Blockchain construye confianza

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2 Blockchain: construyendo confianza
Blockchain
construyendo confianza
Resumen ejecutivo
1. Disrupción
2. Bitcoin: en el origen, las personas
3. ¿Cómo cambiará blockchain la manera de hacer negocios?
¿Cómo saber si blockchain es útil para tu organización?
5 ejemplos de industrias reformuladas a través de blockchain
4. En busca de estándares
La escalabilidad: el gran desafío
5. Una cuestión de tiempo y acuerdos

Resumen ejecutivo
Cuando el consenso a la hora de considerar blockchain como una tecnología revolucionaria se
extiende desde el Banco Mundial hasta gigantes tecnológicos de la talla de IBM, Cisco o Microsoft,
pasando por organizaciones de todo tipo tanto en sectores industriales como en el sector público,
está claro que algo importante está a punto de suceder… si no está sucediendo ya.
Blockchain, cuyos orígenes se funden (y a menudo confunden) con los de la criptodivisa
Bitcoin, se considera una tecnología disruptora, en el sentido de que cuenta con el potencial de
transformar la manera en que tradicionalmente se llevan a cabo los intercambios de bienes y
servicios en internet.
¿De qué manera? Blockchain es una supra-estructura construida sobre la estructura de internet,
que permite que transacciones y sistemas de información complejos se ejecuten de manera
transparente y segura, sobre un modelo de interacción distribuido que desplaza a numerosos
intermediarios asentados y erradica el control de una autoridad central.
Cuando hablamos de blockchain, debemos distinguir entre privados y públicos: los
primeros –también llamados autorizados o consensuados- se despliegan bajo el control
de organizaciones y empresas. Son más sencillos de implementar y mantener, y gracias a
su capacidad para manejar datos sensibles, ya operan en sectores como finanzas, seguros
o salud. Los blockchains públicos, por su parte, se emplean para regular el intercambio de
criptodivisas, o bien servicios virtuales públicos caracterizados por ser transparentes, anónimos
y resistentes a la censura (por ejemplo, una votación),
¿Por qué blockchain será útil para las empresas? Sus beneficios se pueden sintetizar en tres
grandes apartados: aumenta la eficiencia de las operaciones, potencia la transparencia y
ahorra costes. Sin olvidar un importantísimo intangible: la generación de confianza, al reducir la
percepción de incertidumbre y riesgo gracias a los aportes en seguridad, redistribución de poder
y notoriedad de los datos.
Como tecnología emergente, blockchain debe superar todavía algunos desafíos técnicos,
principalmente en áreas relacionadas con la interoperabilidad, la estandarización y (en el caso de
los blockchains públicos) la escalabilidad, sin olvidar la necesidad de regular un marco legal de
actuación. Pero una vez que estos obstáculos se hayan superado, de blockchain solo podemos
esperar mejores experiencias: más rápidas, menos inciertas, más controladas por los ciudadanos.

1.
Disrupción

Desde hace siglos -tal vez milenios-, nuestros sistemas económicos, legales y sociales
se asientan sobre la base de intercambios regulados por contratos entre entidades
autorizadas. Internet ha digitalizado muchos de esos intercambios, ha multiplicado
exponencialmente la velocidad de circulación de la información, ha reducido las fricciones, ha
propiciado el surgimiento de multitud de servicios y negocios innovadores basados en nuevas
proposiciones de valor.
Sin embargo, no debemos olvidar que con Internet hablamos de una plataforma que
transporta (casi en tiempo real, pero que transporta al fin y al cabo) los comandos, las
órdenes, las instrucciones que hacen posible ejecutar todo tipo de intercambios. Como medio
que propicia tales transacciones, Internet no ha resuelto completamente algunos aspectos
que impiden la completa eficacia de las mismas: la verificación irrefutable de identidades, la
seguridad de los pagos, la trazabilidad de los activos, etc.
Y es aquí se ubica la contribución de blockchain. La tecnología que subyace tras la criptomoneda
Bitcoin (por ahora avanzadilla y más conocido embajador de blockchain), se erige con la
capacidad de aportar un enfoque totalmente nuevo a la manera en que se diseñan y ejecutan
los intercambios de datos y activos.
La decisiva aportación de blockchain, concebida como una supra-estructura edificada sobre
la estructura de Internet, consiste en facilitar los elementos necesarios para permitir que se
ejecuten las transacciones en sí.
En palabras de Ginni Rometty, CEO de IBM:
“Blockchain hará con las transacciones fiables lo que Internet hizo con la información:
convertirlas en ubicuas y estándar”. Esa es su primera y esencial contribución.
Blockchain introduce nuevas formas de cooperación e interacción, permitiendo que transacciones
y sistemas de información complejos se desplieguen de manera transparente y segura, sobre un
esquema distribuido que puentea a los intermediarios tradicionales y suprime el control
centralizado. En última instancia propone nuevos servicios y modelos de negocio, al tiempo que
expande el alcance de los ya existentes.
1.
Disrupción

HBR ha definido blockchain como una tecnología fundacional, equiparable al protocolo TCP/IP,
que fijó las bases para el desarrollo de Internet. Ese proceso tardó en completarse casi tres
décadas, y acabó convirtiendo a TCP/IP en una tecnología universal e invisible, sobre la que
corren las comunicaciones digitales.
Las tecnologías más disruptivas no cambian de la noche a la mañana los modus operandi de
las organizaciones; no son unánimemente reconocidas como revolucionarias, ni adoptadas
masivamente como agente de cambio. Pero sí pueden ser identificadas por una característica
común: su potencial de transformación es tan grande que permea los cimientos sobre
los que se sostienen industrias completas; y más allá, incluso las interacciones económicas y
sociales. Nada menos que ese es el terreno donde blockchain está llamado a jugar.
1.
Disrupción

