no es el concepto que correspondía emplear; sino, de la creación de una nueva jurisdicción tomando por base la jurisdicción de las viejas ciudades de Londres. 2- Ver Docs. N° 5, 6, 8,9 y 11. 3- Ver Doc. N° II. 37
  • 38. Su plaza, sus calles delineadas y a cordel, sus manzanas rectangulares, convenientemente edificadas y densamente pobladas; tal era la población del valle (San Isidro) que fundó en el año 1668 el alcalde ordinario del valle don Pedro Bazán Ramírez de Velasco. No tendría el gobernador, por consiguiente ni siquiera la gloria de llamarse fundador, ni la satisfacción de otorgar, como era de practica, solares de privilegio a sus favorecidos. Un explicable amor propio le habría inducido en consecuencia a buscar un nuevo emplazamiento para la ciudad, eligiendo la explanada que se tiende hacia las versantes orientales del Ambato, en la margen derecha del Río del Valle, a una legua aproximadamente de aquella Colonia, en el sitio en que se levanta actualmente la ciudad capital. Plantó el Rollo de la Justicia, y haciendo flamear el Estandarte Real traído desde Pomán, única expresión cierta de la Última Londres, dejó trazada la ciudad de San Fernando del Valle de Catamarca el 5 de julio de 1683 (1). Este emplazamiento provocó las protestas de los pobladores del Valle, llamado desde entonces Valle Viejo, para diferenciarlo del Nuevo Valle en que se edificaría la ciudad de Catamarca. La nueva ciudad trazada por Mendoza Mate de Luna parecía condenada, como las de Londres, a permanecer despoblada, ya que sus autoridades civiles, militares y eclesiásticas se hallaban constituidas por los viejos pobladores del Valle, esclarecidos ciudadanos que continuaron viviendo en él y el Cabildo regular reuniéndose en casa del maestre de campo don Ignacio de Agüero, en El Hospicio. La ciudad de San Fernando de Catamarca, por espacio de 10 años, permaneció y subsistió con todos los caracteres legítimos de ciudad capital en el Valle Viejo (2). Nadie intentó siquiera edificar en los solares ganados en el trazado de la nueva ciudad cuyos ejidos se superponían con los aledaños de la merced de Choya otorgada a Luis Medina, como lo hemos dicho ya, en 1595, y perteneciente en aquella fecha (1683) a uno de sus herederos, don Luis de Hoyos, hijo de Luis Pérez de Hoyo, casado con doña María de Medina hija de crianza de Luis de Medina. Sólo el Rollo de la Justicia, perdido entre los jarillales y cactos, se erguía como una promesa de justicia y se balanceaba como amenaza de castigo, sacudido por el zonda casi periódico que poco a poco lo fue inclinando hasta derribarlo totalmente. Si el carácter de ciudad capital finca en la existencia en ella de su Estandarte Real… 33 33 Ver Docs. N° 10, 11 y 12. 2- Las Chacras denominadas Valle Viejo para diferenciarlas del Valle Nuevo en donde se levantaba la capital definitiva de Catamarca. 38
  • 39. … y en el funcionamiento regular de su Cabildo y demás autoridades legítimamente constituidas, nadie podrá negar que la Colonia del Valle (1) fue de hecho la ciudad capital de Catamarca desde el 5 de julio de 1683 hasta el año 1693, en que atinado suponer se dio comienzo a la edificación de la nueva y definitiva capital de la provincia de Catamarca. Si en el vacio absoluto se la pesantez se torna impracticable, si para los ojos que no ven no existe la luz ni el color, ¿qué puede significar papara el titulo de ciudad capital que el Rollo de la Justicia; símbolo de la horca, la expresión menos noble, menos edificante de sus atributos, se encuentre enclavad, aislado en un lugar desamparado, azotado por el vendaval, huérfano del calor y de la vida con que anima a las cosas inertes la presencia del hombre y la influencia de su acción? Tal era la situación real de la “incorpórea” ciudad que fundó Mate de Luna en 1683, y tal la de la ciudad que fue capital efectiva de Catamarca