De nuevo llegamos al 11 de marzo, de nuevo he pensado en que, quizá alguna de las víctimas no tendrá a nadie que se acuerde de pedir por ella; así que he decidido compartir, de nuevo, este correo con todos vosotros, para que ni una sola víctima, se quede sin esa oración que suba al cielo implorando por ellas y por sus familiares y amigos.