2.
Bitcoin:
en el origen,
las personas

“Liberté, égalité, fraternité”. Más de 200 años después, el grito popular nacido en la Revolución
Francesa subyace en la gestación de blockchain. El protocolo Bitcoin, descrito por primera vez
en 2008 por Satoshi Nakamoto, se sostiene sobre ese tríptico ideológico que sitúa a las personas
como epicentro y protagonistas.
La utopía tecno-anárquica se materializa en un movimiento donde las
personas se arrogan el rol tradicional de los bancos nacionales. Las
dinámicas de poder se reescriben desde el momento en que se prescinde
de la autoridad central (y de su función como emisores-controladores del
dinero) para sustituirla por el empoderamiento ciudadano.
Bitcoin crea un ecosistema descentralizado donde ningún intermediario
posee la facultad de controlar la cadena de transmisión de valor. Un
nuevo orden social basado en la cooperación y el poder distribuido, no
centralizado, mediante un procedimiento que puede ser aceptado pero no
controlado por las autoridades tradicionales.
Al no estar respaldadas por ninguna autoridad ni organización tradicional,
las criptomonedas no poseen valor intrínseco. Su valor de cambio
se establece a partir de la premisa aceptada de una cantidad finita
de Bitcoins en circulación, y las correspondientes fluctuaciones de la
demanda.
John Clippinger, profesor en MIT y activista social durante décadas, plantea en esta
entrevista la cuestión del control de la esfera digital por parte de empresas y gobiernos.
Clippinger es un firme defensor de Open Sector, una nueva forma de orden social basado en la
cooperación y el poder distribuido. Y donde las personas ejercen el control soberano sobre
sus identidades. Cada vez generamos más datos, y sólo hay dos opciones: o nosotros mismos
los controlamos, o alguien lo hará por nosotros.
El nuevo orden social del siglo XXI comprende la pérdida de confianza en las instituciones
tradicionales, que no desaparecerán, pero sí cederán espacio para redistribuir las relaciones
de poder. Devolviendo el control a la gente, blockchain desplaza a los intermediarios
2.
Bitcoin: en el origen, las personas
Cyber-punk
(aka libertad)
Equidad
(aka igualdad)
Consenso
(aka fraternidad)

tradicionales -bancos centrales, oficinas de registro de patentes, discográficas, notarios y
depositarios de un contrato, comisiones electorales, empresas energéticas, etc-, y abre la puerta
a nuevas formas de expresión personal, ecosistemas sociales e interacciones económicas.
En última instancia, blockchain hace posible llevar la desintermediación a niveles
descarnadamente directos: una solución como Bluzelle permitiría que mujeres que confeccionan
saris en zonas rurales de la India los envíen a compradores en todo el mundo y reciban los pagos
directamente de estos. Rastreando la secuencia completa de fabricación y suministro de un producto,
la honestidad del comercio queda expuesta: sin intermediarios, podemos comprar directamente el
café a su productor; acreditada la reputación, compraremos ropa sólo de aquellas marcas que tratan
de manera humanitaria a sus trabajadores. Las transacciones, en definitiva, se humanizan.
¿Cuáles son los países más interesados en Bitcoin?
Cuatro países asiáticos encabezan esa lista, con más del 43% de usuarios de internet interesados
en utilizar Bitcoin en el futuro. Llama la atención la correlación inversa entre el PIB y el interés en
Bitcoin: en los países más ricos desciende claramente la intención de utilizar la criptomoneda.
Fuente: Global Web Index, Q2 2016.
Base: usuarios de Internet en cada país.
2.
Bitcoin: en el origen, las personas

Anexo:
5 ejemplos de blockchain en funcionamiento
Dubai: The Smart City
En octubre de 2016, la Smart Dubai Office (SDO) presentó Dubai Blockchain Strategy, una
iniciativa que pretende conseguir que en 2020 la capital del emirato del mismo nombre se
convierta en la primera ciudad del mundo enteramente propulsada por blockchain.
Emprendedores y desarrolladores podrán conectar con inversores y empresas líderes dentro
de un ecosistema propiciado por el gobierno y apoyado por la incubadora 1776, con el objetivo
de implementar iniciativas basadas en blockchain que beneficien el desarrollo de todo tipo de
industrias - más allá de las finanzas- para mejorar el bienestar de sus habitantes y transformar
Dubai en “la ciudad más feliz del mundo”.
El proyecto se basa en tres ejes:
Eficiencia gubernamental: el objetivo es convertir Dubai en una ciudad sin papeles.
Como centro de negocios internacional, cada año Dubai genera 100 millones de
documentos en papel (solicitud de visas, licencias, permisos, etc.). La digitalización
de esos procesos evitará la emisión de 114 millones de toneladas de CO2, permitirá
redistribuir 25,1 millones de horas de trabajo burocrático y ahorrar 1,21 billones de euros
dedicados sólo al procesamiento documental.
Oportunidad empresarial: propulsando startups y negocios basados en blockchain,
el proyecto impulsará, más allá de las finanzas, el desarrollo de todo tipo de industrias,
como salud, inmobiliaria, transporte, urbanismo, energía, comercio digital o turismo.
Liderazgo internacional: Dubai quiere consolidarse como líder mundial en innovación,
encabezando tecnologías y proyectos a nivel global. Una plataforma abierta permitirá
compartir casos de éxito con ciudades de todo el mundo.
Caso real

3.
¿Cómo
cambiará
blockchain
la manera
de hacer
negocios?