desde esa fecha hasta 1693. Por el año 1691 entra al gobierno del Tucumán don Martín de Jáuregui, y su teniente de gobernador en el valle de Catamarca don Bartolomé de Castro se interesas de inmediato por dar existencia efectiva a la ciudad que fundó y delineó Mendoza Mate de Luna. Convocó a los vecinos mas caracterizados 82) y con hábil política les decidió a levantar en el sitio destinado a la nueva ciudad capital el templo de la virgen del Valle, cuya construcción debió iniciarse a fines de 1693 o principio de 1694. Solo el traslado de la Virgen 83), pudo arrastrar consigo a la importante población que a principios del siglo XVII se había concentrado alrededor de su santuario en el Valle Viejo. Las principales familias levantaron, a partir de 1693, sus casas señoriales, 34 34 Dice Larrouy al respecto en su obra Historia de Nuestra Señora del Valle (compendio) “la población del Valle fue, por el pronto durante 10 años, la capital de la provincia de Catamarca, la ciudad de San Fernando del Valle de Catamarca; el Cabildo celebraba en ella sus acuerdos, el teniente de gobernador y los alcaldes administraban la justicia y allí también se puso la cárcel”. Págs. 157 y 165. 2- Ya por el año 1686, el gobernador don Tomas Félix de Argandoña intentó efectuar el traslado de la ciudad. Convocó a Cabildo abierto (17 de diciembre) y consultados los vecinos del valle, 46 de ellos optaron por permanecer en el mismo sitio y solamente 12 se pronunciaron a favor del traslado “fuese el gobernador y nadie se movió de las Chacras” Larrouy, op. cit. Pago. 158). 3- Hecho que se habría producido el 15 de diciembre de 1695, como lo supone el padre Larrouy (op. cit. Pág. 165) 39
  • 40. En el sitio destinado a la nueva ciudad; en tanto, que sus viejas moradas del Valle quedaron convertidas en « Las Chacras en quintas de abastecimiento, proveedoras, como lo son hasta el presente, de los artículos de primera necesidad. La nueva ciudad surge esplendorosa, impulsada en su progreso por el elemento étnico que durante casi dos siglos amasó su bienestar, consolidó su fortuna, formó un núcleo social selecto y forjó una raza de labradores cristianos a las márgenes del Río del Valle. La historia de la ciudad de Catamarca, como se ve, no es una historia vulgar y corriente. Por lo contrario, ella ofrece caracteres que la singularizan. No nace como la generalidad de ellas de un hecho normal y formal que las erige como tales y las lanza a correr los albures de un futuro incierto. No le inyectaron vida, como se pretende, las esqueléticas ciudades de Londres, ni el elemento humano de aquéllas influyó en su prosperidad y desarrollo. Ella se inició por generación espontánea, diremos, modesta y silenciosamente; prosperó durante mucho tiempo ignorada y se impuso al fin por su propio mérito. Cuando se la erige en capital de la jurisdicción de Catamarca, no se hace más que legalizar un derecho justamente adquirido. Hay en la trama de su proceso ascensional elementos de cálida epopeya en la que se conjugan los clamores de una raza vencida con los gritos de jubilo de una raza vencedora, hay en su evolución el esfuerzo tesonero de un pueblo cristiano que no desfallece, porque le alienta la fe, le guía la esperanza y le reconforta el presentido logro de sus justas aspiraciones. Esquemas y mapa Esquema Nº 1 Zona de Londres (siglos XVI y XVII), según Juan Pablo Vera. 40
  • 41. Esquema Nº 2 Zona de Londres (siglos XVI y XVII), según Juan Pablo Vera. Referencias 1- Ciudad de Londres (primera) (1558 – 1562) y cuarta Londres o San Juan Bautista de la Paz (1612 – 1632) 2- Tercera Londres o San Juan Bautista de la Rivera (1907 – 1612). 3- Fortaleza de los indios Quinmiviles (Ruinas del Chincal). 4- Canal de riego que llevaba el agua del rio Quinmivil hasta la Fortaleza. Esquema Nº 3 Zona de Londres (siglo XX), según Juan Pablo Vera. 41