Hacer un trabajo excelente o hacer más de lo que se debe hacer en el trabajo son acciones que se esperan de un trabajador; sin embargo muchos han caído en la trampa del perfeccionismo, es decir, intentar ser perfectos y entregar tareas o trabajos “perfectos". El perfeccionismo lejos de ayudar o beneficiar trae consigo consecuencias que pueden perjudicar la salud del trabajador e incluso puede provocar efectos contrarios a los esperados. 1. Adicción al trabajo. Una persona perfeccionista tiende a dedicar muchas horas, incluso extras para entregar un trabajo “perfecto”, lo cual genera una adicción al trabajo. Este tipo de personas suelen trabajar de manera excesiva y compulsiva descuidando su salud de esa manera. La adicción al trabajo no le permite al perfeccionista tener descansos adecuados, su mente constantemente está pensando en el trabajo (aunque no se encuentre en él), daña sus relaciones familiares y sociales y genera mayor estrés. Entregar un trabajo cuya calidad sea excelente y con buenos resultados esta bien, pero obsesionarse con la perfección, no, la salud también es importante. 2. No cumplir con las responsabilidades. Una persona perfeccionista en su trabajo suele no cumplir con los plazos de entrega, esto sucede porque cuando recibe la encomienda de realizar algún trabajo y lo termina, generalmente no queda satisfecho con los resultados así que lo hace una y otra vez intentando llegar a la perfección, pero cada vez encontrará más “defectos" y por lo tanto no estará conforme lo cual hará que no pueda cumplir con su trabajo de manera eficiente y adecuada. Está claro que todo trabajo o tarea debe ser bien hecho, pero también es necesario cumplir en tiempo y forma, una buena planeación y el apoyo de otros será de mucha ayuda. Para tener más información sobre el tema visita el enlace de la página web https://bit.ly/3genHDf