Poco a poco, gracias a la labor divulgativa de organizaciones y corporaciones afines, blockchain
está dejando de ser un concepto complejo de asimilar, o cuya reputación se cuestiona al
vincularse en el pasado con prácticas de dudosa ética, incidentes que tuvieron lugar en algún
momento de los inicios de Bitcoin. Proyectos basados en blockchain destacan en la agenda
de inversores y emprendedores. Cientos de conceptos, prototipos y aplicaciones se desarrollan
y despliegan en multitud de sectores industriales, especialmente en aquellos donde la seguridad
es un factor clave.
En esencia, blockchain se define como una tecnología que, mediante protocolos P2P y técnicas
criptográficas, permite crear un registro (base de datos) compartido (descentralizado),
conocido como DLT (Distributed Ledger Technology), cuyos datos son inmutables y siempre
disponibles, certificados por los llamados miners, que obtienen una recompensa (en forma de
criptodivisa) al garantizar el registro de los datos. Usando criptodivisas, cualquier participante
-o varios simultáneamente- puede realizar operaciones (transacciones) en dicho registro, que
serán procesadas y almacenadas -o rechazadas, si no cumplen con los parámetros acordados-
de la misma forma por todas las máquinas de la red.
Sobre esa estructura se ejecutan de manera autónoma los smart contracts, contratos
inteligentes, en función de parámetros deterministas: el momento en que se ordena una
transacción, el importe enviado, el agente que interactúa, etc. Este armazón deja entrever
la próxima floración de todo un ecosistema de D-Apps (Decentralized Applications),
aplicaciones que corren sobre blockchains, o que se relacionan con una o varias cadenas de
manera segura. La última frontera que blockchain cruzará serán las llamadas Organizaciones
Autónomas Descentralizadas (Decentralised Autonomous Organizations, o DAOs), algoritmos
que autogestionan intereses comunes por medio de contratos inteligentes potencialmente
muy complejos.
3.
¿Cómo cambiará blockchain la manera de hacer negocios?

¿Qué ventajas aporta este sistema?
Básicamente, los beneficios de blockchain se pueden sintetizar en tres apartados:
Resiliencia: la arquitectura distribuida, y a menudo replicada (como
en el caso de Bitcoin) de blockchain permite que la cadena pueda seguir
siendo operada por la mayoría de los nodos en el caso de un ataque
masivo contra el sistema, o de una catástrofe de gran magnitud.
Reducción de tiempos: la validación de la secuencia orden
comprobación aprobación que atraviesa cualquier transacción se acelera,
siempre que la frecuencia de comprobación (latencia) sea suficiente.
Fiabilidad: blockchain certifica y verifica las identidades digitales de las
partes implicadas, lo que elimina la duplicidad de registros, minimiza las
tasas de error y agiliza las transacciones.
Apertura: la descentralización garantiza que no existirá un control
central, ni se ocultará información bajo “cajas negras”.
Transacciones inalterables: mediante el registro de transacciones
en orden cronológico, blockchain certifica la inmutabilidad, y por tanto la
finalidad, de todas las operaciones. Una vez que un bloque se ha añadido
a la cadena de registros, se convierte en inalterable (tamper-proof): no se
puede retirar ni modificar.
Procedencia: los contratos inteligentes auditan de manera
incuestionable y eficiente cada paso del proceso.
1.
Mayor
eficiencia
2.
Más
transparencia
3.

Prevención de fraudes: los conceptos de información compartida y
consenso ahorran costes de conciliación y previenen de posibles pérdidas
originadas en fraudes o malversaciones. En industrias basadas en la
logística, sus propiedades como mecanismo de seguimiento suponen una
forma de reducir costes.
Reducción de la volatilidad: los pagos internacionales se ejecutan
en tiempo real, consiguiendo mejores precios al no pasar por demoras
en la cotización de las divisas. En una cadena de pagos distribuida, las
transacciones se procesan al mismo tiempo que las órdenes de pago, lo
que evita presión en la gestión de los saldos y mantiene las cuentas al día.
Seguridad: atacar una base de datos tradicional equivale a derribar un
objetivo concreto. En una DLT cada parte posee una copia de la cadena
original, por lo que el sistema continúa operativo incluso si caen la mayoría
de los nodos. Además, las falsificaciones son altamente improbables,
dado el ingente coste que acarrearían.
Pero la aportación más importante de blockchain no puede medirse en términos económicos ni
plasmarse en KPIs, porque se trata de un intangible: la generación de confianza, que reduce
la percepción de incertidumbre y riesgo en las transacciones gracias a los aportes en seguridad,
redistribución de poder y notoriedad de los datos.
¿Cómo saber si blockchain es útil para tu organización?
No es necesario asimilar todos los detalles de la base tecnológica sobre la que se sustenta
blockchain para comprender que la promesa de beneficios es suficiente para comenzar a
experimentar, con un primer acercamiento que permita familiarizarse tanto con la tecnología
como con la nueva forma de organización que la respalda.
Para facilitar esta transición, gigantes tecnológicos como IBM o Microsoft empiezan a ofrecer
soluciones BaaS (Blockchain as a Service), poniendo al alcance de las corporaciones todo
lo necesario para desarrollar sus propias cadenas privadas mediante paquetes estandarizados.
También plataformas open source como MultiChain o Monax facilitan todos los recursos para
la creación de blockchains.
3.
Ahorro de
costes
3.

Pero aunque blockchain esté llamado a transformar los flujos de datos y procesos, no debe
contemplarse como una panacea. Esta tecnología no es susceptible de aplicarse a cualquier
proceso de negocio: sólo si blockchain soluciona un número significativo de ineficiencias o
aumenta el beneficio de la mayoría de los agentes implicados, valdrá la pena considerar la
implantación de procedimientos descentralizados.
La consultora GFT resume una serie de cuestiones que las organizaciones deben plantearse
antes de decidir si se embarcan en proyectos basados en blockchain:
¿El registro de activos físicos o digitales es un elemento esencial del negocio?
¿La inversión en tecnologías de autenticación supondría un activo valioso?
¿Hay algún intermediario o procedimiento que desvirtúa la eficiencia de todo el proceso
de negocio?
En caso de ineficiencias, ¿provienen de un solo agente, o se arrastra un conjunto de
malas prácticas heredadas?
¿Existe una autoridad central que desequilibra el reparto de poderes? ¿Se beneficiarían
todas las partes implicadas de un reajuste de esos poderes?
En caso de existir algún tipo de enquistamiento, ¿tiene como consecuencia pérdidas,
fraudes, costes altos u otro tipo de resultados negativos?
¿La implantación de una blockchain privada se traduciría en mayor visibilidad y
transparencia?
Cinco ejemplos
de industrias reformuladas a través de blockchain
1. Finanzas
La industria financiera lidera la experimentación e innovación con blockchain. Desde las
transferencias entre particulares hasta el sistema financiero mundial, todo el entramado de
pagos está en trance de transformación, a la espera de estándares que aporten soluciones
definitivas en el contexto de la comunicación entre redes.
3.

Una transacción financiera se sintetiza en el intercambio de datos y órdenes entre los agentes
implicados. Los bancos e instituciones financieras no hacen otra cosa que actuar como
intermediarios, certificando la identidad de las partes, la propiedad de los activos y el
valor de las transferencias. Pero por grandes que sean los esfuerzos por reducir las fricciones y
complejidades de esas redes de intercambio -organizadas de modo lineal y jerárquico, muchos
procesos siguen siendo poco eficientes, caros y vulnerables.
La potencial disrupción que aporta blockchain se basa en el sistema de registros basado en
el consenso, origen, inmutabilidad y finalidad de los activos, creando nuevos procesos que
optimicen los actuales, heredados de una tradición secular y sólo acelerados a través de la
digitalización de las comunicaciones. Accenture estima una reducción del 30% en los costes
estructurales - principalmente conciliación de datos y confirmación de órdenes- para ocho de
los diez mayores bancos mundiales, lo que equivale a un ahorro anual de entre 8.000 y 12.000
millones de dólares.
En el futuro del sector financiero aguarda ineludiblemente el Open Banking. Los bancos
colaborarán horizontalmente con otro tipo de entidades, creando una red neuronal de
intercambio de datos y órdenes para ofrecer un nuevo rango de productos y servicios al cliente,
elemento central del ecosistema. Blockchain es el soporte tecnológico ideal para sostener esa
nueva infraestructura de organizaciones conectadas.
2. Registro de la propiedad
Una vivienda está a punto de cambiar de dueños. La operación de compraventa involucra
a cinco partes: el comprador, el vendedor, el agente inmobiliario, el banco y el
registrador de la propiedad. Todos están conectados a través de la misma app en el móvil.
Vendedor y comprador se identifican a través de su clave digital. Después, invitan a los otros
tres protagonistas, el empleado del banco, el agente inmobiliario y el registrador, que aceptan
la invitación y se unen al proceso.
Un smart contract certifica todos los datos relacionados con la operación: características de
la propiedad, identidad del comprador y vendedor, precio, fecha de venta y cualquier otra
información necesaria. El smart contract regula el orden de los trámites, así como las
autorizaciones y permisos en cada paso el proceso. Cada una de las partes implicadas (y
sólo ellas) tendrá acceso a la misma información, así como al registro irrefutable de operaciones.
Toda la secuencia de compraventa queda registrada en una blockchain pública (Bitcoin,
Ethereum) o privada, donde el smart contract certifica la autenticidad de todo el proceso.
3.

La operación así descrita es una propuesta piloto puesta en marcha en junio de 2016 por
Lantmäteriet (Servicio Sueco de Registro de la Propiedad) en colaboración con la compañía
tecnológica ChromaWay, la consultora Kairos Future y la teleco Telia. Se trata de redefinir
el proceso de venta de una propiedad a través de un procedimiento mucho más eficaz. Las
firmas digitales y la certificación de blockchain establecen una cadena de confianza
inviolable, con múltiples copias distribuidas en bases de datos descentralizadas, que
impiden cualquier tipo de fraude o incorrección, y agilizan el proceso. Como resultado, una
operación que habitualmente se demora durante semanas o meses puede completarse en
cuestión de horas.
3. Seguros
La economía colaborativa plantea nuevos dilemas y desafíos al sector asegurador: ¿cómo
asegurar un apartamento que va a ser ocupado sólo durante unos días? ¿Qué tipo de seguro
cubre la responsabilidad de un coche alquilado durante unas pocas horas? Los seguros dejan así
de ser un concepto estático para transformarse en líquidos.
Blockchain es la solución. La tecnología permite verificar de manera inequívoca la
identidad del cliente, y evaluar así su perfil de riesgo. Un smart contract ajusta las tarifas,
bien periódicamente en el caso de seguros a largo plazo, bien puntualmente en contratos
temporales. Un procedimiento antes prácticamente inviable es ahora asequible, reduciendo
además los costes administrativos.
La startup Stratumn presentó en julio de 2016 LenderBot, una solución (aún en estado Proof-Of-
Concept) para crear microseguros personalizados en servicios de economía compartida.
El bot actúa como garante de la operación entre el prestador y el prestatario. Todos los pasos
se enlazan criptográficamente, se notarizan en blockchain y son verificables por todos los
implicados en el intercambio: prestador, prestatario, compañía de seguros y medio de pago
(LemonWay).
La aplicación funciona a través de Facebook Messenger, y permite asegurar objetos valiosos
intercambiados entre particulares durante periodos cortos de tiempo. El prestador y el prestatario
pactan las condiciones del préstamo, y a través del bot firman el contrato. Se abre así un mundo
de posibilidades para automatizar la regulación de los préstamos P2P.
3.

Caso real
Incent: fidelización de clientes
Incent propone un servicio de CRaaS (Consumer Retention as a Service) basado en
blockchain, que aspira a convertirse en una sistema estandarizado y transversal de retención y
fidelización de clientes.
El programa de fidelización se basa en la generación de tokens para los comercios afiliados a su
red de servicios. Los comercios ofrecen esos incentivos a sus clientes como recompensas, que al
estar registradas en una cadena y criptografiados, no se pueden borrar ni manipular.
Las fichas se intercambian de manera instantánea, y se pueden almacenar en carteras digitales
en el móvil o bien acceder a través del navegador, generando una experiencia personalizada
y omnicanal. También es posible vender o cambiar los tokens por otro tipo de modos de
recompensa en una red abierta de intercambio, e incluso convertirlos en dinero.
Anexo:
5 ejemplos de blockchain en funcionamiento

4. Entretenimiento
La industria del entretenimiento representa un clarísimo caso de potencial desintermediación,
donde la tecnología blockchain permite la legitimación de la propiedad de un activo y la
comercialización directa desde el creador al consumidor.
La música es el mejor ejemplo de industria creativa aquejada por las disputas por el pago de
royalties y derechos entre artistas y distribuidores, bien sean los intermediarios tradicionales
(discográficas) o las plataformas digitales (Spotify, iTunes, etc.).
Numerosos iniciativas buscan un nuevo equilibrio en esa industria. Por ejemplo Mycelia,
fundada por la artista Imogen Heap con el objetivo de establecer nuevos estándares éticos,
comerciales y tecnológicos en la industria musical, a través de canciones que incorporan
contratos inteligentes. También UjoMusic basa su propuesta en los smart contracts para
catalogar la música y asignar los pagos por descarga.
Un proyecto más ambicioso es Open Music Initiative, consorcio compuesto por más
de 100 entidades entre sellos musicales, servicios de streaming, editores y compañías
de entretenimiento. En este caso la idea es abordar la falta de comunicación entre
los sistemas tecnológicos de todas esas entidades, que dificultan la innovación en el
sector y en última instancia perjudican a los creadores, que dejan de recibir dinero por la
reproducción de sus obras.
Los metadatos que deben identificar correctamente la propiedad de los activos suponen un
problema adicional que aumenta la complejidad de esta industria. El uso de técnicas de
machine learning podría resolver los conflictos inherentes a los datos; junto con las bases
de datos distribuidas, los registros compartidos y las técnicas criptográficas, la coalición aspira
a crear un nuevo modelo en la industria musical que en última instancia recompense el trabajo
de los creadores, y que en caso de lograr un consenso podría extenderse a los sectores editorial,
cinematográfico o televisión.
3.

5. Energía
La industria energética es otro ejemplo tradicional de fuerte centralización. Una vez más,
blockchain posee el potencial de desarrollar un nuevo ecosistema en el que la energía se genere
y distribuya a través de redes descentralizadas, donde cualquier persona pueda producir,
comprar o vender energía a sus vecinos o dentro de un marketplace, utilizando smart contracts
para autentificar y gestionar condiciones y pagos.
La startup holandesa Powerpeers, por ejemplo, desarrolla un marketplace digital para la
compraventa de energía autogenerada. Modelos similares comienzan a extenderse en Estados
Unidos, Japón, Australia y diferentes países europeos. Se trata de proyectos en fase embrionaria,
pero que abren la puerta a un futuro de profunda transformación del sector. Partiendo de las
incipientes redes P2P, blockchain puede llevar a la valoración de activos en tiempo real, a redes
que suministran ofertas personalizadas reguladas por contratos inteligentes o a certificar la
emisión de energías limpias.
Las grandes corporaciones energéticas no son ajenas a la disrupción introducida por
blockchain. En España, Endesa presentó a finales de 2016 su Energy Challenge una plataforma
de innovación abierta, que recoge propuestas basadas en blockchain para investigar y
desarrollar nuevos modelos de distribución.
3.

Blockchain para ayuda humanitaria
La respuesta rápida es fundamental en desastres naturales o situaciones de crisis que precisan
de ayuda humanitaria internacional. Start Network es un proyecto piloto que agrupa a 42
agencias no gubernamentales de todo el mundo para facilitar acciones rápidas en respuesta a
crisis humanitarias.
El proyecto utiliza el blockchain de Ethereum para facilitar la toma de decisiones ágil y la
administración eficiente de los fondos de ayuda. El desarrollo tecnológico lo aporta la startup
ConsenSys a través de BoardRoom, una plataforma de gobernanza descentralizada que
permite ejecutar contratos inteligentes en blockchains autorizadas.
Los beneficios de este sistema son claros: ante todo, la rapidez de respuesta. En menos de 72
horas se decide el destino de los fondos de ayuda, un proceso que generalmente tarda una
media de 17 días en situaciones de crisis, y de 80 en no crisis. Los proyectos sobre el terreno
pueden arrancar a la semana de solicitar las ayudas, cuando los fondos de respuesta a
situaciones de emergencia nacional tardan entre 45 y 70 días en comenzar a distribuirse.
Igualmente importante, la transparencia del proceso permite certificar que todos los pagos
llegan a sus correspondientes destinos. La trazabilidad sobre blockchain permite seguir el rastro
de todos los pagos desde el origen hasta el destino, asegurando la eficiencia de las ayudas,
que no se pierden en trabas burocráticas ni acaban en manos malintencionadas o corruptas.
Caso real

Start Network aspira a largo plazo a redefinir el concepto de solidaridad internacional,
construyendo una nueva economía humanitaria sobre la base de un poder descentralizado y
una autoridad repartida, y donde el capital y el control se administren mediante un sistema de
gobernanza democrática.
También el Programa Mundial de Alimentos (World Food Program) de Naciones Unidas puso
en marcha en enero de 2017 un proyecto piloto bautizado como Building Blocks. El proyecto
se desarrolló en zonas rurales de la región de Sindh, en Pakistán, con el objetivo de testar la
capacidad de blockchain para autenticar, registrar y conciliar transacciones de comida y
ayudas económicas.
Los beneficiarios recibieron dinero y comida, registrando todas las transacciones en una
blockchain para garantizar la seguridad y transparencia del proceso. El éxito del programa animó
a WFP a promover nuevas iniciativas durante la primavera de 2017, buscando el impacto real
sobre personas con necesidades.
Caso real:
Blockchain para ayuda humanitaria

4.
En busca
de estándares

Las blockchains públicas (basadas en Ethereum, Bitcoin), privadas e híbridas comparten algunos
estándares tecnológicos, aunque no son plenamente compatibles. Algunas están en fase de
experimentación, y ni siquiera utilizan los mismos criterios para consensuar. Esa ausencia
de estándares unificados juega en contra de la interoperabilidad, esencial para que
unas cadenas “se hablen” con otras, y para lo cual no es necesaria tanto una compatibilidad
tecnológica como la posibilidad de establecer vínculos entre plataformas.
Si la tecnología aspira a convertirse en el soporte detrás de cientos de miles de interacciones
digitales, no se pueden ignorar las barreras que dificultan una adopción masiva. Es necesario
un esfuerzo por la estandarización, donde los intereses privados de posiciones enfrentadas
-instituciones, bancos, comercios y medios de pago- cedan paso a la consciencia de los
beneficios comunes.
Algunos consorcios de empresas e instituciones trabajan en la búsqueda de ese bien común.
Por ejemplo, la Enterprise Ethereum Alliance, que agrupa a más de 30 miembros -desde
bancos como JP Morgan, Santander, Credit Suisse, BBVA o ING hasta tecnológicas como Intel o
Microsoft, pasando por startups como ConsenSys o BlockApps. Su trabajo se centra en mejorar
la privacidad, seguridad y escalabilidad de las blockchain Ethereum, y optimizarlas así para
aplicaciones empresariales.
La interoperabilidad no es el único gran desafío pendiente. Incluso la transparencia puede
tornarse de virtud en problema: ¿hasta qué punto el acceso a los datos por todos los
actores puede suponer un conflicto? ¿Puede suceder que competidores o partes con intereses
confrontados compartan la misma blockchain?
En su actual estado de desarrollo, blockchain no permite gestionar enormes volúmenes de
datos. Por eso, aunque industrias basadas en datos -como salud o finanzas- confíen en
sacar provecho de aportaciones como la verificación de identidades o la redistribución,
inmutabilidad y transparencia de los registros, la eficiencia de blockchain puede
ponerse en entredicho en el momento en que se plantea como plataforma para el
procesamiento de ingentes cantidades de datos.
4.
En busca de estándares

La escalabilidad: el gran desafío
Los protocolos de blockchain todavía se mueven dentro de un campo abierto de investigación, en
una carrera por conseguir el proceso más eficiente, y al mismo tiempo accesible. Vitalik Buterin,
fundador de Ethereum, se refería en octubre de 2016 al “sueño de conseguir un blockchain escalable,
que pueda funcionar simplemente a partir de los portátiles de los usuarios”. En este sentido, su equipo
trabaja con el objetivo de replicar, como mínimo, el poder de computación de la red VISA,
utilizando sólo los llamados clientes ligeros (light clients).
¿Qué significa esto? Un blockchain público totalmente escalable (los blockchains consensuados
no necesitan ser escalables porque funcionan sobre pocos nodos, como tampoco los
blockchains estrictamente privados alojados en una única empresa) permitiría remodelar internet
y arrancar una nueva era de comunicaciones seguras, en un entorno desintermediado donde
nadie tendría que fiarse de nadie (aunque sí de las matemáticas) para poder intercambiar valor
y mensajes de manera fiable. Una estructura que permitiría, por ejemplo, soportar micropagos
instantáneos, así como Internet de las Cosas.
Para que tal sistema fuera posible se necesitan mantener bajos los recursos tecnológicos
requeridos para participar en una cadena de bloques. Es decir, es preciso reducir los requerimientos
(poder de computación, banda ancha y capacidad de almacenamiento) para que cualquier
persona con un ordenador y una conexión estándar pueda incorporarse a la red como nodo
completo (o miner). A este efecto, es necesario conseguir un volumen virtualmente infinito de
transacciones, con tiempos de confirmación muy bajos, y siempre bajo el paraguas de un protocolo
que no pueda ser controlado (es decir, que cualquiera pueda empezar a asegurar la red).
En el protocolo actual de Bitcoin, la demanda de ancho de banda, capacidad de computación
y almacenamiento crece a medida que pasa el tiempo, dado que todos los nodos deben ser
capaces de procesar todos los datos en tiempo real y almacenar los datos para siempre, o de lo
contrario serán expulsados de la red.
Sólo durante 2016, el blockchain de Bitcoin aumentó su tamaño de 54 a 96 GBs, lo que requiere
un tiempo medio de varias semanas para descargar y procesar la cadena. Si el protocolo actual
de Bitcoin tuviera que soportar un nivel de operaciones similar al de la red VISA (que multiplica
por varios miles la carga de transacciones actual de Bitcoin), el volumen de la cadena crecería
en varios petabytes por año. Para una adopción masiva, generando todavía más transacciones
que la red VISA, el tamaño del blockchain de Bitcoin podría dispararse hasta varios cientos
de petabytes por año, volviendo cada vez más restrictiva la incorporación o continuidad como
nodo completo, debido a las mencionadas limitaciones en almacenamiento y banda ancha.
4.

Este sistema conlleva un tipo de ineficiencia que conduce a la centralización, ya que
cada vez menos entidades están capacitadas para “minar” la red, y en última instancia
impide la escalabilidad. Además, con un creciente volumen de transacciones, el protocolo
de Bitcoin, tal y como está concebido, generaría costes de transacciones y tiempos de
espera cada vez mayores.
Pero la buena noticia es que blockchain evoluciona rápidamente hacia la
escalabilidad total, que probablemente no tardará en alcanzarse. Diferentes tecnologías
permiten ya una escalabilidad completa en blockchains privadas, que se ejecutan en tiempos
de espera muy cortos mientras certifican sus datos en una cadena. Pero en muchos casos,
los nodos que votan son predefinidos y deben desvelar su identidad, por lo que no son una
alternativa en entornos donde la censura o la desconfianza son parámetros clave.
4.

Caso real
Estonia: la sociedad digitalizada
El pequeño país báltico es uno de los más avanzados del mundo en cuanto a digitalización de
servicios públicos. Y ello gracias a los proyectos basados en blockchain impulsados desde el
gobierno y las administraciones públicas. Estonia es el único país del mundo cuyos habitantes
poseen una tarjeta PKI (Public Key Infrastructure), que permite el acceso a más de 1.000 servicios
gubernamentales electrónicos a través de sus identidades digitales: votaciones, cobertura
médica, pago de impuestos, gestiones bancarias, alta de empresas, ayudas sociales, etc.
Todos los servicios digitales públicos estonios funcionan sobre la plataforma X-Road,
originalmente un sistema de consultas entre bases de datos que ha evolucionado a una
plataforma open source, abierta y descentralizada, que permite el intercambio de datos firmados
y encriptados entre los diferentes sistemas y bases de datos. Un sistema utilizado cada día por
más de 900 organizaciones y 2.000 servicios nacionales.
Estonia también fue el primer país en ofrecer e-Residencia, una identidad digital y supranacional
para acceder a servicios electrónicos verificados y seguros. Incidiendo en el concepto de “país
sin fronteras”, la e-Residencia permite a cualquier ciudadano del mundo administrar un negocio
digital, independientemente de la ubicación física. El 1 de diciembre de 2016, la nación virtual
Bitnation se alió con la iniciativa estonia. A través del servicio de registros públicos de Bitnation,
todos los e-residentes (estonios o de cualquier otra nacionalidad) puede notariar matrimonios,
certificados de nacimiento y contratos empresariales, entre otros servicios (más info).

Buscando soluciones al
problema de la escalabilidad
El diseño de protocolos de blockchain es un área en constante evolución. A
través de diferentes enfoques, los equipos de Ethereum y Bitcoin compiten por
alcanzar el protocolo más eficiente, al tiempo que preserve la privacidad.
Los sidechains (cadenas separadas que son certificadas por un blockchain
público) y ciertas criptodivisas ya permiten pagos con tiempos de espera
cortos, pero comprometiendo la seguridad de sus datos. Las cadenas
laterales deben ser aseguradas independientemente de la cadena pública,
aunque los esfuerzos puedan ser compartidos entre cadenas (“Merged
Mining”). Además, para mantener una seguridad óptima, deberían generarse
más transacciones en la cadena principal, por lo que a largo plazo no
resuelven el problema de la escalabilidad.
También CoinJoin es un método que ya permite combinar de manera
anónima muchas transacciones de la misma cantidad, y validarlas juntas en
blockchain por el coste de una sola transacción.
Aunque lograr la escalabilidad de un blockchain público sea una tarea
tremendamente compleja, los desarrolladores más talentosos están ya
implementando posibles soluciones para alcanzar una escalabilidad total. Entre
las mejoras a aplicar en las cadenas públicas, destacan las siguientes:
Blockchain Sharding, que permitirá dividir la base de datos de
manera segura entre muchos nodos desconocidos, de manera
similar a como lo hacen la mayoría de las bases de datos
distribuidas, resolviendo así los problemas derivados del poder de
computación, la banda ancha y el almacenamiento.
4.

Segregated Witness (o “SegWit”), la última capa protocolaria
de Bitcoin, ha sido desplegada en 2016 y se espera su activación
en 2017. Desplazará todos los datos de firma a otra parte de la
transacción, permitiendo a desconocidos intercambiar dinero de
manera segura, fuera del blockchain, sin limitación de tiempo,
importes o frecuencia, mientras solo se ejecuten un par de
transacciones.
Lightning Network, una capa adicional al protocolo Bitcoin
esperada para 2017, camina hacia su implementación. Podría
permitir que 7.000 millones de personas dispongan de canales de
pago ilimitados, con tiempos de espera por debajo del milisegundo,
y que el blockchain (recortado) mantenga un tamaño razonable,
por debajo de 2 TB. Ethereum está desarrollando una tecnología
similar llamada Raiden.
El consenso por prueba de participación (Proof-of-Stake), que el
equipo de Ethereum está intentando implementar como alternativa
al mecanismo actual de consenso (Proof-of-Work). La prueba de
participación funciona de tal manera que los miners deben gastar
criptomoneda (Ethers) para poder validar transacciones. En
esencia, los miners invertirán su dinero en el blockchain, no su poder
computacional. Tal sistema permitiría minar de manera sostenible
y desde cualquier dispositivo. El equipo de Ethereum planea
implementar su algoritmo de prueba de participación, Casper, en su
release Serenity, esperada entre 2017 y 2018.
4.

5.
Una cuestión
de tiempo y
acuerdos

La consultora Grand View Research estima un mercado global de blockchain (incluyendo
cadenas privadas, públicas e híbridas) valorado en 7.700 millones de dólares en el año 2024.
A medida que la tecnología se extienda, blockchain abrirá el camino no sólo al desarrollo de
nuevas metodologías y modos de organización, sino a modelos de negocio que todavía
no imaginamos, más directos y simplificados, que ahorrarán fricciones y costes, donde los
intermediarios se hayan convertido en una obsolescencia.
Tres caminos para el crecimiento de blockchain
Impacto social,
más allá del ámbito
empresarial
Necesidad de regular
marcos de actuación
La eficiencia
reemplaza la carga
ideológica primigenia
El impacto de blockchain no sólo será visible en el ámbito empresarial. Sus repercusiones se
harán notar en diferentes esferas sociales, impregnando procesos rutinarios y cotidianos,
desde la regulación mediante smart contracts de la remuneración salarial hasta los
proyectos de votaciones basadas en blockchain. Incluso personalidades como el ex primer
ministro británico David Cameron defienden su uso para controlar la corrupción política.
Uno de los requisitos imprescindibles para ese crecimiento es la necesidad de regular un
marco de actuación. Una moción del Parlamento Europeo del 3 mayo de 2016 reconoce
el potencial de las criptomonedas y las DLTs a la hora de contribuir al bienestar ciudadano y el
desarrollo económico, principalmente mediante la disminución de los costes operacionales de
las transacciones y la reducción del coste de acceso al sistema financiero; sin embargo, alerta
de los riesgos y la incertidumbre en torno a estas aplicaciones, que precisan de un marco legal
al día con la innovación.
5.
Una cuestión de tiempo y acuerdos

La difusión de blockchain no deja de incluir una paradoja ideológica. Pese a los idealizados
valores de descentralización y desintermediación, muchos proyectos, especialmente en
la sociedad civil (por ejemplo, las mencionadas votaciones) no saldrán adelante si una
“institución tradicional” no toma la decisión de implantar la tecnología y se responsabiliza de su
mantenimiento y buen funcionamiento; reafirmando de alguna manera su rol autoritario, si bien
este puede sustituirse por el más templado de mediador.
Un razonamiento paralelo se puede extender al sector privado. La implantación de
protocolos blockchain en diferentes sectores económicos se justifica por los
beneficios y mejoras mensurables, dejando a un lado los valores o la carga
ideológica de fondo. Eso sí, sin renunciar a un mayor o menor grado de transparencia,
redistribución de poder, fiabilidad y agilidad.
Blockchain no nos hará mejores personas, ni pulirá nuestra ética: quien tenga intención
de engañar seguirá intentándolo, con o sin blockchain de por medio. Pero sí rediseñará
experiencias, eliminará algunas de las inquietudes o precauciones que asaltan nuestro día a
día, reducirá factores de estrés como la incertidumbre o la desconfianza. En última instancia,
cualquier elemento físico o digital que atesore un valor podrá ser registrado en blockchain, y el
cliente/ciudadano tendrá la llave para controlar lo que le pertenece.
5.
Una cuestión de tiempo y acuerdos

Caso real
Stamp.io: yo lo creé
Stamp.io es un servicio anónimo y gratuito, que permite certificar que se ha creado un
determinado documento en una fecha concreta. Puede ser útil para demostrar, por ejemplo,
que un contrato se firmó en un momento determinado, o que una idea para una patente es
propiedad de una persona.
El funcionamiento es sencillo: el usuario sube a la web el documento (en formato pdf, audio,
imagen, vídeo) y su imprenta criptográfica se sube automáticamente al blockchain de Bitcoin
y Ethereum mediante la transferencia de la cantidad mínima de criptomoneda en cada red
(0,00000001 Bitcoins), convirtiéndola en permanente e inalterable. Después, cualquiera puede
verificar la propiedad y la fecha de registro del documento, accediendo a la cadena pública a
través de webs como blockchain.info.

#REBELTHINKING
Somos Good Rebels
Construimos el futuro allí donde confluyen personas, marcas y tecnología.
Nuestra razón de ser es mejorar las relaciones de las empresas con sus clientes, sus
empleados y la sociedad. Inspiramos a las organizaciones a centrarse en las personas,
impulsando los resultados a corto plazo, mientras nos preparamos para los escenarios
disruptivos de mañana.
Creemos que las organizaciones más sólidas son aquellas centradas en las personas,
aquellas que trabajan sus relaciones humanas como parte intrínseca del negocio.
Aquellas que responden a las demandas de los diferentes actores sociales para generar
valor y trascendencia.
Nuestra fuerza son los 130 Rebels que trabajan repartidos entre 6 oficinas en Reino Unido,
Europa y Latinoamérica. Nuestro trabajo actual abarca más de 60 clientes en 9 países.
REBEL THINKERS
Iñaki Bagazgoitia
Carlos Corredor
Carlota García-Abril
Pedro Jesús González
David Lastra
Gonzalo Martín
Alexandre Sonderer
HAN COLABORADO
Kristian Gjerding CellPoint Mobile
Victoria Lemieux University of British Columbia
CONTACTO
rebelthinking@goodrebels.com

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